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El Parlament pide que Felipe VI abdique pero evita publicarlo en el diario de sesiones
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Pleno simbólico sobre el Rey Emérito

El Parlament pide que Felipe VI abdique pero evita publicarlo en el diario de sesiones

El pleno del Parlament catalán ha aprobado este viernes una propuesta de resolución conjunta entre JxCAT, ERC y la CUP que declara que "Cataluña es republicana y no reconoce Rey"

Foto: El presidente de la Generalitat, Quim Torra. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Quim Torra. (EFE)

O República Catalana o Monarquía corrupta española. Así fue el último mantra, unánime, del independentismo catalán. JxCAT, ERC y la CUP repitieron la consigna hasta la extenuación en un pleno parlamentario celebrado este viernes para condenar a la Monarquía y pedir que Felipe VI abdique. El Parlament no tiene competencias, pero el presidente de la Generalitat, Quim Torra, sí tenía ganas de convocarlo para hacerse la foto y reivindicar la República catalana como alternativa a la corrupción. Por eso se aprobó que Cataluña es republicana y que no tiene ningún Rey. El tema no carece de importancia pero, como se quejó la oposición, ni el Parlament puede hacer nada ni es un tema prioritario en medio de la pandemia más grave de los últimos siglos. Pero el Parlament ha optado por no publicarlo en el diario de sesiones, para evitar cualquier tipo de responsabilidad legal. De nuevo simbolismo vacío, cáscara hueca.

JxCAT, principal impulsor de la moción, ha instado a los funcionarios de la cámara catalana a publicar la votación en el diario de sesiones. Pero no se hará. Nadie quiere correr riesgos, según confirman fuentes parlamentarias Se proclama la revolución pero los diputados catalanes aspiran a irse de vacaciones sin mayores inconvenientes. Los de Quim Torra quieren llevar el conflicto a la Mesa del Parlament, pero presumiblemente no podrán hacerlo hasta septiembre, cuando nadie se acuerde ya de esta polémica. De nuevo, un gesto para la galería para que lo compre solo su electorado. La razón de evitar la publicación es que la Justicia española no pueda tomar medidas sobre una cuestión en la que la cámara catalana carece de competencias tal y como ya advirtió Cs en las jornadas previas.

La opción Monarquía o República fue, pues, el 'leitmotiv' de la convocatoria. Quizá con una República como la que preconiza Torra, Jordi Pujol y su familia no hubiesen robado nunca a las arcas públicas. Ni Convergència, el partido del Govern, hubiese cobrado las mordidas durante décadas. Ni se hubiese producido un caso 3%, ni un caso ITV, ni un caso Crespo, ni un caso Pretoria, ni un caso Puigdemont (el fugado tiene una cuenta pendiente por corrupción, denunciado por la CUP cuando aún era alcalde de Girona), ni un caso Palau, ni un caso Innova, ni un caso Clotilde, ni un caso Adigsa, ni un caso Borràs (la portavoz de JxCAT está imputada por corrupción en una investigación iniciada por los Mossos d’Esquadra). Son solo algunos de los grandes escándalos que el partido, gracias al cual ha medrado Quim Torra, tiene en el armario. Algunos de ellos ya cuentan con sentencia (de culpabilidad) firme.

Foto: Claves del pacto de silencio entre Zarzuela, Moncloa y Juan Carlos I. (EFE)

Esos casos —y en algunos, el desfalco a las arcas públicas es de millones de euros— no han merecido la atención de Torra ni de ERC ni de la CUP. Pero sí el caso Emérito, el de la corrupción que comienza a aflorar alrededor del ex-Rey Juan Carlos I y que ha provocado la desaparición de escena del monarca. Torra vio la ocasión para obtener réditos y por ello convocó un pleno extraordinario en agosto. Los acólitos soberanistas republicanos y 'cuperos' se subieron al carro sin pestañear y sin hacer acto de contrición.

Es el simplismo elevado a la enésima potencia, encarnado en una sesión mediocre, esperpéntica y desangelada, concebida para dar lustre republicano a unos partidos que solo piensan en unas elecciones inminentes. El 'president' Torra prefirió convocar un pleno para hablar de la Monarquía que otro para decir qué ha pasado con los diez días más cruciales de Cataluña en la peor pandemia en siglos (según sus propias palabras). O qué ha pasado con la sentencia del caso Palau. O porqué la Generalitat no se ha personado como parte perjudicada en el caso Pujol (donde se ha detraído mucho más dinero público que el que se pueda haber llevado el Borbón) ni en el caso 3%. O en el casi desconocido sumario que ha descubierto una red corrupta de altos cargos de la Generalitat, encabezados por Josep Lluís Quer, presidente de Infraestructures, de Ifercat y de Regsa (todo junto, no correlativamente) hasta hace solo 5 años y actualmente fugado en Chile.

