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Los Mossos d’Esquadra, hartos: “Nos sentimos traicionados por el Govern”
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DESCONEXIÓN CON EL INDEPENDENTISMO

Los Mossos d’Esquadra, hartos: “Nos sentimos traicionados por el Govern”

Los agentes de la Policía catalana se quejan de la criminalización de su labor por parte de las fuerzas independentistas, lideradas por la CUP, tras la ola de violencia por Pablo Hasél

Foto: Disturbios en Barcelona por la detención de Hasél. (EFE)
Disturbios en Barcelona por la detención de Hasél. (EFE)

Los Mossos d’Esquadra pasan por una de las más delicadas etapas de su existencia. Tras los episodios de violencia vividos durante la última semana en Barcelona, han visto cómo arreciaban las críticas por su actuación por parte de los partidos que tienen el control político de la Generalitat, justificando incluso la violencia de los manifestantes desde algunas esferas de la Administración y desde los partidos políticos independentistas. Pero lo más chocante es que se ha puesto en cuestión el papel de las fuerzas de seguridad, de la Brigada Móvil (Brimo, los antidisturbios) y de los ARRO, los grupos territoriales de seguridad pública. Comenzó la CUP criminalizando la actuación de la Policía y acabó todo el independentismo, con ERC y Junts per Catalunya a la cabeza, contagiándose de la filosofía antisistema. Ello ha supuesto un duro golpe a la moral y la autoestima del cuerpo.

En estos momentos, ERC, JxCAT y la CUP negocian qué hacer con los Mossos. Incluso se ha lanzado el globo sonda de que un conocido dirigente de la CUP podría hacerse cargo de la consejería, en la que, presumiblemente, quiere eliminar la Brimo y los ARRO. Hasta ahora, el departamento ha estado en manos de JxCAT, pero también podría pasar a depender de ERC si fructifican las negociaciones en marcha. Los republicanos piensan poner a su frente a Ester Capella, actual consejera de Justicia, que es el nombre que, a estas alturas, más posibilidades tiene de tomar el relevo de Miquel Sàmper, el actual consejero. “Es cierto que la CUP ha mantenido una línea abiertamente crítica con los Mossos, pero eso está en su línea. No podemos entrar en su juego. En estos momentos, negocian cómo vender sus votos para investir al próximo ‘president’ y por eso aprietan”, señalan fuentes internas de los Mossos a este diario.

Pero ello no quita para que los agentes de la Policía catalana se sientan desamparados, especialmente por el hecho de que el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, guardó un sepulcral silencio durante una semana de duros conflictos en las calles de Cataluña, con episodios de violencia raras veces vistos. Con su silencio, alentó la criminalización de los Mossos, lo que fue potenciado por las declaraciones críticas hacia la actuación policial de altos dirigentes de ERC y de JxCAT. Y luego, el consejero de Interior lanzó algunos mensajes que se podían interpretar de manera muy crítica hacia la labor de los agentes antidisturbios.

“Eso es cobardía”

Desde algunos sectores, se critica esa postura. “Nos sentimos traicionados por el Govern. Nos envían a batirnos el cobre en las calles y nos traicionan. En esta clase de políticos, no se puede confiar. No conocen el honor ni la lealtad”, explica un cargo de los Mossos a El Confidencial. Afirma esta fuente que “no es que haya desafección de los Mossos con el Govern. Desafección es un alejamiento permanente, pero no es así. Los políticos de la Generalitat están muy cercanos a nosotros hasta el momento en que hay que tomar decisiones comprometidas. En ese momento, te envían a hacer frente al peligro y entonces se apartan de ti. Eso es cobardía”.

Foto: Manifestación en Barcelona por la encarcelación de Pablo Hasél. (EFE)

Las aceradas críticas provenientes del mundo de la política han provocado un profundo malestar en el cuerpo, hasta el punto de que todos los sindicatos, sin excepción, alertasen al consejero de Interior, Miquel Sàmper, de que la situación era muy crítica y que no respondían de lo que pudiese pasar en el cuerpo con el descontento de los funcionarios. “El 'summum' ha sido cuando por las emisoras públicas de la Generalitat han salido voces, tertulianos y locutores a decir que la culpa de los disturbios era de la violencia policial. Es el mundo al revés”, se quejan fuentes internas de los Mossos.

Reunión del consejero con los Mossos

Otra fuente de la cúpula del cuerpo explica a El Confidencial que “lo que ha habido son mensajes desafortunados, que no coincidían con la realidad”. Y subrayan que si, como se ha dejado caer en algunos círculos, la CUP se hace cargo de la consejería, no pasará nada. “Hablan de que quieren cargarse a la Brimo y a los ARRO, pero eso es de boquilla. ¿Qué hizo Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona? Habló de eliminar a la UPA, que eran los antidisturbios. Y los eliminó, pero sobre el papel. Les cambió el nombre y ya está”. Esta fuente destaca que la reunión que el pasado domingo mantuvo el consejero con representantes del cuerpo “puso las cosas en su sitio. Desde entonces, los mensajes desde el Govern han cambiado un 100%”.

