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El PDeCAT acusa Puigdemont de "purgas políticas" para copar cargos públicos
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JxCAT ENVÍA CARTAS PARA PRESIONAR

El PDeCAT acusa Puigdemont de "purgas políticas" para copar cargos públicos

Comenzó por la Generalitat, donde varios políticos fueron cesados a principios de septiembre, aprovechando el cambio en el Govern que había acometido Quim Torra

Foto: El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont. (EFE)
El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont. (EFE)

La alta tensión política llegó, por fin, al círculo íntimo de Carles Puigdemont. Su nuevo partido, JxCAT, trabaja para hacerse un hueco en la escena catalana y quiere copar los resortes de las administraciones con el personal que hasta ahora estaba a las órdenes del PDeCAT. Para ello, está realizando 'ajustes' en los organigramas y ha puesto en la diana al personal que no acata las órdenes de Waterloo.

Comenzó por la Generalitat, donde varias decenas de cargos políticos fueron cesados a principios de septiembre, aprovechando el cambio en el Govern que había acometido el entonces 'president' Quim Torra: los tres nuevos consejeros se deshicieron de algunos asesores y nombraron a otros de su confianza, más alienados con las tesis mantenidas por Puigdemont.

El último conflicto desatado ha sido por el cese de cuatro asesores municipales en la ciudad de Barcelona. En concreto, se trata de la asesora en el distrito de Sant Andreu, Anna Satorra, y de los tres asesores que el grupo municipal de JxCAT (aunque llevaba ese nombre, se presentó auspiciado por el PDeCAT) tiene en el distrito de Gràcia, Sílvia Manzano, Sílvia Mayor y Xavier Farrés.

"La creación de JxCAT obliga a Puigdemont a tener a sus acólitos contentos y eso pasa por conseguirles cargos de asesores en las Administraciones"

"La creación de JxCAT obliga a Puigdemont a tener a sus acólitos contentos y eso pasa por conseguirles cargos de asesores en las administraciones públicas. El único camino es desprenderse de los asesores que tenían hasta ahora, pero que no se han pasado a las filas de JxCAT y aún siguen las directrices del PDeCAT", admite a El Confidencial una fuente de esta última formación. Se trata, pues, de una estrategia que utiliza recursos públicos.

Satorra fue cesada de repente como consejera del grupo municipal en Sant Andreu. Según ella misma, "por continuar firme con el proyecto del PDeCAT". Es decir, por no pasarse con armas y bagaje a las filas del nuevo partido de Puigdemont. Y los tres consejeros de Gràcia, según sus propios tuits, argumentan lo mismo. "Así que continuamos, como siempre, trabajando por nuestra ciudad y nuestro país".

La soledad de Waterloo

El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, les reconoció su labor: "Vosotros amáis Barcelona y lo habéis demostrado día tras día. Gracias por vuestro trabajo y compromiso. Todos y todas hemos sito testigos". Genís Boadella, presidente de la formación en Barcelona, fue más allá y puso el dedo en la llaga: "De proclamar hacer política 'juntos' a excluir constantemente y quedarse solos", lanzó por las redes.

Esa pretendida unidad se ha quedado sin contenido. Puigdemont está ahora más solo: se le fueron una parte de sus antiguos compañeros de Convergència, que prefirieron acogerse a las opciones de PDeCAT o del Partit Nacionalista Català (PNC) que lidera Marta Pascal. Se le distanciaron los antiguos socios republicanos (CDC y ERC concurrieron juntos en 2015 bajo las siglas de Junts pel Sí), cada día más lejos de los postulados de JxCAT. Eso sin contar a los grupos desgajados del PDeCAT tras desaparecer Convergència: Lliures y Convergents, dos pequeñas formaciones que discreparon de la estrategia 'puigdemontista' desde el primer momento. La situación actual ya es una 'guerra abierta' dentro del espectro posconvergente.

