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Cataluña obliga a hacer cursillos de orden público en julio y agosto a los 'mossos'
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EN PREVISIÓN DE UN OTOÑO CALIENTE

Cataluña obliga a hacer cursillos de orden público en julio y agosto a los 'mossos'

No es extraño que se realicen estos cursillos, aunque nunca se habían llevado a cabo en plena canícula. “Tenían que haberse hecho antes, pero por la pandemia se retrasaron”, dice una fuente

Foto: 'Mossos', frente a simpatizantes independentistas que protestan en Vía Laietana. (EFE)
'Mossos', frente a simpatizantes independentistas que protestan en Vía Laietana. (EFE)
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Los 'mossos' tendrán trabajo extra este verano. La cúpula de la Consejería de Interior de la Generalitat de Cataluña ha previsto cursillos especiales de las unidades de la Brigada Móvil (Brimo, es decir, los antidisturbios) y las áreas regionales de recursos operativos (ARRO) sobre orden público. No es extraño que se realicen estos cursillos, aunque nunca hasta ahora se habían llevado a cabo en plena canícula. “Tenían que haberse hecho antes, pero por la pandemia se retrasaron”, dice una fuente. Otras veces, en situaciones de mucho trabajo, los cursos se suspendieron, pero este año es diferente: hay que tener a los agentes en plena forma, porque se espera un otoño caliente en las calles de Cataluña.

“Hasta ahora, siempre se habían hecho en épocas en que no apretaba el calor, como el mes de febrero. Lo malo es que en esta época existe el peligro de la temperatura. Esperemos que no comience a haber golpes de calor entre los agentes”, explica un miembro de los Mossos d’Esquadra a El Confidencial. Las maniobras se llevan a cabo en el recinto de Can Padró, una finca en Sant Vicenç de Castellet donde se realizan desde cursos de conducción evasiva hasta ensayos de rescates, de supervivencia, de ataques bioquímicos, de simulacros de emergencias, de juegos de roles, etcétera.

Foto: Vista de la Gran Vía de Premiá a la altura del mercado. (EFE)

Entre sus instalaciones, cuenta con un circuito de conducción de asfalto y de tierra (con áreas de curvas técnicas, simulador de vuelcos, área de frenada, zona deslizante o simulador de lluvia), un gigantesco tanque de agua de 4.000 metros cúbicos, un barco a escala de 70 metros de eslora, galería de tiro, edificio en ruinas para ensayar asaltos o un campo de fuego (que ocupa lo que 13 campos de fútbol) que puede recrear 32 escenarios diferentes de todo tipo de emergencias (ahí hay desde un vagón de tren hasta una petroquímica, pasando por una torre química). También se pueden reproducir situaciones de atentados, secuestros o persecuciones en coche.

Los cursillos previstos para los 'mossos' serán exclusivamente para estudiar situaciones de orden público, y deberán ser realizados con todos los pertrechos que se deben llevar a manifestaciones: desde casco hasta mochila, pasando por ropa de combate y cartuchería. Una de las fuentes consultadas por este diario explica que los cursillos ya han comenzado. “Se trata de planes de formación, en los que se trabaja en el despliegue, los movimientos de orden público y movimientos con vehículos, como maniobras para desencochar o para acordonar”.

Los cursillos serán para estudiar situaciones de orden público y deberán ser realizados con todos los pertrechos que se llevan a manifestaciones

Los despliegues recientes, como el aislamiento de la comarca del Segrià, en Lleida, no suponen un quebranto para estos planes de formación. “Se realizan ejercicios físicos y de tiro, por ejemplo, porque se ha detectado que falta formación, ya que debido al trabajo y los intensivos servicios durante los últimos años, la formación era lo único que se demoraba porque nunca había tiempo para hacerla. Ahora, por fin, se materializará”.

En previsión de un otoño caliente

El director de los Mossos, Eduard Sallent, había anunciado hace poco, tras presentar una auditoría sobre el cuerpo, que tanto la Brimo como los ARRO (ambos grupos se dedican casi exclusivamente al control de las manifestaciones) deberán “cooperar e interactuar en el nuevo modelo de seguridad”, ya que hasta el momento eran grupos casi excluyentes: donde acudía uno no iba el otro. En el futuro, se espera poder compartimentar los efectivos para tener siempre mayor disponibilidad de los mismos y repartirse por diferentes escenarios ante las tácticas de comandos de manifestantes que traten de hacer solo acciones sorpresa para desconcertar a las fuerzas de seguridad.

placeholder El comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent. (EFE)
El comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent. (EFE)

Sin embargo, tras la sorprendente decisión de programar los cursillos en pleno verano se encuentra también la necesidad de entrenar a los 'mossos' ante un previsible otoño caliente. La movilización de los extremistas radicales (apoyados por algunos partidos e incluso alentados desde instancias oficiales de la Administración catalana) comenzará en septiembre, cuando se conozca la inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, por haber desobedecido al Tribunal Constitucional. Su inhabilitación se da por hecha, sencillamente porque él mismo reconoció explícitamente en el juicio que había desobedecido a la Justicia.

Desde esa fecha hasta la celebración de elecciones, que se esperan para finales de octubre o principios de noviembre, habrá “una movilización alta y continua, pero sin demasiadas acciones violentas”, según manifestaron fuentes solventes a El Confidencial. Otra cosa es pasados los comicios: se espera que haya un rebrote de acciones de mayor intensidad y contundencia para iniciar una nueva etapa del ‘procés’. En esa estrategia, tienen mucho que ver, aseguran las fuentes, los intereses partidistas y particulares de un núcleo duro que se ha enquistado en torno a Carles Puigdemont.

Las fuentes consultadas por este diario explican que los cursos de verano programados este año tienen dos vertientes: por un lado, la política, derivada de la nueva estrategia del modelo de seguridad. Por otro, la vertiente práctica, “que tiene su punto álgido en octubre, no ya solo por las movilizaciones políticas en las calles, sino incluso por las movilizaciones sociales consecuencia de la crisis económica, que nadie sabe cómo serán”. Con los planes de formación diseñados, la situación puede ser más controlable.

Los 'mossos' tendrán trabajo extra este verano. La cúpula de la Consejería de Interior de la Generalitat de Cataluña ha previsto cursillos especiales de las unidades de la Brigada Móvil (Brimo, es decir, los antidisturbios) y las áreas regionales de recursos operativos (ARRO) sobre orden público. No es extraño que se realicen estos cursillos, aunque nunca hasta ahora se habían llevado a cabo en plena canícula. “Tenían que haberse hecho antes, pero por la pandemia se retrasaron”, dice una fuente. Otras veces, en situaciones de mucho trabajo, los cursos se suspendieron, pero este año es diferente: hay que tener a los agentes en plena forma, porque se espera un otoño caliente en las calles de Cataluña.

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