Torra se apunta a la política de gestos con el coronavirus y el confinamiento de Cataluña
Con el pronunciamiento de ayer, Torra se pone en la senda del “procesismo”. Medidas que nunca se concretan en leyes o declaraciones de independencia suspendidas en segundos
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, rompió su línea de impecable actuación con la crisis sanitaria y ayer se apuntó a la política de gestos que ha marcado su mandato. Se plantó ante las cámaras poco antes de las 21.00 h. y anunció un confinamiento de toda Cataluña para limitar del contagio del coronavirus que no era tal. Los adjetivos ya hacían sospechar. Habló de “confinamiento solidario” y evitó justificaciones técnicas de la medida. Aunque los medios independentistas lo calificaron de “anuncio” y así lo parecía, de hecho no era tal. Lo único que respondía a la verdad es que la Generalitat había solicitado la medida al Gobierno español.
“Ha llegado la hora de tomar decisiones complicadas pero necesarias por lo que he pedido al Gobierno que pare las entradas y salidas del país a través de puertos , aeropuertos y transporte ferroviario”, anunció Torra justificando esta demanda porque "hay que anticipar una evolución demasiado rápida de la enfermedad en nuestro país”.
Torra estaba culpabilizando así al Gobierno español de la extensión de la enfermedad en Cataluña y como el Ejecutivo de Pedro Sánchez no le ha dado el visto bueno para cerrar fronteras ahora tiene pista libre para seguir responsabilizándolo cuando la enfermedad continúe extendiéndose por Cataluña.
Quim Torra ha querido dar a entender que la decisión de que las medidas de confinamiento que se tomaron ayer los municipios de la Cuenca de Òdena, con Igualada al frente, se extenderán "a toda Cataluña" ya que "se trata de restringir la movilidad de entradas y salidas en el país, creemos que hay que dar un paso adelante con un confinamiento solidario para autoprotegerse ya la vez proteger los de nuestros alrededores", explicó el presidente Torra.
Pero en la práctica no será así. Posteriormente el conseller de Interior, Miquel Buch reconoció que los Mossos mañana no cortarán carreteras y que, si bien tienen un plan para ello, están pendientes de que España les autorice. Por tanto, la declaración de Torra sólo tiene como objetivo generar un conflicto de competencias con el Gobierno de España y desviar la atención de lo que resultará clave las próximas semanas: el incremento de casos de coronavirus en Cataluña, que se prevé que crezca de manera exponencial. Si los contagios se disparan será culpa de Pedro Sánchez por no haber cerrado las fronteras o, mejor aún, de España y que Cataluña no disponga de la soberanía a la que aspira. Torra ha hecho un gesto y se trata de un gesto envenenado que rompe con la política de coordinarse con el resto de España en una cuestión tan grave como es el coronavirus.
Nada que ver
Lo que pasó ayer no tiene nada que ver con el cierre de accesos a Igualada del día antes. Lo segundo fue una decisión ejecutiva. Lo del confinamiento de Cataluña una pirueta en el vacío. Hoy cualquiera podrá entrar y salir de Cataluña sin ningún problema y la Generalitat no hará nada para imponerlo, mientras que si intentan saltarse la cuarentena impuesta en Igualada lo menos que te puede pasar es que caiga una multa de 3.000 euros, según explicó ayer Eduard Sallent, comisario jefe de los Mossos.
Con el pronunciamiento de ayer, Torra se pone en senda del “procesismo”. Medidas que luego nunca se concretan en leyes o declaraciones de independencia que se suspenden en ocho segundos. Sólo que en este caso está jugando con una pandemia mundial que en Cataluña ya le ha costado la vida a tres personas. De los más de 500 casos detectados en Cataluña hay ya 35 calificados de graves.
El confinamiento de Igualada no tiene nada que ver con el de Cataluña propuesto por Torra, sobre todo porque el segundo no responde a medidas reales
Al salir el viernes a las 21,00 h. Torra ha evitado que la oposición se pronuncie. En un tuit, el diputado de Cs en el Parlamento Europeo, Jordi Cañas, apuntó: “Ahhh!!!! Que solo cree. Que no puede. Vale. Lo de siempre. Bla, bla, bla...”.
Apoyos a Torra
Los apoyos a Torra vinieron de los sectores más radicales de JxCAT, como es el caso de la portavoz en el Congreso, Laura Borràs “quien aseguró en Twitter: “Todo el apoyo a Quim Torra y a la Generalitat por esta medida de confinamiento de toda Cataluña que demuestra que se ha escuchado el país, los especialistas, la lógica de prevenir antes de curar. Y gracias por el liderazgo de hacerlo. Una vez más, gracias a todos los servicios públicos”. Borràs no explica qué especialistas se han pronunciado en este sentido. En cambio la consellera de Salut, Alba Vergès optó por callar ante la iniciativa de Torra.
De hecho, no es que la Generalitat aplicase un cierre de accesos al Principado. Es que ni siquiera limitó los movimientos de los catalanes. Incluso, Buch, en TV3 acabó reconociendo que los pequeños comercios podrían seguir abiertos hoy. Por tanto, nada de nada. Sólo el gesto.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, rompió su línea de impecable actuación con la crisis sanitaria y ayer se apuntó a la política de gestos que ha marcado su mandato. Se plantó ante las cámaras poco antes de las 21.00 h. y anunció un confinamiento de toda Cataluña para limitar del contagio del coronavirus que no era tal. Los adjetivos ya hacían sospechar. Habló de “confinamiento solidario” y evitó justificaciones técnicas de la medida. Aunque los medios independentistas lo calificaron de “anuncio” y así lo parecía, de hecho no era tal. Lo único que respondía a la verdad es que la Generalitat había solicitado la medida al Gobierno español.