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Las ‘palomas’ de JxCAT contactan con ERC al margen de Jordi Sànchez para evitar las urnas
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Las ‘palomas’ de JxCAT contactan con ERC al margen de Jordi Sànchez para evitar las urnas

En la formación de Carles Puigdemont, se puede hablar de un sector duro, los 'halcones', y de otro pragmático, las 'palomas'. Este último ha tomado las riendas de la comisión negociadora

Foto: El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez. (EFE)
El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez. (EFE)

JxCAT es un partido complejo. No se puede hablar de 'halcones' y 'palomas' porque habría especies para llenar el cuaderno de un observador de aves. Pero lo cierto es que en las últimas horas se ha dejado de lado a Jordi Sànchez y ha ganado peso el sector más pragmático en los contactos con ERC, en un intento de evitar volver a las urnas en julio. No se han producido avances significativos, la situación sigue enquistada, pero ha cambiado el tono, según reconocen fuentes de los republicanos. Jordi Sànchez siempre fue cordial, pero su manera de afrontar el diálogo era circular. Siempre se volvía a los mismos puntos. Ahora, eso puede empezar cambiar.

Por ahora, no hay pasos adelante. Pero el nuevo hombre fuerte en la comisión negociadora ya no es Jordi Sànchez, que formalmente sigue integrado en ella, sino Josep Rius, que es un alto cargo de la Generalitat, pues ocupa la Dirección General de Análisis y Perspectiva en la Conselleria de Presidència. Rius asume así el discurso mayoritario de los más de 200 cargos del partido que abogan por reeditar la coalición. Unos cargos que además son clave para mantener la organización del partido, al que donan una parte de sus sueldos. Los duros como el diputado Francesc Dalmases han perdido peso en la marcha de la negociación.

En segunda línea, menos activa, pero alineada con Rius, está la portavoz de JxCAT, Elsa Artadi. En reuniones internas, se ha mostrado muy crítica con la estrategia de Jordi Sànchez, que hasta el pasado sábado había pilotado las conversaciones. Ahora, Sànchez sigue en la partida, pero ya no lidera. El cambio no se verbaliza porque lleva más de cuatro años en prisión y en JxCAT piensan que le deben un respeto. Y además, Sànchez también quiere que haya Ejecutivo de coalición. El problema ha radicado en su manera de dilatar los tiempos, que acabó desesperando a los republicanos.

El giro se ha notado de manera leve en la comparecencia de este jueves de Pere Aragonès en el Parlament. Evitó hablar de “Gobierno en solitario”. Por su parte, los de Pugidemont aseguraron que habían hecho una concesión al desligar la investidura de la estrategia soberanista, es decir, qué hacer si pasan dos años de mesa de diálogo y no hay resultados tangibles para el independentismo. “Aprovechemos sin más dilación la oportunidad de transformar el país y avancemos en el camino de la independencia”, apuntó Aragonès desde el atril, comprometido con “no repetir las elecciones”. Las conversaciones entre ambas formaciones son agónicas, pero no están muertas. Al final de esta semana, se prevé que vuelva a haber reuniones oficiales de ambas formaciones. Muchos lo consideran la última oportunidad para cerrar un Gobierno de coalición.

Queda poco tiempo. Algo más de una semana, porque el segundo pleno ha de ser el 26 de mayo, pero eso quiere decir que el primero ha de ser el 24, dos días antes. Fuentes cercanas a las conversaciones han explicado que el principal problema es que las bases de JxCAT respalden con su votación el acuerdo. Para eso, la dirección tendrá que poder venderlo bien a sus militantes. Y para ello, también serán necesarios unos días previos.

Los comunes ofendidos

Jéssica Albiach, de los comunes, aprovechó el pleno para declarar en público que “damos por rotas las conversaciones”. Como si los contactos entre ERC y los comunes, que duraron dos días, hubiesen tenido mucho sentido, ya que necesitaban los cuatro votos prestados de JxCAT, los cuales desde el lunes se volatilizaron porque la dirección del partido decidió rectificar. Es decir, los comunes podían negociar lo que quisieran que Aragonès nunca iba a tener los votos suficientes para ser 'president'.

Los comunes han roto sus conversaciones con ERC para el Gobierno en solitario

Igual que el acercamiento de JxCAT y ERC se ha mantenido en entornos discretos, en lo público todo el mundo sigue sobreactuando. Ha sido el caso de los comunes, que con su apuesta por las conversaciones solo buscaban culpar a los socialistas catalanes de la repetición electoral, conscientes de la imposibilidad del acuerdo. Lo mismo que la CUP, que con su maniobra mediadora de ayer solo quería evitar que responsabilizasen a los anticapitalistas de tener que volver a las urnas.

Veto a JxCAT

Los comunes han justificado la ruptura porque vetan "a JxCAT". En la práctica, para buena parte de sus votantes ya resultaba problemático recibir los cuatro votos prestados que se perdieron por el camino. Y el veto carece de valor una vez que ERC prefiere pactar con JxCAT.

JxCAT es un partido complejo. No se puede hablar de 'halcones' y 'palomas' porque habría especies para llenar el cuaderno de un observador de aves. Pero lo cierto es que en las últimas horas se ha dejado de lado a Jordi Sànchez y ha ganado peso el sector más pragmático en los contactos con ERC, en un intento de evitar volver a las urnas en julio. No se han producido avances significativos, la situación sigue enquistada, pero ha cambiado el tono, según reconocen fuentes de los republicanos. Jordi Sànchez siempre fue cordial, pero su manera de afrontar el diálogo era circular. Siempre se volvía a los mismos puntos. Ahora, eso puede empezar cambiar.

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