Valle-Inclán en Cataluña

En una comunidad en la que el principal partido fue condenado por corrupción (luego cambió de nombre para evitar las acusaciones de otros escándalos en curso) y en la que cuatro presidentes de la Generalitat tienen cuentas pendientes con la justicia es una ironía convocar un pleno para hablar del Borbón. Y más en un momento en que la emergencia sanitaria todavía se lleva decenas de vidas a la semana. Pero para Torra era preciso plantear "o la Monarquía corrupta española o la República Catalana", lema al que se sumaron inmediatamente ERC y CUP.

Torra buscaba la foto y obtuvo una galería de imágenes. Apeló a Valle-Inclán, que había dicho en los años 30 del pasado siglo que a Alfonso XIII se le había echado de España "no por Borbón, sino por ladrón". Y el ideario del insigne gallego acabó pasándole factura al 'president': el diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa le recordó que "Valle Inclán es conocido por el esperpento, que es una mezcla entre lo trágico y lo grotesco. Y aquí, lo trágico es la pandemia y cómo la gestionan ustedes. Y lo grotesco es este pleno. Hizo usted bien en citar a Valle-Inclán". Y le recordó: "Verle escandalizado por la supuesta corrupción el Emérito cuando en su casa de han descubierto tantos escándalos y ver cómo se envuelve con la bandera es un auténtico esperpento".

Torra apeló a Víctor Torres, un republicano de pro que había hecho la Guerra Civil y que volvió a finales de los 70 del pasado siglo a Barcelona. Torres sí que fue un verdadero exiliado en tiempos de Franco. Y luego, fue diputado en el Parlament. "Víctor Torres decía que hay tres cosas que son una lacra: la demagogia, la incompetencia y la inmoralidad. Esas tres lacras nos dan una idea de porqué se ha producido la huida de Juan Carlos". Se le olvidó explicar que Torres fue el primero que se arremangó a comienzos de los 80 para hablar con sus seculares enemigos de Coalición Democrática (entonces eran el germen del PP), entre otras fuerzas de la derecha ultramontana, y que fue uno de los que posibilitó el pacto de la Transición tan denostado ahora por sus herederos intelectuales.

Foto: El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, en el Congreso. (EFE)

El 'president' lanzó un sermón litúrgico desde el atril parlamentario. Habló de libertad, de democracia y de República. Y también de Monarquía, emplazando a que los españoles fuercen un referéndum sobre Monarquía o República. La oposición quería hablar de rebrotes, de covid, de plan B sanitario, de rastreadores, de crisis económica, de crisis turística, de comerciantes que echan el cierre, de verano de pesadilla… "Usted ha convocado un pleno para distraer a la opinión pública sobre la nefasta gestión sanitaria y nula gestión económica", le acusó Carrizosa.

No a la desestabilización

El líder socialista, Miquel Iceta, le echó en cara que mientras siguen cerrados la mayoría de los centros de atención primaria, los rebrotes medran por doquier y la Generalitat ha estado 46 días sin secretario de Salud en la peor pandemia que se recuerda. Además, le afeó que el 'president' se dedica a la "confrontación institucional por delante de cualquier cosa". Y ante la intención de poner en duda la Monarquía, le espetó: "La huida del Monarca ha de ser objeto de crítica y de investigación, pero deducir que de la conducta del anterior jefe del Estado hay que cambiar de régimen es una locura".

Le recordó, en este sentido, que "aquí tenemos un 'expresident' que escondió dinero en el extranjero, pero no por eso decidimos cambiar de régimen. Ni siquiera cuando se descubrieron tramas institucionales en el caso Palau. Y su Govern no se personó como acusación particular en los escándalos de corrupción que hay abiertos, aunque el Parlament acordó que lo hiciese…". Le subrayó también Iceta que agregó: "no nos encontrará en ningún intento de desestabilización, ni atizando la confrontación. Son tiempos de cooperación y diálogo, no de confrontación (…) La Monarquía española tiene problemas, sin duda. Muchos se pueden abordar con reformas legales que alejen sensaciones de impunidad, pero créame, antes de plantearse grandes cambios de régimen, pongámonos de acuerdo sobre cosas más urgentes y necesarias".

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su última comparecencia. (EFE) Opinión

Jessica Albiach, portavoz de los comunes, aprovechó para realizar una oda a la República, cargando contra Juan Carlos I y tachando a la Monarquía de "institución caduca". Pero pasó a la lucha cuerpo a cuerpo: "No sabemos si quiere acabar con la Monarquía o desacreditar a En Comú Podem. Cada día trata de esconder la incompetencia del Govern y el fracaso en la crisis sanitaria. Ustedes hablan mucho de República pero no la practican". Torra le respondió después con una petición: "¿No pueden proponer ustedes una Ley de Amnistía? Tienen ministros y alcaldes y tienen el poder. A ustedes, señora Albiach, les votaron para que propusiesen una Ley de Amnistía". No era cierto, pero eso da lo mismo: le propuso que, ya que permitieron la fuga de Juan Carlos lo mejor que podía hacer era dimitir e incluso que UP rompiese el Gobierno español haciendo dimitir a sus miembros. Y al popular Alejandro Fernández le despreció por ser un partido "minoritario", recomendándole que abjurase de la Monarquía para crecer en votos.

