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La CUP propone otro referéndum unilateral: "No hay vía indolora hacia la independencia"
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APUESTA POR EL CONFLICTO SOCIAL

La CUP propone otro referéndum unilateral: "No hay vía indolora hacia la independencia"

Esta estrategia ya se recogió en un documento de la CUP el pasado 6 de octubre y es uno de los ejes de la ponencia política que la organización comienza a discutir este fin de semana

Foto: El expresidente Torra, el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damia Calvet (d) y la diputada de la CUP, Natalia Sanchez (i). (EFE)
El expresidente Torra, el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damia Calvet (d) y la diputada de la CUP, Natalia Sanchez (i). (EFE)
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La CUP movilizará a todos sus activistas durante los próximos meses con una consigna central muy concreta: exigir una “amnistía política para todas las personas represaliadas, presas, exiliadas o investigadas”. El eslogan de la amnistía será el principal ‘motor’ de la estrategia radical del independentismo y el marco “con el que desarrollar una hoja de ruta que finalice con un nuevo ejercicio del derecho a la autodeterminación”. En otras palabras: los esfuerzos de la organización independentista catalana se dirigen a crear las condiciones para celebrar un nuevo referéndum independentista, que algunas fuentes sitúan entre el año 2022 y el 2025.

Esta estrategia ya se recogió en un documento de la CUP el pasado 6 de octubre y es uno de los ejes de la ponencia política que la organización comienza a discutir este fin de semana y que ha de servir de base para la hoja de ruta que se plantee en la campaña electoral de las autonómicas del mes de febrero.

Pero, según comentan algunas fuentes de la izquierda radical consultadas por el Confidencial, el “nuevo ejercicio del derecho a la autodeterminación” que recoge el documento puede interpretarse de diferentes maneras. Una de ellas es el forzamiento de un nuevo referéndum unilateral de independencia (RUI), que algunos consideran que no sería la mejor solución para la CUP y que está condicionado a alcanzar consensos con otras fuerzas políticas.

Foto: El diputado de la CUP, Carles Riera. (EFE)

La propuesta se ha puesto encima de la mesa y será debatida en las próximas semanas. De hecho, es uno de los puntos que recoge el programa base y que esta semana ha comenzado a recibir enmiendas de la militancia. En dos o tres semanas, se cierra el periodo de aportación de ideas y enmiendas y se celebrará una asamblea para aprobar todos los puntos definitivamente.

En los documentos que se podrán a consideración de la militancia, la CUP advierte a sus activistas que “la única vía hacia la independencia será mediante un conflicto político y social sostenido en el tiempo”. De hecho, en los sectores más duros de la formación anticapitalista se afirma directamente que los activistas han de asumir que “no es posible una vía rápida e indolora hacia la independencia”. El tablero de juego, pues, comienza a clarificarse.

En la organización anticapitalista se quiere dejar claro que la principal apuesta es la de reforzar el compromiso de seguir avanzando hacia la independencia y “dar pasos en la ruptura con el Estado”. A partir de ahí, se abre una hoja de ruta que contempla la desobediencia activa y la petición de que esa independencia se materialice también desde las instituciones catalanas para forzar al Estado español a sentarse a negociar. Se trata de acentuar la tensión y cuestionar los límites legales de actuación. En otras palabras, se apuesta por llevar a la práctica la vieja “insurrección democrática”, que consiste en saltarse las leyes y acusar luego al Estado de represor. La meta es llegar al colapso de España mediante una movilización sostenida en el tiempo, una estrategia similar a la que también contempla en su ponencia política JxCat, el nuevo partido de Carles Puigdemont.

La justificación de la unilateralidad

De hecho, es hacer más de lo mismo, lo que se ha venido haciendo los últimos años, pero acentuado, porque ahora se busca el conflicto abiertamente. “La pieza clave en la táctica de la desobediencia es que, “si el Estado no cede, está legitimada la unilateralidad”, conforme explica una de las fuentes. No deja de ser, en realidad, una estrategia perversa destinada a justificar cualquier cosa, por ilógica o contradictoria que sea. Con esa estrategia, además, la CUP quiere evitar que los grandes partidos vayan a iniciar un ‘Procés 2’ que volvería a repetir el ciclo ‘procesista’ de los últimos 8 años. Con el enfrentamiento institucional, la izquierda radical asegura que se garantiza la tensión en la calle y se crea el caldo de cultivo necesario para intentar de nuevo una separación abrupta de España.

En realidad, el referéndum unilateral es el escenario base de la estrategia de la CUP. Otra de las posibilidades que se ha puesto encima de la mesa es la declaración unilateral de independencia (DUI), que está considerada la opción más clara y que, además, “representa mejor los valores del 1 de octubre”. Pero desde el interior de la formación se asegura que es el referéndum el que suscitaría mayor consenso. Y en ese consenso deberían entrar los restantes partidos independentistas, sobre todo JxCat y ERC, ya que una opción de estas características apoyada solo por una formación estaría abocada al fracaso. Además, una de las condiciones para poder culminar con éxito la hoja de ruta es sumar entre todos más del 50% de los votos. Con menos porcentaje, la izquierda radical se conformará con seguir movilizando la calle para mantener la tensión.

Foto: Los últimos tres presidentes de la Generalitat, Artur Mas (d), Carles Puigdemont (c) y Quim Torra (i). (EFE)

En la petición de un referéndum, además, sería más posible una conjunción de intereses con JxCat y ERC, que difícilmente entrarían en una estrategia de plantear una ruptura a través de una DUI. Para ello, aunque en algunos círculos se habla de la posibilidad de plantear una nueva consulta entre el 2022 y el 2025, posiblemente se acabe omitiendo la fecha para eliminar la presión que supondría ponerse plazos.

“Si algo ha aprendido el independentismo es que ponerse plazos es pegarse un tiro en el pie, porque condiciona tu hoja de ruta y obliga a ir contrarreloj, mientras que si te fijas una fecha cuando ya tienes el trabajo de campo realizado es mucho más fácil conseguir los objetivos y, además, al no estar obligado a cumplir un calendario, puedes evitar mejor los errores tácticos”, explica una de las fuentes consultadas.

La CUP movilizará a todos sus activistas durante los próximos meses con una consigna central muy concreta: exigir una “amnistía política para todas las personas represaliadas, presas, exiliadas o investigadas”. El eslogan de la amnistía será el principal ‘motor’ de la estrategia radical del independentismo y el marco “con el que desarrollar una hoja de ruta que finalice con un nuevo ejercicio del derecho a la autodeterminación”. En otras palabras: los esfuerzos de la organización independentista catalana se dirigen a crear las condiciones para celebrar un nuevo referéndum independentista, que algunas fuentes sitúan entre el año 2022 y el 2025.

Carles Puigdemont Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Nacionalismo
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