Torra, Puigdemont y Mas denuncian la "arbitrariedad de la justicia de España"

Los expresidentes catalanes Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra han contrapuesto la democracia de su proyecto de república catalana con la "represión política española", a la que han acusado de utilizar contra ellos "la arbitrariedad de una justicia de parte". Los tres han suscrito lo que han denominado "la declaración de Perpiñán", en la que denuncian la "persecución política" que sufren, en palabras de Artur Mas. Lo han hecho en una rueda de prensa en Perpiñán, ya que Puigdemont sigue sin poder pisar territorio español a causa de sus problemas legales al haber liderado el intento de sedición de Cataluña de octubre de 2017,

Los tres han querido dar una imagen de unidad. Una imagen un tanto extraña, con tres atriles con el logo de la Generalitat, administración española, y hablando con total libertad. Artur Mas ha estado cobrando como expresident de la Generalitat hasta hace bien poco y dentro de unos meses lo empezará a hacer Quim Torra. Solo Puigdemont ha renunciado a estos fondos, que por cierto, abona también el Estado español.

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EFE

"Los tres militamos en el mismo partido, el partido de los expresidente represaliados por el Gobierno español. Lo que no pasa por ser expresidentes de la Generalitat sobrepasa a los partidos", ha asegurado Carles Puigdemont. Pero no es cierto. Puigdemont ha creado JxCAT, Artur Mas se ha quedado en el PDeCAT y Torra ha preferido no militar en ningún partido.

Puigdemont ha sido especialmente duro con el Rey Felipe VI, al que ha calificado "heredero del franquismo y no es una opinión, es un hecho". Pero Artur Mas también ha jugado la carta antimonárquica: "¿Cómo puede ser que el jefe del Estado no haya querido saber nunca nuestra opinión? Es la demostración que la voluntad de diálogo es cero". Y Puigdemont ha bromeado con que a ninguno de los tres se les hubiese agradecido los servicios prestados en el BOE cuando cesaron en el cargo.

Artur Mas ha utilizado en su intervención la pregunta retórica: "¿Es normal que los tres últimos presidentes hayan sido represaliados para defender ideas? Es una anomalía democrática. Con esta España no se puede construir una buena Europa". Las autoridades europeas han sido la principal destinataria de los mensajes de los tres expresidentes independentistas.

"La existencia de la Mesa de Diálogo no ha comportado más recursos y más competencias", ha denunciado Puigdemont, quien ha insistido en la necesidad de una mediación internacional. Una manera de ganarlo es no renunciar a ello y seguir pidiéndolo.

Contradicciones

Buena parte de las reclamaciones las ha centrado Puigdemont en los "derechos colectivos", porque los derechos individuales no están en cuestión en Cataluña.

Al mismo tiempo que el Gobierno decretaba el estado de alarma para la Comunidad de Madrid, los tres expresidentes seguían con lo suyo, con escasas referencias a la pandemia. Solo Torra se ha referido a ella para denunciar que "no puede haber un gobierno efectivo sometido a los límites de la autonomía. Con las manos atadas a la espalda, nosotros hemos tenido que hacer frente a una de las mayores catástrofes mundiales de los últimos años. Y te das cuenta de la importancia de disponer de soberanía y de recursos".

Derecho a existir

"Todos hemos sido elegidos presidentes por la voluntad popular validada en las urnas y esto no ha sido respetado. No respetar las decisiones de los catalanes en las urnas, el derecho a decidir nuestros representantes, es una negación directa a nuestro derecho a existir", ha resaltado Puigdemont.

En opinión de Quim Torra, "en nuestro caso el diálogo acaba en una sentencia. Llevamos diez años en un laberinto. Y de los laberintos se sale saltando los muros y animo a todos los ciudadanos a saltar todos los muros que se nos pongan por delante", con lo que ha abonado a los tres expresidentes a la desobediencia.