Los representantes de la CUP, Natalia Sánchez, de ERC, Sergi Sabrià, y de JxCat, Albert Batet, fueron el bálsamo que Torra necesitaba. Los corifeos de sus respectivos grupos. Se pusieron incondicionalmente a su lado y cerraron filas para reivindicar la dicotomía de 'Monarquía española corrupta o República Catalana'.

Lo dicho: simplista y sin altura de miras ni, mucho menos, autocrítica. En el país de la corrupción, el Parlament mirando hacia el Borbón. Lo mejor, las votaciones finales: el pacto independentista alumbró una declaración que pretende retirar el título de Rey a Juan Carlos I y reprobar al Gobierno español y a Felipe VI "por décadas de impunidad y enriquecimiento ilegítimo". La moción reivindica que Cataluña se constituya en República y se reprueba específicamente a la vicepresidenta Carmen Calvo por indicación de la CUP por "haber ayudado a escapar al Emérito".

Los Pujol sobrevuelan la Cámara

Josep Costa (JxCAT) destacó que el Parlament es la única institución que debate sobre el tema y a partir de ahí entró en un terreno farragoso y tramposo. "Queremos que el Gobierno rescate el dinero que pudiera haber robado la Monarquía y dedicarlos a la lucha contra el covid", dijo Costa. Justamente lo que el independentismo vetó hasta ahora en Cataluña. En referencia con los escándalos del 3%, Pujol, Palau y otros. Sacó a colación a Oriol Pujol diciendo que "se retiró de la política y fue a prisión. Pues esa es mi oferta para Felipe VI: que se retire y vaya a prisión". Obviaba que el hijo de Pujol que se retiró de la política fue condenado por un tribunal en un caso de corrupción. Sin apelación, sin trampa y sin cartón. Pero advirtió al Rey que caerá él "antes que nosotros".

El diputado socialista Jordi Terrades planteó dos mociones, advirtiendo que el Govern no estaba a la altura del país, pero planteando que la Fiscalía pueda investigar las andanzas del Emérito, y también solicitando que la Generalitat se persone en los casos de corrupción que están siendo investigados. Ambas mociones fueron aprobadas. Susanna Segovia, de los comunes, recordó a Torra que "este pleno no va de Monarquía o República, sino de una nueva etapa de confrontación". Le recordó las fotos con los Pujol que se hacían muchos de los diputados presentes: "Nosotros estamos en el Gobierno y no somos responsables de la huida del Borbón. Tampoco dimitiremos, que es lo que le gustaría al PP, a Vox, a Ciudadanos, al Ibex y a usted. Lo que busca usted es la confrontación, el cuanto peor, mejor". Santi Rodríguez (PP) planteó mociones de apoyo sobre el papel de la Monarquía y la personación en los casos de corrupción catalanes.

Anna Caula (ERC) pidió derogar el delito de injurias y eliminar los privilegios de la familia Real, subrayando que tiene "derechos feudales" y denunciando que el Estado ampara la corrupción de la Corona.

Ignacio Martín Blanco (Ciudadanos) calificó el pleno de "auténtica vergüenza, porque en lugar de venir a hablar de la sanidad, del covid, de la caída brutal del PIB..., vienen a hacer shows y espectáculos". Calificó el pleno de "absolutamente inútil, improductivo, solo para los más radicalizados, hacer un debate sin amparo legal en las competencias. Que vengan los del 3% a dar lecciones morales me parece dudoso".

Ya se lo advirtió la oposición a Torra. "¿De qué servirá este pleno? ¿Tenemos competencias para decidir algo sobre la Monarquía o para hacer que Felipe VI abdique? Esto es como si el pleno del Parlamento de La Rioja decide que se disuelva la Generalitat de Cataluña porque ha tenido cuatro presidentes corruptos". Y es que, subrayaron todos, una cosa son las instituciones y otra cosa las personas. Pero eso es solo cuando el independentismo lo permite. O lo decide.

O República Catalana o Monarquía corrupta española. Así fue el último mantra, unánime, del independentismo catalán. JxCAT, ERC y la CUP repitieron la consigna hasta la extenuación en un pleno parlamentario celebrado este viernes para condenar a la Monarquía y pedir que Felipe VI abdique. El Parlament no tiene competencias, pero el presidente de la Generalitat, Quim Torra, sí tenía ganas de convocarlo para hacerse la foto y reivindicar la República catalana como alternativa a la corrupción. Por eso se aprobó que Cataluña es republicana y que no tiene ningún Rey. El tema no carece de importancia pero, como se quejó la oposición, ni el Parlament puede hacer nada ni es un tema prioritario en medio de la pandemia más grave de los últimos siglos. Pero el Parlament ha optado por no publicarlo en el diario de sesiones, para evitar cualquier tipo de responsabilidad legal. De nuevo simbolismo vacío, cáscara hueca.

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