Torra reclama a Felipe VI y a Pedro Sánchez disculpas por el fusilamiento de Companys

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, conmemoró este jueves su particular Diada de Cataluña pidiendo a Felipe VI y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sus disculpas por el fusilamiento de Lluís Companys en el año 1940. “En esta Diada, exijo al Gobierno español un acto solemne en el que el jefe de Estado y el jefe de Gobierno pidan disculpas públicamente por la persecución, detención y fusilamiento del presidente Companys y de todos los miles de catalanes muertos en el exilio, en los campos nazis de concentración o en las prisiones catalanas”, subrayó el mandatario.

Aprovechó para echar en cara a España que representantes de Francia y Alemania asumieron en 2008 la participación de sus países en la detención y deportación de Companys, que el Parlamento de Cataluña “anuló aquel consejo de guerra con más de 66.000 catalanes que también fueron juzgados [en realidad, el Parlament no puede anular legalmente nada]”, pero, 80 años más tarde, “España no ha asumido su responsabilidad ni ha pedido disculpas al pueblo de Cataluña”.

En el mensaje institucional con motivo de la Diada que se celebra este 11 de septiembre, Torra afirmó que “no es una historia fácil la nuestra: solo se explica en términos de la aspiración de los catalanes para recobrar su libertad. Por eso, nuestra historia es un combate persistente por la esperanza. Lo fue también durante estos casi tres años desde el referéndum del 1 de octubre ante toda la represión que ha descargado el Estado español contra demócratas pacíficos. Lo fue al lado de los presos políticos y de los exiliados, que padecen aún hoy una persecución política propia de un Estado autoritario y vengativo”.

El ‘president’ advirtió sobre “la voluntad democrática por la libertad hasta conseguir la plenitud nacional de nuestro país: la independencia. Lo haremos con el espíritu inclusivo y emprendedor que nos caracteriza”. Esa actitud ya da una idea de por dónde irán las estrategias del independentismo los próximos meses. Tuvo un somero recuerdo para la pandemia. “Serán precisos todavía de grandes esfuerzos y sacrificios. Hemos de estar todavía más atentos que nunca para conseguir que el inicio del curso escolar sea una historia de éxito. Que nuestros niños reencuentren el camino de la escuela, que es el camino de su formación y de su futuro. Os pido un último esfuerzo solidario. Recordad: distancia, mascarilla, higiene”.

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Las dualidades peligrosas

Por último, terminó su alocución con una contundente arenga ideológica. Citó a Pompeu Fabra, que dijo un día que “solo tendremos aquello que nosotros sepamos ganar”. Al hilo de ese argumento, Torra enlazó una peligrosa lectura de la actualidad: “La salud colectiva en tiempos de pandemia; la libertad en tiempos de represión; la sostenibilidad en tiempos de cambio climático; la vivienda digna en tiempos de especulación; la recuperación en tiempos de crisis económica; la democracia en tiempos de autoritarismo; la república catalana del compromiso cívico en tiempos de monarquías corruptas… Tendremos aquello que nosotros sepamos ganar”.

Corto y contundente, Torra realizó un discurso descontextualizado de la actualidad política. Lanzó un discurso que alimenta al sector más comprometido ideológicamente con la independencia, lo cual quiere decir al público más extremista, y terminó con una alusión en concordancia con las esencias de la ‘revolución de las sonrisas’: “Hagámoslo con generosidad, honestidad, unidad, compromiso y humildad. Hagámoslo como este país sabe hacerlo cuando se lo propone. Por la vida y por Cataluña. Buena Diada a todos”.