Séptimo día de protestas: tres detenidos en Barcelona y queman fotos del Rey en Tarragona

El séptimo día de incidentes en las manifestaciones contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél deja una estampa que hasta ahora no se había visto: la quema de fotos de Felipe VI. Ha ocurrido en la protesta de Tarragona, que ha congregado a unas 100 personas, aunque los mayores disturbios se han producido en Barcelona, con tres detenidos.

En la capital catalana, algunos participantes se han parado frente a la Jefatura de la Policía Nacional, de Via Laietana, donde han lanzado varios objetos contundentes contra el edificio y las furgonetas policiales que lo custodian, como piedras, cristales y latas de bebida.

Ante la sede policial, han cantado consignas contra los agentes, gritando "Pim pam pum, que no quede ni uno", y contra los medios de comunicación; los manifestantes también han cantado canciones como 'L'Estaca', de Lluís Llach, y 'Bella Ciao'. Posteriormente, tras recibir avisos de los Mossos por megafonía, se han dirigido a calles más estrechas del distrito de Ciutat Vella.

La protesta de la tarde del lunes ha reunido al menos a 700 personas, según los datos de la Guardia Urbana. Tres de ellas han sido detenidas: dos por requerimientos judiciales previos y otra por desórdenes públicos. Un día más, se han vuelto a montar barricadas y se han quemado 10 contenedores.

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A. Fernández. Barcelona

Los manifestantes, convocados por los CDR, se han concentrado a partir de las 19:00 en el Arc de Triomf de Barcelona —la mayoría, refugiados de la lluvia bajo el arco del monumento—, han gritado lemas como 'Catalunya antifeixista' y 'Libertad Pablo Hasél' y algunos han rapeado con un micrófono.

Después han avanzado por el paseo Lluís Companys en dirección sur, siguiendo por el paseo Picasso y la avenida del Marquès de l'Argentera, gritando lemas como 'Mossos d'Esquadra torturadores', antes de dirigirse a Via Laietana. Además de para pedir la liberación del rapero, la protesta estaba convocada contra el grupo antidisturbios de la Policía catalana, con el lema 'Brimo disolución'.

Pese a todo, la protesta ha sido más tranquila que otros días. En Gran Vía con Girona, los Mossos han utilizado sus furgonetas para dispersar a los manifestantes, lo que en argot policial se denomina 'carrusel', hasta que se han formado grupos reducidos. Asimismo, han activado a agentes de mediación, pero, hasta ahora, no han encontrado interlocutores entre los participantes.

En Girona, también ha habido protestas, con unos 200 manifestantes. Esta vez, no se han producido incidentes.