Torra y Torrent apoyan en la calle por separado el acto principal de la Diada
Pese a que habían dicho que no saldrían por la pandemia, ambos dirigentes no han querido dejar pasar la ocasión de hacerse la fotografía en un escenario menos concurrido que nunca
Las cúpulas de las instituciones catalanas salieron este viernes a la calle para apoyar el principal acto reivindicativo de la organización Òmnium Cultural. Tanto el presidente del Govern, Quim Torra, como la portavoz, Meritxell Budó, anunciaron que no asistirían a las concentraciones convocadas por Òmnium y la Asamblea Nacional Catalana (ANC), pero otra cosa es el acto reivindicativo de la primera de ellas, que como gesto conciliador hacia los gurús sanitarios del independentismo, aceptó desconvocar la ‘Festa de la Llibertat’, el concierto que por estas fechas celebra en Barcelona.
No deja de ser curioso que, tras haber difundido a diestro y siniestro el mensaje de que el Govern se desentendía de las concentraciones de la Diada, la cúpula de las instituciones corriese a hacerse la foto de rigor en un acto reivindicativo, aunque ostensiblemente menos concurrido que una manifestación.
Òmnium montó un escaparate muy visual en pleno Paseo Lluís Companys, a los pies del Arco de Triunfo. Ocupó todo el centro de la vía para colocar 2.850 sillas, cada una con el nombre de uno de los ‘represaliados’ por el Estado español, es decir, por cada una de las personas que están incursas en algún procedimiento judicial ya sea por alborotos, por destrozos del mobiliario urbano, por atentado a la autoridad, por desobediencia o por otros supuestos delitos.
En la cabecera de ese patio de butacas simulado por Òmnium en el paseo, se colocó la cifra de 2.850 en números gigantes. Y por su lado pasaron a fotografiarse los principales líderes políticos de Cataluña. Uno de ellos, Quim Torra, despachó durante varios minutos con asistentes al acto y luego se acercó a hablar con los (pocos) curiosos que se acercaron hasta el lugar (en su gran mayoría independentistas con camisetas reivindicativas y mascarillas a juego) para comprobar que sus líderes son de carne y hueso. “Muchas gracias por asistir”, dijo un solícito Torra acercándose hasta donde se encontraban los curiosos.
Cada uno de los visitantes debía coger un folio, escribir el nombre de uno de los ‘represaliados’ y colocarlo después en una de las sillas de las primeras filas, preparadas para recibir el cartel en una organización medida al milímetro para que no hubiese sillas que sobraban o carteles sin colocar.
Torrent y Aragonès también asistieron
Pero aunque el que más expectación provocó fue Torra, el primero en llegar fue el presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, que realizó el ‘paseíllo’ ante una tribuna de prensa que estaba a rebosar, a tres reporteros gráficos por metro cuadrado. Torrent coincidió unos minutos con un colega suyo, Pere Aragonès, vicepresidente del Govern y coordinador general de ERC, que luego esperó a la llegada de Torra.
También acudió la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, que tuvo que esperar a que Torra saliese del recinto (se saludaron a distancia, con un gesto de la mano) para colocar su folio reivindicativo en las sillas. Todos ellos fueron recibidos por Marcel Mauri, vicepresidente de Òmnium, y con anterioridad habían coincidido también en las respectivas ofrendas florales que se realizan cada mañana del 11 de septiembre ante el monumento a Rafael Casanova, en el centro de Barcelona.
Allí, Mauri recordó que el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, lleva tres años sin poder asistir al estar encarcelado, reclamando amnistía y autodeterminación mientras afirmaba que los ‘represaliados’ a los que Òmnium dedicaba su homenaje lo fueron “por el simple hecho de ser demócratas y defender un proyecto pacífico”.
A su lado, Paluzie iba más allá en sus planteamientos y denunciaba una “regresión de derechos como el de manifestación”. No obstante, la ANC y Òmnium, así como la CUP y los CDR por su parte, pudieron convocar sus concentraciones y protestas durante la Diada sin ningún problema. Son los retazos ideológicos de una posverdad independentista que ve en la confrontación política y social la única vía con la que no desvanecerse de la memoria colectiva.
Cerca del acto de Òmnium, los radicales de Arran, la rama juvenil de la CUP, celebraban otro acto en el paseo del Born, un activista, de manera simbólica, prendió fuego a una gran foto de la familia real española. Es una más de las acciones de fuerza que el independentismo realizó en esta Diada para tensar el ambiente. Por la mañana, diversos actos vandálicos afectaron a una veintena de trenes en Girona, donde se produjeron importantes daños en las vías en las señalizaciones.
Fuera de eso, hubo pocos más incidentes: un joven militante de Arran detenido por los Mossos de madrugada en el Arco de Triunfo, que quedó en libertad a las 12 de la mañana, y cuatro miembros de los CDR detenidos en Lleida por la Guardia Civil durante la pasada noche.
Consignas para los radicales
Anonymnous Catalonia, la plataforma que en ocasiones ha sido uno de los altavoces de las protestas, difundió desde media mañana los consejos para acudir a las manifestaciones, entre otros “llevar mascarilla y ropa neutra que sea difícilmente identificable”. Recomendaba también cambiarse bufandas o zapatos para evitar identificaciones. “Si se desea realizar una acción más contundente, no os destapéis hasta alejaros de la zona (o cambiaos la ropa después)”.
Y si alguien quería asistir a más de una de las concentraciones convocadas por ANC, Òmnium, Arran, la CUP o los CDR, prestaba atención a los detalles: “No enseñéis el móvil en las manifestaciones o cambiadle la funda entre manifestaciones”, al tiempo que arengaba a “llevar ropa de recambio y chaquetas reversibles”. Como reclamaba la propia ANC a primera hora de la mañana, esta ha de ser “una Diada diferente pero con toda la firmeza”. Y, para que no quepa duda alguna, avisaba a los políticos: “¡Volveremos a empujar desde abajo para avanzar!”.
Las cúpulas de las instituciones catalanas salieron este viernes a la calle para apoyar el principal acto reivindicativo de la organización Òmnium Cultural. Tanto el presidente del Govern, Quim Torra, como la portavoz, Meritxell Budó, anunciaron que no asistirían a las concentraciones convocadas por Òmnium y la Asamblea Nacional Catalana (ANC), pero otra cosa es el acto reivindicativo de la primera de ellas, que como gesto conciliador hacia los gurús sanitarios del independentismo, aceptó desconvocar la ‘Festa de la Llibertat’, el concierto que por estas fechas celebra en Barcelona.
- Investigan a un profesor de un instituto de Lleida por abusos a una exalumna de 17 años Europa Press
- Torra reclama a Felipe VI y a Pedro Sánchez disculpas por el fusilamiento de Companys Antonio Fernández. Barcelona
- Gobierno y ERC esperan a Torra para convocar la próxima semana la mesa Fernando Garea