Torra busca rastreadores por correo entre los alumnos de Medicina y Enfermería

El Gobierno catalán va de improvisación en improvisación. Un correo dirigido a directivos universitarios revela que el Govern busca rastreadores para hacer el seguimiento de los positivos por coronavirus entre los estudiantes de las facultades de Medicina y Enfermería. Eso no es lo malo: lo malo es que la segunda oleada de la pandemia ya está aquí y el Govern no tiene todavía formados los equipos para luchar contra ella. Desde Ciudadanos, el grupo mayoritario de la oposición, se pidió ya este miércoles la dimisión de la consejera de Salud antes de que la situación se desborde aún más.

Porque la pandemia se está desbordando cada día que pasa. Es cierto que hay ‘brotes verdes’ en Lleida, donde las noticias que llegan son positivas, pero el contraste son los incrementos de infectados por coronavirus en Barcelona y su área metropolitana. Este martes, hubo 721 nuevos positivos, lo que elevaba el total de infectados a 84.942 casos. De ahí que esta progresión sea preocupante.

Pero a pesar de los datos negativos, el propio ‘president’ de la Generalitat, Quim Torra, sacaba pecho este miércoles en la sesión de control parlamentaria a la que se ha de someter periódicamente. “La situación es preocupante, pero no tanto como en marzo, porque a 1 de julio había 49 personas hospitalizadas y ayer [por este martes] eran 56, o sea, siete más. Desde este punto de vista, no hay el estrés hospitalario que había en marzo, cuando llegamos a tener a 1.500 personas graves en los hospitales. Lo más preocupante es que los pacientes son más jóvenes. Pero somos optimistas: tras las últimas medidas de triplicar los rastreadores y los PCR hasta 20.000 y de nombrar a un secretario de Salud Pública, sabemos que hemos de convivir con el virus los próximos meses”, dijo Torra respondiendo al socialista Miquel Iceta cuando este se interesó por la situación de la pandemia.

“Este Govern se anticipó a todo —añadió el ‘president’—. Primero, al confinamiento, lo pedimos antes que nadie. Luego, al salario mínimo. Y más tarde, al uso de las mascarillas”, le advirtió al líder del PSC. Y luego enumeró que había puesto las residencias bajo la lupa de Salud y se echó flores porque había hecho la promesa de que aumentará los rastreadores y los PCR y porque ya ha nombrado un secretario de Salud Pública después de siete semanas en que este puesto (el segundo del escalafón) permaneció vacío. La única autocrítica que admitió fue no haber informado bien a los alcaldes sobre las medidas que iba a tomar, “porque los municipios han de saber antes cuál es la evolución de su pandemia”.

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Este triunfalismo de Torra, al que se añade la posibilidad de que pueda restringir la apertura de locales de ocio nocturno en Cataluña para frenar el contagio masivo entre jóvenes, contrasta con la dureza de la realidad: los rastreadores son la primera promesa del nuevo y flamante secretario de Salud Pública. Cuando llevaba apenas dos horas en su cargo, Josep Maria Argimon se estrenó en una rueda de prensa anunciando que se abordará la contratación de 500 rastreadores y el aumento de los PCR hasta los 30.000 diarios (Torra rebajó esta cifra a 20.000). Pero el ‘president’, acostumbrado a ir a la suya, obvió que el organigrama de Salud está hecho unos zorros: hay tres altos cargos cuyos puestos han estado vacantes en la peor etapa sanitaria de la historia de Cataluña, situación que no parece preocupar al mandatario.

“Debería dimitir o ser cesada”

Tampoco le preocupa el hecho de que la contratación de los rastreadores comienza a tomar un cariz de tragicomedia: la comunicación con las universidades es una medida que denota la improvisación en que vive instalada la Generalitat, hasta el punto de que el portavoz de Salud de Ciudadanos (el grupo mayoritario en el Parlament), Jorge Soler, pidió este miércoles la dimisión de la consejera de Salud, Alba Vergés, por el descontrol.

Soler le echó en cara que la Generalitat tenía todas las competencias en Salud y que las debía ejercer, pero no lo supo hacer. “Ahora están en riesgo todos los catalanes. Debía de garantizar que los contactos no se marcharían de las ciudades donde había muchos casos y ahora tenemos en Barcelona una epidemia que no tiene controlada. Por tanto, usted tendría que dimitir”. El diputado naranja también le recriminó el estar buscando estudiantes para realizar la trazabilidad de los casos y hacer el estudio de los contactos. “No ha aprendido de los errores y no ha llegado preparada a esta segunda pandemia. Ha perdido totalmente el control de la situación en Cataluña, generando una inseguridad total. Por este motivo, antes de que lleguen tiempos peores, debería dimitir, dar un paso al lado, o el señor Torra la tendría que cesar para salvar vidas de personas ante una situación terrible que puede llegar. Sabiendo que ha perdido el control en la ciudad de Barcelona, usted debería marcharse”.

Este miércoles por la tarde, el diputado socialista Òscar Ordeig también interpeló a Vergés por la actuación del Govern. La acusó de no tener directrices claras. “En el territorio, hay sorpresa por los cambios en las valoraciones políticas e indignación por aplicar medidas restrictivas cuando 24 horas antes las descartaban. Y tenemos también una falta flagrante de los recursos necesarios para luchar contra la pandemia, además de una total descoordinación que tiene a todos los alcaldes indignados. ¿Sabe usted, por ejemplo, que el alcalde de Lleida se enteró del confinamiento 30 minutos antes?”.

“Menos retórica patriótica”

El descontrol parece ser la tónica dominante. “Hoy había bares en Lleida que no podían abrir y estaban abiertos. De la teoría a la práctica hay mucha diferencia. Pedimos respeto y dejar de lado estereotipos. Queremos que se nos escuche, queremos unas directrices claras. Queremos un plan de ayudas económicas y sociales. Todos sabemos que hay un déficit de personal sanitario, y que necesitamos más 'mossos' y que estos deben sumar esfuerzos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. ¿Tanto les cuesta pedir ayuda? ¿No pueden instalarse en el sentido común?”, clamó Ordeig. Y luego le afeó: “Ustedes están instalados en la queja y se han olvidado de gobernar”.

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El socialista le recriminó también que el Govern “ha humillado al territorio. Para gobernar, se necesita ilusión, ganas y capacidad, y ustedes ni tienen ilusión, ni ganas ni la capacidad suficiente para abordar esta crisis”. Le exigió, eso sí, “menos retórica patriótica y más dinero para abordar esta situación”, recriminándole que no aceptase la ayuda del Gobierno central o del Estado a la hora de luchar contra la pandemia.

Vergés, igual que había hecho Torra horas antes, prefirió pasar por alto la situación real y la autocrítica y aseguró a sus oponentes que “este Gobierno se arremanga como ninguno para hacer frente a la situación. Yo pongo ilusión y ganas, es evidente, pero la capacidad la dan todo el equipo del departamento y el equipo territorial de Salud. La poca confianza sería que abandonásemos y levantásemos las manos”. Ya lo había anticipado el ‘president’: El Govern es el mejor del mundo en frenar la pandemia. “Responsabilidad, ejecutividad, anticipación y transparencia. Estas son las maneras con que hemos enfocado la pandemia desde el primer momento”. Y cuando alguien le saca los colores, la respuesta es siempre la misma: “El Gobierno del PSOE llevó a España al 'ranking' mundial de contagiados y afectados por el virus, mientras que el Govern siempre se anticipó a todo”.