ERC pone en un aprieto a Torra al pedirle medidas contra la corrupción

La corrupción vuelve a abrir una brecha en el Gobierno catalán y a incrementar el malestar creciente entre los dos socios, los posconvergentes de JxCat y ERC. El 'president' Quim Torra lanzó a bombo y platillo la pasada semana su propuesta de querellarse contra el Rey emérito por los sospechosos regalos que habría obtenido de otros Estados (mediante ingresos en Suiza o compra de inmuebles en el extranjero). Pero cuando de lo que se trata es de mirar hacia su propia casa, el tema cambia y los posconvergentes se ponen de perfil.

Ante esta amnesia selectiva, ha sido precisamente el republicano Pere Aragonés, nada menos que vicepresidente del Govern, quien se lo ha recordado a Torra. Aragonès visitó este fin de semana la vecina localidad de Sant Cugat, separada de Barcelona por la montaña del Tibidabo. Allí recordó que ha finalizado el proceso judicial del escándalo que se conoce como caso 3%, en el que están imputados varios extesoreros de CDC, así como dirigentes de este partido y varias decenas de empresarios que habrían pagado mordidas a cambio de adjudicaciones de obra pública. Y dejó caer que "la responsabilidad de las administraciones es velar para que hasta el último euro [robado] vuelva a las arcas públicas, en caso de que se demuestre que ha habido un caso de corrupción. No entenderíamos una decisión diferente".

Fue un regalo envenenado a su socio Quim Torra, cuyas decisiones partidistas están dejando mucho que desear. "¿Alguien puede entender que se querelle contra el Emérito, que se llevó algunos millones que le habían regalado a él y que no lo haga contra quien se llevó miles de millones de las arcas públicas catalanas?", decía un diputado de la oposición hace pocos días, aludiendo tanto al caso Pujol como al caso 3%. Torra tiene el corazón partido entre su supuesta ética institucional y el amor a su opción política, aunque ya se sabe que el corazón tiene cosas que la razón no entiende. Por eso mismo, los medios de comunicación públicos de Cataluña ni siquiera dedicaron un programa a la familia Pujol, pese a ser los protagonistas del mayor escándalo económico de la historia de esta comunidad.

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El Govern mira hacia otro lado

La portavoz del Govern, Meritxell Budó, pasó de puntillas este lunes sobre el tema: la corrupción en Cataluña no interesa a la cúpula de la Generalitat y el Govern "valorará en su momento" qué hacer. Budó se zafó así de la incómoda situación de tener que dar explicaciones por la corrupción propia, aunque sea a petición de sus socios de ERC.

Recientemente, el juez dictó un auto acusando a la familia Pujol al completo de formar una "organización criminal" que se enriqueció durante décadas aprovechando las redes de la política. Pero Budó vino a decir que nadie ha dicho que el erario público catalán ha salido perjudicado por los trapicheros de los convergentes. Cierra los ojos la portavoz no solo al auto de los Pujol, sino al más reciente del 3%, que se manifiesta en términos parecidos y alude a la financiación de CDC.

La amnesia selectiva no es, pues, patrimonio de Quim Torra, porque la propia portavoz del Govern se aferró a que "no hay malversación de fondos públicos" en el caso 3%, aunque luego matizó que los servicios jurídicos de la Generalitat estudiarán el auto de conclusión del juez "para saber si ha habido algún perjuicio para la Generalitat". Endeble excusa ante la contundencia que el Govern muestra en otros asuntos que no tocan al independentismo.

El portavoz del PDeCAT también se sintió aludido por las palabras de Aragonès. "Entiendo que el vicepresidente Aragonès, como responsable de ERC, haga unas declaraciones partidistas y con cierto sentido de oportunidad", criticó Marc Solsona, portavoz del PDeCAT, añadiendo que "imputar delitos a una persona jurídica que no existía lo entendemos, como mínimo, bastante surrealista". Lo cierto, no obstante, es que el PDeCAT heredó de su antecesora CDC no sólo militancia, sede y cargos políticos, sino incluso bienes inmuebles. Además, los mismos tribunales han decidido imputar al PDeCAT en el sumario del 3%. Y todo a pesar de que a las pocas horas de reconvertir a CDC en PDeCAT, los dirigentes de esta formación ya estaban lanzando las consignas de que Convergència ya había asumido todas las responsabilidades y que el PDeCAT era un partido nuevo, sin vinculación alguna con CDC y nacido con la transparencia como 'leit motiv' (aunque en aquel momento seguía estando presidido por Artur Mas, que también había llevado las riendas de CDC durante tres lustros).

Resoluciones incumplidas

Pero los republicanos no son los únicos que sacan los colores a los posconvergentes. La oposición le había pedido que la Generalitat se persone también en el caso Pujol, en el que una parte de la familia del expresidente Jordi Pujol se aprovechó del control político de las Administraciones catalanas para llenar sus bolsillos. "Pere Aragonès ha descubierto ahora la sopa de ajo", señala a El Confidencial el diputado socialista Jordi Terrades. "Habría que recordarle que él mismo forma parte de un Gobierno que se retiró como acusación particular en el caso Palau y que los 6 millones de euros que tuvo que pagar de indemnización CDC no irán ahora a la Generalitat por eso, sino al Estado".

Terrades recuerda también que el Parlamento catalán aprobó que, ante cualquier indicio de malversación de caudales, la Generalitat debía personarse en cualquier causa. "¿Lo hacen? No. Pues que cumplan las resoluciones. Pero claro, la propia Meritxel Budó ha sido alcaldesa de La Garriga por Convergència, es decir, por el partido al que se acusa en los tribunales".

El PSC presentó en los últimos años varias mociones para pedir al Govern que se personase en escándalos que afectaban al erario público, pero como quien oye llover. Ciudadanos también presentó una moción en este sentido el pasado mes de enero, que fue aprobada a pesar de que se encontró con los votos en contra de JxCat y de ERC. La pugna interna entre estas dos fuerzas, con las elecciones autonómicas en otoño como escenario de fondo, han propiciado que ambos intenten ahora desgastar a su adversario de la manera que consideran más efectiva. Y la corrupción es uno de los temas recurrentes con el que se puede machacar a los convergentes.