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CIS | El PSC ganaría las elecciones gracias al efecto Illa y el independentismo se hunde
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VOX SUPERARÍA AL PP EN LAS AUTONÓMICAS

CIS | El PSC ganaría las elecciones gracias al efecto Illa y el independentismo se hunde

El alarmismo independentista tiene su razón de ser: en diciembre, ERC era el favorito para ganar las elecciones del 14 de febrero. Pero el efecto Illa existe, tal y como refleja el CIS

Foto: El vicepresidente del Govern en funciones de presidente, Pere Aragonès (d), y el ministro de Sanidad, Salvador Illa. (EFE)
El vicepresidente del Govern en funciones de presidente, Pere Aragonès (d), y el ministro de Sanidad, Salvador Illa. (EFE)

El CIS pronostica un descalabro del independentismo. El efecto Illa, en referencia al aterrizaje del ministro Salvador Illa como candidato socialista, existe. Quizá ahí está el interés terco de ERC y JxCAT de retrasar las elecciones autonómicas del 14-F hasta el 31 de mayo, esperando una posible remontada para ir desgastando mientras tanto al nuevo elefante blanco de la Generalitat y neutralizar el llamado efecto Illa, que ha cogido descolocados a todos los partidos en Cataluña.

El alarmismo independentista tiene su razón de ser: en diciembre, ERC era el partido favorito para ganar las elecciones del 14 de febrero. Tenía una intención directa de voto del 16,7%, lo que representaba ya un considerable recorte frente al barómetro de noviembre, que le había dado un 20,5% en intención de voto.

Aún así, se mantenía como el partido que podía ganar, de calle, las elecciones, ya que tras él se posicionaba el PSC (una intención de voto del 14,3% en diciembre, menos que el 15,2% de noviembre). Pero lo más importante era que el principal rival de ERC, Junts per Catalunya (JxCat) subía del 8,1% de noviembre al 9,9% en diciembre.

Era un aviso a navegantes que puso de los nervios a los republicanos y volvía a aparecer el fantasma del 21-D, es decir, de los anteriores comicios autonómicos, en los que ERC partía como favorita y Carles Puigdemont, a quien las encuestas ubicaban en tercera o cuarta posición, le ganó la partida y obtuvo dos diputados más.

Foto: El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la 'consellera' de Presidencia, Meritxell Budó. (EFE)

Esas previsiones saltan por los aires con el barómetro de enero: ERC se desploma al 9,8% en intención directa de voto y el PSC es el favorito para ganar los comicios, aunque con un 11,7%. Esquerra pierde, pues, el liderazgo y su rival JxCat obtiene el 6,5%. El batacazo es de órdago, no ya solo por el hecho de que los de Puigdemont se acercan peligrosamente a los de Oriol Junqueras, sino porque los republicanos han perdido más de la mitad del voto desde hace dos meses. Algo pasa en ERC. El barómetro también deja tocado a Ciudadanos (pasaría de primera a quinta fuerza) y al PP, que se vería superado por Vox.

El PSC podría ganar las elecciones

Esa intención de voto directo se traduciría, traspolando los resultados a las urnas, en un 23,9% de los sufragios para los socialistas, un 20,6% para ERC y un 12,5% para JxCat. A continuación, se situarían En Comú Podem, con un 9,7%; Ciudadanos, con un 9,6%; Vox, con un 6,6%; la CUP, con un 6%, y el PP, con un 5,8%.

Estos resultados tendrían consecuencias desastrosas para el independentismo. La Ley de Hont permitiría a ERC, aún teniendo menos votos que los socialistas, disputarle la hegemonía, ya que este partido se movería entre 31 y 33 escaños (en la actualidad, tiene 32). Los socialistas, en cambio, subirían de los 17 actuales a una horquilla entre 30 y 35 diputados, pudiendo convertirse en la fuerza mayoritaria del Parlament. JxCat, por el contrario, pasaría de segunda fuerza (tiene 34 escaños) a tercera, con una horquilla de 20 a 27 diputados. Eso supondría un fuerte golpe a las pretensiones del ‘expresident’ fugado.

La gran novedad es que Ciudadanos pasaría de los 36 escaños actuales a una horquilla entre 13 y 15. El castigo es algo más que simbólico. Los comunes, en cambio, subirían de los ocho actuales a un número que oscilaría entre nueve y 12. Los independentistas de la CUP, en cambio, pasarían de los cuatro actuales a un grupo de entre ocho y 11, recuperando la situación preponderante que tenían en la anterior legislatura. El PP también doblaría escaños y pasaría de los cuatro actuales a siete. Vox, por su parte, irrumpiría en la cámara catalana con entre seis y 10 diputados. De ello parece deducirse que el descalabro de Ciudadanos ha beneficiado, especialmente, al PSC y el PP no ha sacado toda la ventaja que esperaba, ya que un sustrato importante de sufragios se le han marchado hacia Vox.

