Es noticia
El incendio de Badalona, una tragedia marcada por la precariedad y la pobreza
  1. España
  2. Cataluña
en una nave okupada ilegalmente

El incendio de Badalona, una tragedia marcada por la precariedad y la pobreza

La tragedia en una nave abandonada en Badalona ha destapado las condiciones en que sobrevivían más de un centenar de personas. Al menos tres han fallecido y no se descartan más

Foto: Imagen de las instalaciones tras el incendio. (EFE)
Imagen de las instalaciones tras el incendio. (EFE)

Las llamas que devoraron en la noche del miércoles al jueves una nave al sur de Badalona han puesto de manifiesto las condiciones de precariedad y pobreza en que sobrevivían más de un centenar de personas. La falta de servicios básicos de un edificio que no estaba concebido para ser vivienda y el abandono del enclave marcaban el día a día en el interior de la instalación, que había estado habitada en los últimos años por migrantes y que estaba en el punto de mira del ayuntamiento ya antes de la tragedia, que se ha llevado por delante la vida de al menos tres personas.

Los fallecimientos a causa del incendio, así como los más de 20 heridos, siete de ellos graves, han puesto el foco en una situación humanitaria crítica, pero que ya se conocía desde hace tiempo. La ocupación ilegal del recinto era sabida por el consistorio, que había puesto una mayor vigilancia sobre el mismo en los últimos meses. Allí vivía una población que oscilaba entre las 100 y 150 personas, la mayoría de origen subsahariano.

Foto: Incendio durante la noche de la nave. (Reuters)

Se encontraban en situación irregular y se dedicaban al oficio de mantero, así como a la recolección de chatarra e incluso a la confección de muebles con palés. La llegada de la pandemia había agudizado su situación de pobreza. Sin acceso a agua o electricidad, se habían conectado a la toma general de luz y había personas viviendo allí desde hacía una década. Aunque aún queda por confirmar la causa que dio inicio al fuego, un testigo relató a los medios presentes que todo comenzó con una vela en el primer piso.

"Vi a gente muerta y a gente saltando por las ventanas para salvar la vida", explicó uno de los supervivientes, Ebrima, a Europa Press. Por el momento, se han contabilizado tres fallecimientos, pero el número podría aumentar. Tras la catástrofe, algunos de quienes habitaban el edificio se manifestaron junto con distintas plataformas sociales y políticas reclamando una vida digna en el centro del municipio.

[Álbum: consulte las imágenes de lo sucedido]

En los últimos meses, se había intensificado el seguimiento policial y desde julio había una patrulla de la Guardia Urbana y otra del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en las inmediaciones con el solo objeto de identificar a todos los posibles ocupantes que fuesen a la nave. Estos controles se hacían entre dos y tres veces por semana de manera aleatoria. De hecho, los cuerpos de seguridad se habían desplazado al lugar esa misma tarde ante unos "problemas de convivencia" y fiestas puntuales que habían repuntado levemente en los últimos tiempos.

"Vi a gente muerta y a gente saltando por las ventanas para salvar la vida"

Así lo explicó tras lo sucedido Xavier García-Albiol, alcalde de Badalona, que aseguró ante los medios que el ayuntamiento venía "advirtiendo de que podía producirse una desgracia". El primer edil avanzó que los servicios sociales habían identificado al menos a 60 personas que vivían allí, mientras testigos citados por EFE y Europa Press cifran en 50 las que se encontraban dentro del edificio en el momento del suceso. Albiol explicó que estas personas serán atendidas por servicios sociales para que no duerman en la calle y el Govern anunció una transferencia de 750.000 euros para cubrir sus necesidades, así como las de otras que se encuentren en situación similar. El 'president' en funciones, Pere Aragonès, matizó que algunos de los residentes del lugar huyeron antes de que fueran atendidos.

placeholder Imagen del incendio. (EFE)
Imagen del incendio. (EFE)

La situación en que vivían estas personas había sido destacada por el regidor como ejemplo de lo que no debía ocurrir. El también excandidato del PP a la Generalitat ha basado su carrera política en un discurso que ha vinculado continuamente la inmigración con la inseguridad y la delincuencia. Su última campaña de cara a las municipales para volver a dirigir la corporación local estuvo centrada, de hecho, en denunciar la okupación ilegal de inmuebles vinculándola con los problemas de convivencia en la localidad.

En concreto, la nave se ubicaba en el Polígono Sur de Badalona, en el cruce de las calles Guifré y Tortosa, y pertenecía a una empresa privada a la que el consistorio había abierto un proceso administrativo de sanción urbanística por estar siendo empleada como vivienda, según explicó el propio alcalde. El ayuntamiento, sin embargo, no había abierto ningún expediente por insalubridad y se había denunciado una pasividad absoluta de atención social. Desde el consistorio, no se había accedido al edificio y se había optado por el ya citado cerco policial.

Localizado un tercer cadáver en el interior de la nave incendiada en Badalona

Lo que parece claro, tras los comentarios vertidos por todos los actores implicados, es que no era para nada descabellado pensar que una tragedia así pudiera ocurrir.

Tras el incendio, y mientras los equipos de rescate continuaban realizando labores de búsqueda, se produjeron al menos cuatro derrumbes en el interior debido al efecto de las llamas, que dejaron la estructura fuertemente dañada. Estas condiciones están dificultando el trabajo de las autoridades para hallar posibles víctimas y dirimir las causas que precipitaron los hechos. El Ejecutivo local, según informó EFE, ya ha contactado a una empresa para que se encargue del derribo completo del edificio una vez finalicen todos los trabajos sobre el terreno.

Las llamas que devoraron en la noche del miércoles al jueves una nave al sur de Badalona han puesto de manifiesto las condiciones de precariedad y pobreza en que sobrevivían más de un centenar de personas. La falta de servicios básicos de un edificio que no estaba concebido para ser vivienda y el abandono del enclave marcaban el día a día en el interior de la instalación, que había estado habitada en los últimos años por migrantes y que estaba en el punto de mira del ayuntamiento ya antes de la tragedia, que se ha llevado por delante la vida de al menos tres personas.

Cataluña Inmigración
El redactor recomienda