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La política da una segunda oportunidad a García Albiol con la alcaldía de Badalona
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La oposición se derrumba

La política da una segunda oportunidad a García Albiol con la alcaldía de Badalona

Xavier García Albiol ni siquiera apoyó a Pablo Casado en las primarias del PP: su respaldo fue a Dolores de Cospedal. Ahora retoma su carrera con tres años de alcaldía por delante

Foto: El líder del PP de Badalona, Xavier García Albiol, besa la vara de alcalde después de recuperar la alcaldía. (EFE)
El líder del PP de Badalona, Xavier García Albiol, besa la vara de alcalde después de recuperar la alcaldía. (EFE)

La política no suele dar segundas oportunidades, pero ahí está Xavier García Albiol. En 2018 dimitía como presidente del PP en Cataluña, dejaba su acta de diputado y se volcaba en la política municipal, volviendo a su ciudad, Badalona. Hoy se ha convertido en alcalde de la tercera ciudad de Cataluña, mientras que se hundía un supuesto frente de izquierdas que ni era frente ni era del todo de izquierdas. Ahora no tiene de asesor a Iván Redondo, como en su primera victoria. Pero su regreso tiene ese punto de épica que le encanta al actual cerebro gris de Moncloa: nadie daba un duro por él y ahí está. García Albiol ha vuelto.

Xavier García Albiol, que ni siquiera apoyó a Pablo Casado en las primarias del PP: su respaldo fue a Dolores de Cospedal. Que tampoco asumió el liderazgo en Cataluña del partido en octubre de 2017, ya que ese honor recayó en el entonces delegado del Gobierno, Enric Millo. García Albiol no escribió un libro sobre la independencia, solo se han escrito unos 700. García Albiol volvió a su ciudad y se dedicó a hacer lo que siempre se le ha dado bien: ganar elecciones en Badalona. Lo hizo en 2011. Volvió a ganar en 2015, cuando un pacto anti-Albiol dejó el bastón de mando en manos de Dolors Sabater, una alcaldesa cercana a la CUP. Volvió a ganar en 2019, obteniendo 11 diputados. Pero el PSC supo explotar el rechazo que genera García Albiol en el resto de fuerzas y forzó un acuerdo que le otorgó la alcaldía a Álex Pastor.

Foto: Xavier García Albiol. (EFE)

García Albiol estaba muerto políticamente. Le esperaban cuatro años de concejal en la oposición en una ciudad del área metropolitana. La mediocridad convertida en carrera política. Hasta que llegó el coronavirus y lo puso todo patas arriba. De repente, Àlex Pastor hizo el típico 'no iba a salir y me lie' y tuvo que presentar su dimisión por saltarse el confinamiento. Se abría una crisis de gobierno en la tercera ciudad más grande de Cataluña. Rápidamente se activaron todos los frentes anti-Albiol de la ciudad. Pero sus mismas dinámicas destructivas acabaron haciendo justo lo que no querían: entregarle la alcaldía a García Albiol.

Fuentes del Ayuntamiento de Badalona apuntan que había una solución fácil para todas las fuerzas, mantener a la sucesora de Àlex Pastor, Aïda Llauradó. Llauradó llegó a alcaldesa accidental tras la caída de Pastor. Pero representaba a Badalona en Comú, una escisión de Podemos en Badalona Guanyem, que encabeza Dolors Sabater y que está controlada por la CUP. Había demasiadas heridas abiertas, entre otras, la moción de censura que en 2018 desplazó a Sabater de la alcaldía para dársela a los socialistas. En su momento pareció un mala jugada que García Albiol entregase Badalona al PSC a cambio de nada. Pero en la práctica ha demostrado que sirvió para destrozar el frente contra su persona, que no ha podido aguantar un nuevo embate y ha caído por su propio peso. Ahora, García Albiol tiene tres años por delante como alcalde. Y será el político del PP más importante de Cataluña.

García Albiol recupera entre lágrimas la alcaldía de Badalona

Errores de sus contrarios

placeholder Pinche para leer el documento del acuerdo.
Pinche para leer el documento del acuerdo.

Pero García Albiol no solo ha vuelto a la alcaldía por su tenacidad. También por los errores de sus contrarios. No había programa ni coherencia. Según consta en el documento del acuerdo entre cinco fuerzas que Dolors Sabaté se negó a firmar, con lo que entregó la alcaldía de una ciudad de casi 220.000 habitantes a los populares, el primer punto del acuerdo señalaba “conformar un Gobierno sólido, de izquierdas y progresista que cuenta con la mayoría del pleno de Badalona”. Que este Gobierno “de izquierdas y progresista” estuviese integrado por JxCAT solo quería decir que lo único que tenían en común era un cosa: frenar a García Albiol.

Sin embargo, no fue JxCAT la que hizo fracasar el proyecto precipitado, que solo se presentó 24 horas antes del límite marcado por la ley. Antes del pleno, el propio García Albiol pensaba que iba a perder, según reconoció el mismo: “pensaba que iba a salir como jefe de la oposición”, aseguró ya nombrado alcalde. Pero no contaba con que Dolor Sabater creyese que ese era el mejor momento para pasarle viejas facturas al PSC, para cobrarse la moción de censura.

El PSC le ofreció a Dolors Sabater ser alcaldesa durante 18 meses, pero ella pedía dos años para compensar la moción de censura que le hicieron

El PSC propuso 18 meses para Dolors Sabater y los 18 meses siguientes para Rubén Guijarro, el arquitecto en la sombra de la alcaldía de Pastor. Sabater no firmó, como muestra el documento. Sabater quería gobernar dos años para compensar los meses perdidos en la moción de censura de 2018. Los socialistas se negaron y así, en la ironía final, la CUP, que ya venía de hacer presidente del a Generalitat a Quim Torra, ahora ha convertido en alcalde a García Albiol.

Consuelo de los perdedores

Fuentes conocedoras de los entresijos municipales en Badalona, aseguran que en la oposición ahora se consuelan con que García Albiol tendrá que gestionar la crisis del coronavirus. Y está vez no contará con el apoyo aéreo de Madrid, donde no gobiernan los suyos. Esperan que se estrelle. A García Albiol le votan en los barrios populares de la ciudad, los que serán más castigados por la crisis económica que se avecina.

Foto: Sergi Sabrià y Marta Vilalta en una aimagen de archivo. (EFE)

Pero que no se confíen. García Albiol candidato pude parecer derecha dura. Pero García Albiol alcalde actúa más bien como un edil convergente de toda la vida. Nadie apoyó más al comercio del centro de Badalona que García Albiol. Y hasta sus más acérrimos enemigos reconocen que no se celebró un Sant Jordi decente en la ciudad hasta que llegó García Albiol. Mientras Dolors Sabater se centraba en apoyar el proceso de independencia, la especialidad de García Albiol es hacer políticas en favor de la ciudad. Y ahora ha vuelto.

La política no suele dar segundas oportunidades, pero ahí está Xavier García Albiol. En 2018 dimitía como presidente del PP en Cataluña, dejaba su acta de diputado y se volcaba en la política municipal, volviendo a su ciudad, Badalona. Hoy se ha convertido en alcalde de la tercera ciudad de Cataluña, mientras que se hundía un supuesto frente de izquierdas que ni era frente ni era del todo de izquierdas. Ahora no tiene de asesor a Iván Redondo, como en su primera victoria. Pero su regreso tiene ese punto de épica que le encanta al actual cerebro gris de Moncloa: nadie daba un duro por él y ahí está. García Albiol ha vuelto.

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