ERC negocia a cara de perro participar en el gran mitin de Puigdemont en Perpiñán
La tensión entre ERC y JxCAT se intentan disimular pero ya se ha cobrado su primera víctima con la dimisión de la presidenta del Consell per la República de la Catalunya Nord
ERC está inmersa en una ardua y dura negociación participar en el gran mitin de Carles Puigdemont en Perpiñán que tendrá lugar el próximo 29 de febrero, según explican fuentes de los organizadores. Los republicanos no quieren que a las puertas de unas nuevas elecciones su mensaje quede al margen de las más de 50.000 personas a las que ha convocado el Consell per la República. Pero Puigdemont por ahora se niega y los tres participantes confirmados son los tres eurodiputados de JxCAT: él mismo, Toni Comín y la recién incorporada Clara Ponsatí. Los republicanos quieren tener su espacio pero no hay manera pese a las presiones de Òmnium Cultural, organización que en este momento se encuentra más cercana a ERC que a la formación del 'expresident'.
ERC ha llegado a plantear que para mantener la coherencia de un acto desde el autodenominado exilio, sea Marta Rovira la que participe a través de una pantalla gigante. Pero Puigdemont y los suyos han propuesto a la secretaria de ERC que si quiere participar vaya al sur de Francia, región que ellos pueden pisar por gozar de la inmunidad del europarlamento, pero de la que no dispone Rovira. Hay que recordar que el 'exconseller' Lluís Puig ya ha dicho que no acudirá al acto por pesar sobre él, como sobre la propia Rovira, la euroorden del juez Pablo Llarena.
Esta tensión que tanto ERC como JxCAT intentan disimular ya se ha cobrado su primera víctima. Se trata de la dimisión de la presidenta del Consell per la República de la Catalunya Nord, con sede en Perpiñán. La periodista Julia Taurinyà, que ha durado en el cargo cuatro meses, ha abandonado incapaz de que el acto de este mes fuese mínimamente plural, según apuntan fuentes independentistas cercanas a esta delegación del Consell per la República. Taurinyà alegó formalmente motivos “ideológicos, relacionales, profesionales y de salud”, pero detrás de su marcha está en realidad su desacuerdo sobre cómo Waterloo estaba imponiendo su impronta al acto de Perpiñán.
Esta posición está incomodando sobre todo a Òmnium Cultural, que paga buena parte de los costes y de los autocares que trasladarán a miles de catalanes. Con todo la tensión sobre el acto es muy grande y ERC no renuncia a mantener algún tipo de presencia.
De todos o de algunos
Bajo este debate subyace la cuestión de si Puigdemont puede hacer lo que quiera con el Consell per la República pese a que participan en él diversos partidos políticos, entre ellos la CUP, Demòcrates o la propia ERC. Pero como el Consell no es un ente público sino dos asociaciones belgas de financiación privada y opaca, pues todo resulta difícil de aclarar.
El Consell per la República es un ente privado y no público y eso le deja expuesto a posibles instrumentalizaciones de los partidos políticos
Carles Puigdemont quiere organizar en Perpiñán un baño de masas que le legitime para controlar las listas de JxCAT cara a las nuevas elecciones catalanas, apuntan fuentes de esta formación. Una especie de proclamación popular.
Más donaciones
Carles Puigdemont ha recurrido a lo de siempre para el acto de Perpiñán: está solicitando donaciones al Consell per la República para llevar a cabo la celebración de este acto porque “va a suponer un gran despliegue de medios humanos y técnicos”, según consta en la página web de esta institución.
Mientras ERC y JxCAT mantienen su pulso, el que se ha asegurado participar es Artur Mas, que le hará de telonero a Carles Puigdemont. Pero de nuevo parecerá más un acto de partido que una ceremonia que aúne a todo el independentismo. Mientras, el Consell per la República en Perpiñán sobrevive con un presidente interino y la crisis suma más estupor al soberanismo catalán.
ERC está inmersa en una ardua y dura negociación participar en el gran mitin de Carles Puigdemont en Perpiñán que tendrá lugar el próximo 29 de febrero, según explican fuentes de los organizadores. Los republicanos no quieren que a las puertas de unas nuevas elecciones su mensaje quede al margen de las más de 50.000 personas a las que ha convocado el Consell per la República. Pero Puigdemont por ahora se niega y los tres participantes confirmados son los tres eurodiputados de JxCAT: él mismo, Toni Comín y la recién incorporada Clara Ponsatí. Los republicanos quieren tener su espacio pero no hay manera pese a las presiones de Òmnium Cultural, organización que en este momento se encuentra más cercana a ERC que a la formación del 'expresident'.