Foto: Pere Aragonès. (EFE)

La lectura objetiva es que el independentismo (ERC, JxCAT y CUP), en su franja más baja, pasaría a tener 59 diputados, muy lejos de la mayoría absoluta (fijada en 68). En su franja más alta, sacaría 71 escaños, que son uno más de los que tiene en la actualidad. Pero también se abre la posibilidad, de nuevo, de formar un nuevo tripartito entre ERC, PSC y comunes: en su franja más baja, estas tres formaciones sumarían 70 escaños, mientras que en su franja más alta tendrían una cómoda mayoría de 80 diputados.

En cuanto a los líderes políticos, el republicano Oriol Junqueras era el mejor valorado (sacaba un 5,3 de nota), seguido del socialista Salvador Illa (con un 4,9). A continuación, se situaba el podemita Jaume Asens (un 4,6), el socialista Miquel Iceta (4,3) y la también podemita Jessica Albiach (4,2). Puigdemont quedaba en el octavo lugar con un 4 pelado.

Illa, el ‘president’ preferido

El barómetro, por si fuera poco, revela lo que antes habían desvelado otras encuestas en Cataluña: Salvador Illa es el candidato con más preferencias para ser presidente de la Generalitat. Así lo piensa un 22% de los encuestados, mientras que el 11,1% prefiere a la candidata de JxCat, Laura Borràs, y el 9%, al republicano Pere Aragonès (a Carles Puigdemont solo lo prefiere un 2,8% de la ciudadanía, el mismo porcentaje que a la cupera Dolors Sabater e incluso menos que el candidato de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, que es el preferido para el 3,4% de los catalanes).

Foto: El ministro de Sanidad, Salvador Illa. (EFE)
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Al socialista le salen admiradores en el arco constitucionalista y de izquierdas: el 20,1% de los votantes de Ciudadanos lo prefiere a él de ‘president’, mientras que el 27,9% de los comunes también lo apoya. El 15,7% de los populares se muestra a favor de que él sea el próximo ‘president’. Ese apoyo foráneo es menor que el que tenía en el anterior barómetro de diciembre.

En cuanto a valoración de los líderes políticos, ninguno de los candidatos aprueba: Salvador Illa obtiene un 4,8 sobre 10 puntos, dos décimas más que Laura Borràs y Pere Aragonès. Luego, se sitúa la candidata de la CUP, Dolors Sabater (4); la de los comunes, Jèssica Albiach (3,8), y Àngels Chacón, del PDeCAT (3,7). Tras ellos, se sitúan Marta Pascal, del Partit Nacionalista Català (PNC, que saca un 3,5); Carlos Carrizosa (2,7); el popular Alejandro Fernández (2,6), e Ignacio Garriga, de Vox (2,5).

La encuesta revela también que el 44,3% de los ciudadanos de Cataluña se sienten tan catalanes como españoles, mientras que el 22,3% se siente más catalán y el 15,6% se siente solo catalán. Por el contrario, solo el 6% se siente más español que catalán y el 5,9% se siente solo español. En cuanto a organización territorial, el 37,3% de los encuestados apuesta por un Estado “en el que se reconociese a las comunidades autónomas la posibilidad de convertirse en estados independientes”. El 20,5% prefiere un estado “en el que las comunidades autónomas tengan mayor autonomía que en la actualidad”. El 17,6% apuesta por un Estado con comunidades autónomas como en la actualidad, mientras que el 8,8% apuesta por recortar competencias en las autonomías y el 9,6% quiere un Estado “con un único Gobierno central sin autonomías”.

Mientras tanto, al independentismo le queda una carta en la manga para jugar esta partida cuyas reglas pueden cambiar si se confirma la suspensión de las elecciones y la convocatoria de unas nuevas para finales de mayo: esa carta es el desgaste de los socialistas. Salvador Illa será, a partir de ahora, el pim, pam, pum de toda la oposición.

El CIS pronostica un descalabro del independentismo. El efecto Illa, en referencia al aterrizaje del ministro Salvador Illa como candidato socialista, existe. Quizá ahí está el interés terco de ERC y JxCAT de retrasar las elecciones autonómicas del 14-F hasta el 31 de mayo, esperando una posible remontada para ir desgastando mientras tanto al nuevo elefante blanco de la Generalitat y neutralizar el llamado efecto Illa, que ha cogido descolocados a todos los partidos en Cataluña.

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