Borràs se rinde y acepta ser la presidenta del Parlament en la próxima legislatura
El aparato del partido la excluye del Govern, tal y como pedía Puigdemont. ERC se quedará la Vicepresidencia, como compensación a haber cedido un puesto en la Mesa a la CUP
Laura Borràs se rinde y queda fuera del Govern de la Generalitat que presidirá Pere Aragonès. A cambio, asume ser la presidenta del Parlament, en la votación que se celebrará este viernes en la constitución de la Cámara catalana. La negociación ha resultado agónica, puesto que Borràs se resistía a esta retirada de la primera línea política pese a haber ganado las primarias de JxCAT. Ahora, el aparato del partido que lidera Jordi Sànchez la aparca en el Parlament, tal y como pedía Carles Puigdemont y pese a que eso no fue lo que votaron ni los militantes ni los electores que respaldaron su candidatura el 14-F.
Este viernes, por tanto, Borràs debería ser escogida presidenta del Parlament. Al final, la CUP ha perdido la partida. Fuentes parlamentarias han explicado que ERC se quedará la Vicepresidencia como compensación a haber perdido un puesto para cederlo a los anticapitalistas. El puesto recaerá previsiblemente en la portavoz de los republicanos en el Parlament durante la pasada legislatura, Anna Caula. Pau Juvillà, de la CUP, tendrá que contentarse con unas de las secretarías pese a que aspiraba a la Presidencia.
Sobre Borràs pesa una causa judicial por haber troceado contratos a favor de un amigo cuando estaba al frente del Institut de les Lletres Catalanes. Aunque es una acusación de malversación, Borràs siempre ha mantenido que forma parte de “una causa general contra el independentismo”. Uno de los objetivos de JxCAT con esta designación es que la segunda autoridad autonómica sea retirada por una condena judicial. Victimizar a Borràs como otra caída a manos de la justicia española, según apuntan fuentes de esta formación.
Con este pacto, JxCAT tendrá dos miembros en la Mesa, entre ellos la propia Borràs; ERC, uno, la CUP otro. El plan es que los comunes también puedan entrar y que el PSC se quede en minoría con los otros dos puestos.
Este acuerdo facilita que el 26 de marzo pueda haber un gobierno independentista presidido por Pere Aragonès. Se habría cerrado más rápido si Borràs lo hubiese puesto algo más fácil. Pero no ha sido así. Y JxCAT se encuentra lejos de ser una máquina bien engrasada.
Al controlar la Mesa, la segunda derivada es que se cierra el paso a que el candidato del PSC, Salvador Illa, pueda presentar su candidatura a presidir la Generalitat. Solo Pere Aragonès podrá presentar su candidatura. Y solo en el caso de que esta fracasase los socialistas tendrían alguna oportunidad.
Dudas de la CUP
Este mismo jueves, la CUP ha manifestado dudas sobre la conveniencia de votar a Laura Borràs para la Presidencia del Parlament. Por lo tanto, para mañana habrá mucha intriga sobre qué harán al final los anticapitalistas. En el seno de la CUP se discute a estas horas la conveniencia de respaldar la candidatura de Borràs para convertirse en la segunda autoridad de Cataluña.
Al pasar a ser diputada del Parlament, la causa de Borràs pasará del Tribunal Supremo al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. La instrucción del caso ya está hecha, así que todo depende del abogado de Borràs, Gonzalo Boye, y de lo que pueda dilatar los tiempos de la causa. Existe un riesgo real de que Borràs sea inhabilitada y que, en este sentido, siga los pasos de su mentor, Quim Torra.
Más choque
Una parte de JxCAT quiere que Laura Borràs encabece una Parlament que vaya al choque contra el Estado español y que incluso publique leyes que haya tumbado el Tribunal Constitucional. No parece que este sea el rol que quiera jugar Pere Aragonès como presidente de la Generalitat. El que asuma Borràs los meses que pueda ejercer el cargo es otro misterio.
Laura Borràs se rinde y queda fuera del Govern de la Generalitat que presidirá Pere Aragonès. A cambio, asume ser la presidenta del Parlament, en la votación que se celebrará este viernes en la constitución de la Cámara catalana. La negociación ha resultado agónica, puesto que Borràs se resistía a esta retirada de la primera línea política pese a haber ganado las primarias de JxCAT. Ahora, el aparato del partido que lidera Jordi Sànchez la aparca en el Parlament, tal y como pedía Carles Puigdemont y pese a que eso no fue lo que votaron ni los militantes ni los electores que respaldaron su candidatura el 14-F.