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Quim Torra intenta hacer de la crisis sanitaria una palanca hacia la independencia
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Emula ahora el 'paro de país' de 2017

Quim Torra intenta hacer de la crisis sanitaria una palanca hacia la independencia

Con la excusa de pedir medidas más drásticas y oponiéndose a lo que califica de "invasión de competencias", el 'president' quiere ser el líder de un autoconfinamiento catalán

Foto: El presidente de Cataluña, Quim Torra. (EFE)
El presidente de Cataluña, Quim Torra. (EFE)

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, está intentando que la crisis del coronavirus sea una palanca para conseguir la independencia de Cataluña. Mientras la gente sigue muriendo, la Generalitat parece más preocupada por que se reconozca “una frontera” o por la “invasión de competencias” que supone el estado de alarma que por la evolución de la enfermedad, que sigue avanzando implacable también en Cataluña: 903 casos confirmados, de los que 52 son graves. Ya han muerto 12 personas, cuatro de ellas en Igualada, que sigue confinada y cercada por los Mossos d’Esquadra. El Gobierno central lo está haciendo todo tarde y mal, según Torra. Y si no se han cerrado fronteras, como en Dinamarca, es culpa de España. Ergo, la culpa de los muertos catalanes es del Gobierno. En esa lógica política se ha instalado la Generalitat.

La última ocurrencia de Torra: convocar “un paro solidario de país”, según sus propias palabras. El presidente catalán ha pedido a la gente que se quede en casa, que no vaya a trabajar. La medida no ha sido pactada ni con CCOO, ni con UGT ni con ningún sindicato. No encaja con la política del Gobierno, que está intentando bajar el ritmo del país pero dañando el mínimo posible la economía, como pretende la ministra Nadia Calviño. Hoy se puede acudir al trabajo en aquellos casos en que no se pueda desempeñar las tareas laborales por teletrabajo. Eso en Cataluña, con un importante tejido industrial, es clave. Pero también un problema para el control de la enfermedad.

Foto: Los ministros Fernando Grande-Marlaska, Salvador Illa, Margarita Robles y José Luis Ábalos, este 15 de marzo en la Moncloa. (Pool Moncloa)

El cerco de Igualada ya ha parado las fábricas de Nissan, porque en la zona de Igualada estaba Trire, el fabricante de ruedas de Nissan. Cualquier decisión desencadena efectos económicos inesperados. Pero Torra quiere equiparar este paro, que no se sabe cuánto duraría por las propias características de la pandemia, al 'paro de país' que se llevó a cabo el 3 de octubre de 2017, tras la consulta celebrada el 1 de octubre. La clave política es afrontar la crisis del coronavirus evocando el intento de sedición de hace tres años. Como entonces, Torra espera que el tirón de la función pública sea clave. Ha decretado que todos los funcionarios de la Generalitat se queden en casa. Cobrando, eso sí. Las operaciones sin coste, a cargo del erario público, son la especialidad del independentismo. Mientras pide el 'paro ciudadano', Torra acata el decreto, pero a la chita callando.

Ayer, ERC se sumó a las tesis de Torra. A favor del paro total. Lo hizo el vicepresidente, Pere Aragonès, que ayer dio positivo por coronavirus y se encuentra en cuarentena, pero también otros 'consellers' republicanos. La opción se basa en un paquete de grandes medidas económicas que compense a las empresas por las pérdidas y a los autónomos por la caída de sus ingresos. Aragonès propone "una moratoria directa y general sobre cuotas de autónomos y Seguridad Social [en este caso, sobre todo por pymes], así como del IVA" y mecanismos de garantía pública de préstamos, algo que para hacerse de forma masiva necesitaría el apoyo del BCE. Aragonès y Torra piden un programa económico masivo que en este momento no tiene el apoyo de la UE y para el que España carece de capacidad.

Pensando en las elecciones

Torra piensa en las elecciones catalanas. Aragonès también. Pero en este momento y mientras sigue muriendo gente, resulta muy difícil saber cuándo podrán convocarse. Ahora esto ya no depende solo de los Presupuestos y cuándo se tramiten en el Parlament.

Torra y ERC se han centrado en criticar al Gobierno porque creen que eso les da votos entre sectores independentistas, pero las elecciones están lejos

“Tengo que lamentar que ante un reto tan colosal, en lugar de buscar la colaboración y el acuerdo, se haya optado por la imposición y la confiscación de competencias de Cataluña. Conste pues nuestro rechazo a este decreto, tal como se ha redactado. ¿Cómo puede ser que no se haya contado con nosotros para diseñar este nuevo dispositivo? ¿Cómo se pueden romper así las confianzas?”, se preguntaba Torra en su alegato. Mientras él pedía confianza al Gobierno central, la eurodiputada Clara Ponsatí se mofaba en Twitter de los más de 200 muertos en Madrid. La reacción fue tal que Ponsatí acabó borrando el tuit. Pero no pidió disculpas.

Culpar al Gobierno

Torra culpa al Gobierno de esta cifra de muertos en Madrid por no haber confinado la capital como él hizo con Igualada. Pero en Igualada los casos siguen creciendo y fuera de esta ciudad también. Para Torra, “las medidas que ha aprobado el Gobierno español ya hace días que se aplican en Cataluña. Pero hay que ir más lejos. Hay que ser más valientes y drásticos si queremos frenar la expansión exponencial. Ya no estamos en fase de contención, sino de mitigación. Ya no somos capaces de seguir las cadenas de transmisión (lo que llamamos la trazabilidad). Y ahora es necesario que no haya más contagios, ni más contactos. Todo el mundo tiene que quedarse en casa”.

Mientras, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se alinea del todo con el Gobierno central. Incluso ha trasladado a la Gaceta Municipal el decreto de estado de alarma que pone la Policía Municipal bajo el control del Ministerio del Interior. Colau respalda por completo al Ejecutivo. Torra está del todo en contra. Pero los criterios técnicos no parecen lo más relevante sino la situación política de cada uno.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, está intentando que la crisis del coronavirus sea una palanca para conseguir la independencia de Cataluña. Mientras la gente sigue muriendo, la Generalitat parece más preocupada por que se reconozca “una frontera” o por la “invasión de competencias” que supone el estado de alarma que por la evolución de la enfermedad, que sigue avanzando implacable también en Cataluña: 903 casos confirmados, de los que 52 son graves. Ya han muerto 12 personas, cuatro de ellas en Igualada, que sigue confinada y cercada por los Mossos d’Esquadra. El Gobierno central lo está haciendo todo tarde y mal, según Torra. Y si no se han cerrado fronteras, como en Dinamarca, es culpa de España. Ergo, la culpa de los muertos catalanes es del Gobierno. En esa lógica política se ha instalado la Generalitat.

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