Cartas de presión a alcaldes

Ivet Castaño, exdirectora general de los servicios territoriales de Presidencia en las comarcas del centro de Cataluña, afirmaba este viernes que "la purga política que está haciendo JxCAT continúa. ¡Muchos ánimos a los consejeros municipales del PDeCAT de Gràcia y Sant Andreu que han sido destituidos! Ni así podrán con nosotros", aludiendo a los ceses de los asesores barceloneses. Castaño fue una de las 'represaliadas' por JxCAT por no dejar el PDeCAT y pasarse a las filas de Puigdemont. Esta alto cargo es presidenta del PDeCAT en la comarca del Bages. Su cese hace un par de semanas por parte de la consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, fue fulminante.

"Hoy he sido cesada de mis responsabilidades de Govern. Satisfecha de haber ejercido mi trabajo con compromiso y servicio al país y a su gente, al lado de alcaldes y alcaldesas de la Cataluña central, de los pueblos pequeños y del mundo rural. Seguiré trabajando con determinación por el país", se dolió Castaño a través de las redes sociales el 30 de octubre. Días más tarde, declaraba a 'Regió 7', un medio local de Manresa, que no esperaba su destitución. "Es un castigo", subrayaba, porque fue la única del Departamento que no se pasó a JxCAT y, por tanto, fue la única despedida. Y desvelaba el proceder del nuevo partido de Puigdemont, presionando a alcaldes y cargos públicos: "Ha habido presiones brutales [para pasar del PDeCAT a JxCAT] a alcaldes y militantes. Se han enviado cartas a los ayuntamientos, en sedes institucionales se recibieron cartas de partido y esto lo encuentro gravísimo. No se puede mezclar gobierno y partido (…) a mí estas maneras no me representan".

Desde las filas del PDeCAT, por otra parte, no se entiende la actitud de la jefa de filas de JxCAT en Barcelona, Elsa Artadi, que además es vicepresidenta de esa formación. "No comprendemos la postura de Artadi ni por qué está donde está y manteniendo toda la confianza de Carles Puigdemont. Ella no es independentista y, sin embargo, trabaja con obediencia ciega a Waterloo. O es para mantener el cargo o si no, no se comprende", critica una fuente del PDeCAT a El Confidencial.

Desde las filas de JxCAT se mantiene un mutismo absoluto sobre el conflicto. Ninguna de las llamadas realizadas por este diario para obtener su versión dio fruto. Artadi y su equipo prefieren no comentar el asunto. Ni siquiera la dirección oficial de JxCAT. En cambio, sí se pronunció públicamente el secretario general de la consejería de Territorio, Ferran Falcó, que aseguró: "Se presentan como JxCAT para los votos, pero ejercen como PDeCAT por los cargos. Y cuando se les cesa, se quejan".

"La sensación de desbarajuste y de desgobierno solo agrava la delicada situación en Cataluña"

Los desencuentros políticos entre las dos formaciones, cuyo tronco común es Convergència van más allá. La exconsejera de Empresa, Àngels Chacón (destituida por Quim Torra en septiembre) no se abstuvo de criticar con acidez la polémica ayuda del Govern esta semana a los autónomos.

Chacón acusó al ejecutivo catalán de "falta de previsión" y de "inacción". "La sensación de desbarajuste y de desgobierno solo agrava la delicada situación en Cataluña", acusó, al tiempo que calificaba las ayudas de "absolutamente insuficientes". Y Ferran Bel, diputado en el Congreso y secretario de Organización del PDeCAT, se sumó a las críticas: "Lo que ha pasado en Cataluña con las ayudas a los autónomos es un despropósito atribuible a la Generalitat".

La alta tensión política llegó, por fin, al círculo íntimo de Carles Puigdemont. Su nuevo partido, JxCAT, trabaja para hacerse un hueco en la escena catalana y quiere copar los resortes de las administraciones con el personal que hasta ahora estaba a las órdenes del PDeCAT. Para ello, está realizando 'ajustes' en los organigramas y ha puesto en la diana al personal que no acata las órdenes de Waterloo.

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