El alcalde de Badalona se desmaya en su despacho en plena ‘guerra’ por su gestión

El alcalde de Badalona, el popular Xavier García Albiol, tuvo que ser asistido por una unidad del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) en su despacho pasadas la 1 del mediodía de este viernes tras desmayarse y caer al suelo sin sentido. Fuentes internas del consistorio señalaron a El Confidencial que el alcalde badalonés (que también había sido presidente del PP de Cataluña) lleva sometido a una gran presión las últimas semanas. Cuando ocurrió el incidente, Albiol acababa de regresar a la casa consistorial tras hacer unas declaraciones públicas ante la prensa.

Tras hacerle dos electrocardiogramas, los sanitarios desplazados al Ayuntamiento de Badalona pudieron estabilizarle y, según parece, se encuentra ya fuera de peligro y con las constantes vitales normales.

El representante del PP se hizo con la alcaldía en abril pasado, al ser la fuerza política más votada en las elecciones de 2019. Tras los comicios, un pacto de las izquierdas le arrebató la vara de alcalde y fue nombrado el socialista Àlex Pastor. Sin embargo, éste dimitió de su cargo en abril, tras ser sorprendido por una patrulla de los Mossos conduciendo peligrosamente y saltándose el confinamiento.

TE PUEDE INTERESAR

El alcalde de Badalona que fue a buscar un perro y acabó mordiendo a un policía

Antonio Fernández. Barcelona

García Albiol ya fue criticado en su toma de posesión por besar la vara de alcalde sin protección alguna, cuando todo el país se encontraba en alerta sanitaria. Apenas un mes antes, se hizo público su contagio por coronavirus. Durante la convalecencia llegó a perder los sentidos del gusto y del olfato, aunque guardó el obligatorio confinamiento.

Precisamente este jueves toda la oposición reclamó un pleno municipal, que deberá celebrarse antes de quince días, para censurar la gestión de la crisis sanitaria desde ese Ayuntamiento y para exigir la dimisión de la concejal de Seguridad Ciudadana, Irene González. La labor de esta está en entredicho porque la Guardia Urbana tiene, en estos momentos, a 62 agentes confinados de una plantilla de 240, es decir, alrededor de un 25% de la plantilla.

En realidad, los positivos que se han confirmado con PCR son 22 (dos de ellos en situación crítica, uno complicado con asma y otro, con neumonía) y el resto está confinado por prevención, la mayoría a la espera de conocer los resultados de los tests.

Se disparan los contagios desde agosto

“En la primera ola de la crisis sanitaria, los agentes locales tuvieron sólo 3 casos de contagio, pero tras la llegada a la alcaldía del PP, y con la mala gestión que se hizo, los contagios se han disparado”, explican fuentes de la oposición a este diario. De hecho, la nueva ola comenzó con un contagio a finales de agosto, pero la falta de medidas de higiene ha provocado el contagio masivo.

El sindicato SFP-Fepol denunció recientemente que el coordinador del Ayuntamiento, Alberto Villagrasa, notificó a la plantilla de la Guardia Urbana un protocolo de medidas preventivas, pero ese protocolo fue rechazado por absolutamente todos los sindicatos con representación en el consistorio de Badalona el pasado día 26 de octubre. “Lamentamos el profundo descontrol y la falta de negociación que hay en la Guardia Urbana”, dicen desde el sindicato. Y añaden: “Necesitamos medidas urgentes, claras y consensuadas para proteger a quien protege”.

TE PUEDE INTERESAR

El virus avanza sin freno en Cataluña y el Govern se plantea confinamientos en casa

P. B. Agencias

La concejal Irene González, por su parte, señaló este miércoles a Ràdio Ciutat de Badalona que el Ayuntamiento sólo tiene constancia de 17 contagios y acusó a los sindicatos (y en especial al SFP-Fepol) de “un afán en demostrar que este gobierno lo hace mal”. También acusó a la central de sacar “notas de prensa con mentiras”.

Pero todos los sindicatos coinciden en afirmar que ha habido una “relajación” de las medidas en los últimos meses y denuncian la falta de equipamientos. No hay mascarillas (se repartieron 5 mascarillas quirúrgicas y 2 FFP2 a cada urbano para cada 15 días), no se desinfectan los vehículos ni hay mamparas de separación en la mayoría de dependencias. Por no haber, ni siquiera hay gel hidroalcohólico en las instalaciones, para desinfectar las manos. En las unidades de atención telefónica, los trabajadores han de compartir teléfono, lo que agrava el riesgo de contagio, pues no tienen con qué desinfectar los aparatos.