Aragonès trabaja ya su investidura entre dudas sobre el comité por la independencia

Los enigmas se van despejando en Cataluña. Pero no todos. El más inmediato, por los plazos, es la investidura, su fecha, previsiblemente mañana. Otro, no tan perentorio, pero a todas luces muy relevante, es la gestión de la nueva vía hacia la independencia, que asumirá un comité 'en la sombra'. La identidad de esos asesores es aún un misterio.

Por empezar con el enigma que se acerca a su resolución. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha iniciado la ronda de contactos para investir a Pere Aragonès previsiblemente en un pleno este jueves, según apuntan fuentes parlamentarias. Los contactos se cierran hoy con la reunión que tienen previsto mantener con el candidato del PSC, Salvador Illa. La intención de ERC es que Aragonès sea investido en primera ronda. En resumen: se acabaron las humillaciones.

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Borràs ha empezado con los grupos con menor representación, caso de PP y Cs, y seguirá hoy con el resto. La legislatura se desatasca mientras se van conociendo más detalles de quiénes serán los 'consellers' del nuevo Gobierno.

En la investidura, Pere Aragonès tendrá que superar los límites del acuerdo que han firmado JxCAT y ERC, en lo que ya se conoce como 'pacto de las masías', porque se redactó durante el fin de semana en dos masías donde se reunieron Pere Aragonès y Jordi Sànchez, tanto el sábado como el domingo.

El acuerdo como tal no es programático; es más bien una lista de tareas que hacer. No se dibuja un programa político para los próximos cuatro años, por tanto, y por ello la intervención del candidato a la investidura gana interés. Se ha generado una especie de vacío de propuestas y Aragonès podría cubrirlo.

¿Hay proyecto para Cataluña?

Sin embargo, la ausencia de un programa como tal muestra que en el fondo JxCAT y ERC tienen cada uno una idea muy diferente de Cataluña. Por ejemplo, se obvia cualquier alusión a la fiscalidad, limitada a que se luchará contra el fraude. Y cada 'conselleria' planifica a su aire, sin que se vea una verdadera coherencia ejecutiva.

Mientras, Aragonès sigue moviendo las piezas de su futuro Gobierno. Sus personas de confianza en el Ejecutivo serán Laura Vilagrà (Presidència), Roger Torrent, al que algunas fuentes sitúan ahora en Empresa y Treball, y la actual 'consellera' de Agricultura, Teresa Jordà, que apunta como futura titular de Acció Climàtica, que aunará Agricultura, Energía y Medio Ambiente. Interior, que también será una cartera para los republicanos, podría adjudicarse a Joan Ignasi Elena, un antiguo militante del PSC convertido al soberanismo, según ha explicado la Agencia EFE.

También de lo que se ha pactado para el futuro de TV3. ERC asume la presidencia de la CCMA, la empresa pública que controla la televisión autonómica de Cataluña. Para el director de TV3, el cargo que ahora ocupa Vicent Sanchis, cercano a JxCAT, saldrá a concurso. Se supone que ganará una persona cercana a ERC. A su vez, JxCAT podrá nombrar a un jefe de Informativos de su cuerda o mantener a David Bassa. El control sobre la cadena queda asegurado.

Comité a cinco

Queda pendiente saber cómo se articulará un comité a cinco que ha de dibujar la futura hoja de ruta del independentismo que vaya más allá de la mesa de diálogo y los indultos que pueda otorgar el Gobierno español. Esta entidad se denomina espacio de coordinación, consenso y dirección estratégica, y estará integrado por ERC, JxCAT, la CUP, la ANC y Òmnium. Se desconocen quiénes serán sus miembros. Solo que operará “fuera del foco mediático” y que “actuará de forma discreta”. Traducción, en la sombra.

Se crea un ente de coordinación estratégica entre ERC, JxCAT, CUP, ANC y Òmnium

Otra cosa es cómo la Generalitat, un ente público, trasladará las directrices de ese ente en la sombra. El misterioso ente se compromete a "de manera preferente y discreta", estudiar e impulsar "una acción internacional orientada a solicitar, llegado el caso, la intervención de los organismos europeos para alcanzar un referéndum acordado y vinculante".

El discurso de Aragonès puede dar alguna pista sobre esto. Y cerrar la vía a algunas críticas, ya que el documento en la práctica entierra el denominado 'mandato del 1 de octubre' al abogar por hacer un nuevo referéndum pactado con el Estado y que sea reconocido por la UE.