Foto: Los Mossos d'Esquadra efectúan una detención durante los disturbios posteriores a la manifestación celebrada este viernes en Girona en protesta por la detención del rapero Pablo Hasél. (EFE)

El diputado socialista David Pérez advirtió este miércoles: “La Policía nos protege y ejerce las funciones de garantizar nuestra seguridad y tranquilidad”. Pérez, que es también miembro de la Diputación Permanente del Parlament (el órgano que dirige la Cámara mientras no se constituya formalmente de nuevo), trasladó su “apoyo y aliento a los trabajadores públicos que velan por mantener la normalidad, a los funcionarios, a los Mossos y, especialmente a la Brimo y los ARRO”. Criticó que el 'conseller' tardase siete días en salir a apoyar públicamente al cuerpo y que los partidos que controlan la Generalitat, "en plena crisis de orden público, abren el debate del modelo policial. Eso es una barbaridad y no se puede hacer o, en ningún caso, hacerlo en caliente".

Para el diputado socialista, “no se puede enviar a los Mossos a frenar a los que destrozan y queman el mobiliario urbano, a los que saquean establecimientos y queman vehículos y después participar en este relato de que la violencia proviene de los Mossos. Es absolutamente intolerable y, en cierto modo, se pueden sentir traicionados. Es muy difícil trabajar en estas circunstancias”.

Representantes sindicales coinciden en afirmar que los Mossos han tenido la mirada puesta en dos lugares durante la última semana: la cúpula policial y la cúpula política. “En esta ocasión, la cúpula policial se puso del lado de los policías que nos jugábamos el físico en las calles. Pero los políticos ni están ni se les espera, salvo el consejero de Interior, que nos sorprendió a última hora con una declaración en defensa de nuestra labor”, explica un dirigente sindical.

Foto: Mossos d´Esquadra en la puerta de la Borsa de Barcelona. (EFE)

Otra fuente señala: “Nosotros no tenemos interés alguno en sacar un ojo o en pegar a un manifestante”. Aunque admiten que se pueden producir accidentes, como el de la chica que perdió un ojo en los últimos episodios de violencia: “Difícilmente una bala de 'foam' puede causar esa lesión, pero si rebota y luego impacta, y lo hace con la parte trasera, que es la que tiene el cilindro, es posible. Pero eso es, en todo caso, un accidente”. Recuerda esta fuente que incluso la ‘ballena’, es decir, el cañón de agua, puede sacar un ojo a un manifestante, como ocurrió en Alemania. “Todos los medios que se utilizan son lesivos, si vamos a hilar fino”, subraya la fuente. Y destaca que en Cataluña no se dejan utilizar determinadas armas defensivas, como gas pimienta, gases lacrimógenos o herramientas para mantener la distancia o para vaciar espacios entre policía y manifestantes. “Los métodos y las herramientas utilizadas por los Mossos son superrestrictivos y, pese a todo, se nos demoniza”, se quejan en la cúpula del cuerpo.

En los Mossos d’Esquadra, coinciden varias fuentes, hay “desmotivación”. Subrayan los profesionales que trabajan en ese ámbito que "no trabajamos para el político, sino para la gente". Recuerdan que, en algún conflicto, sintieron mucho más cercana a la gente de la calle que a los mandos políticos de la consejería. “Vecinos que nos ofrecen café o bocadillos es lo que te hace valorar tu trabajo. Aquí te parten la cara los de abajo y los de arriba, excepto la señora que se acerca con el termo a ofrecerte un café”. Es la 'Canción triste de Hill Street' reimplantada en tierras catalanas.

Los Mossos d’Esquadra pasan por una de las más delicadas etapas de su existencia. Tras los episodios de violencia vividos durante la última semana en Barcelona, han visto cómo arreciaban las críticas por su actuación por parte de los partidos que tienen el control político de la Generalitat, justificando incluso la violencia de los manifestantes desde algunas esferas de la Administración y desde los partidos políticos independentistas. Pero lo más chocante es que se ha puesto en cuestión el papel de las fuerzas de seguridad, de la Brigada Móvil (Brimo, los antidisturbios) y de los ARRO, los grupos territoriales de seguridad pública. Comenzó la CUP criminalizando la actuación de la Policía y acabó todo el independentismo, con ERC y Junts per Catalunya a la cabeza, contagiándose de la filosofía antisistema. Ello ha supuesto un duro golpe a la moral y la autoestima del cuerpo.

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