La Generalitat suspende el Consejo de Salud Pública e indigna a la comunidad médica

La Conselleria de Salut ha suspendido la reunión que iba a celebrarse hoy del Consejo Asesor de Salud Pública, en medio de la crisis del coronavirus, que le ha costado a Cataluña más de 9.700 muertos. La decisión ha indignado a un grupo de médicos e intelectuales que han dirigido una “carta abierta” al presidente catalán, Quim Torra, y a la 'consellera' de Salut, Alba Vergés, para que reconsideren la situación. Hasta ahora, el presidente catalán siempre ha preferido que no haya un comité científico oficial que asesore a la Generalitat y ha optado por consejeros extraoficiales que actúan fuera del circuito oficial, no se responsabilizan de nada y en los que muchas veces la administración catalana se apoya para justificar decisiones pero sin mostrar ni documentos ni los estudios en los que se basa.

“Nos hemos enterado de la anulación de la reunión, que estaba prevista para la próxima semana, del Consejo Asesor en Salud Pública, máximo órgano asesor, definido en la vigente Ley de Salud Pública, y que este Consejo recoge las opiniones de los máximos expertos, externos a las administraciones de nuestro campo profesional”, lamentan este grupo de profesionales que añaden “pedimos que se reconsidere esta decisión y que, por tanto, se vuelva a convocar la reunión del Consejo Asesor”.

La Conselleria de Salut desmiente que se haya anulado. Asegura que solo “se ha aplazado y se hará la próxima semana”. Y añade que no la convoca la conselleria sino su presidente, del doctor Josep Vaqué, Jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Universitario de la Vall d'Hebron de Barcelona. “Desde principio de la epidemia el comité de enfermedades emergentes ya ha sido convocado cuatro veces y el Consejo Asesor de Salud Pública, una”, añaden. Sin embargo, nunca se ha explicado ni qué han decidido ni que han aconsejado y eso que El Confidencial se ha dirigido a ellos en este sentido en repetidas ocasiones en los últimos días.

En la carta este colectivo recuerda que “nuestro conocimiento como la experiencia profesional, son una herramienta fundamental para hacer frente con éxito a cualquier crisis o problema de salud pública. Es importante combinar adecuadamente y proporcionadamente las actuaciones y la correcta comunicación de las mismas, para evitar las especulaciones y los aspectos emocionales que, a menudo, tienen un efecto más perjudicial para la salud que las consecuencias directas del propio problema. Así pues, es del todo recomendable mantener una coherencia unitaria en su abordaje y dejar fuera la utilización política, generando estériles polémicas sobre elementos técnicos, como alguna vez, en nuestra opinión se ha producido durante la actual situación”.

Esta explosión de los especialistas en salud pública se ha producido dos meses después de que la pandemia se haya cebado en Cataluña. A día de hoy los contagios siguen creciendo por encima del 1% anual. La ratio de muertes por cada 1.000 habitantes es de los más altos de Europa y la Generalitat ante cada eventualidad echa la culpa a Madrid.

Los abajo firmantes

Entre los firmantes están Raimon Belenes, médico, gestor y consultor sanitario; Esteve Camprubí, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública; Catalina Chamorro, bióloga y profesional de Salud Pública al servicio de la Administración local; Josep Farrés, médico inspector de la Seguridad Social y diplomado en Epidemiología (Universidad de Lyon); Joan Gené, colaborador del Observatorio Europeo de Políticas y Servicios Sanitarios de la Organización Mundial de la Salud; Rafael Manzanera, doctor en Medicina y expresidente de Sespas (Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria); Josep Maria Sabaté, economista y exdirector del Servicio Catalán de la Salud; Emilia Sánchez, doctora en cirugía y máster en Salud Pública por la University of California, Los Ángeles; Eduard Spagnolo, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y epidemiólogo de Sanidad Nacional, y Joan Ramon Villalbí, médico (Universidad de Barcelona) y máster en Salud Pública por Yale.

En su misiva, recuerdan que “hasta ahora hemos mantenido un respetuoso silencio para ayudar a evitar la angustia y la confusión, que podrían producir los debates y discusiones, que creemos se deben restringir al ámbito profesional”. En un tono muy correcto la misiva acaba asegurando que “confiamos que ver en este escrito un sincero esfuerzo de colaboración que aporte una mejor actuación en el futuro”.