González Laya pide "juego limpio" a las 'embajadas' catalanas

Arancha González Laya, nueva ministra de Exteriores, hablando a solo 190 metros de la sede de la Generalitat de Cataluña en Bruselas, ha pedido “juego limpio” a las nuevas delegaciones catalanas que se abrirán en el extranjero, y ha asegurado que la reapertura de las mismas en México, Argentina y Túnez no se debe a un cambio de criterio por parte del Gobierno, sino a que la Generalitat ha cumplido ahora con una serie de procedimientos necesarios.

“La apertura de delegaciones de comunidades autónomas en el exterior necesitan de un informe previo preceptivo y no vinculante por parte del Gobierno de España”, ha explicado González Laya en una rueda de prensa celebrada después del Consejo de Exteriores, con la intención de “clarificar” la situación de las delegaciones en el exterior sobre las que cree “que hay confusión”.

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La ministra ha señalado que para abrir una delegación antes debe haber un informe “preceptivo y no vinculante” por parte del Gobierno de España en el que el Ministerio de Exteriores verifica “la adecuación de la acción de esas delegaciones a los fines y objetivos de la política exterior de España”, Hacienda comprueba la implicación financiera y Política Territorial verifica “la adecuación de esa delegación y su mandato con el orden competencial español”.

“La obligación es que haya un informe, no hay por parte de la administración española una autorización”, ha subrayado González Laya, que ha asegurado que la clausura de las delegaciones catalanas en México, Argentina y Túnez se debió a que se habían aprobado decretos de apertura “que no esperaban y no tenían primero el informe preceptivo” por lo que el Gobierno respondió “pidiendo que se respete la legalidad, que es esa: primero el informe y después la apertura”.

La ministra ha señalado que tras el recurso del Gobierno la Generalitat decidió retirar los tres decretos de apertura y envió los textos al ministerio, que devolvió sus comentarios en forma de informe, “lo que dio lugar a la adopción por parte de la Generalitat” de los decretos que han llevado a la apertura de estas delegaciones.

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“No ha habido cambios en la postura del Gobierno de España con respecto a este tema, pero lo que sí ha habido es un respeto a las normas en lo que respecta al procedimiento para la apertura de estas delegaciones”, ha insistido González Laya.

“También nos preocupa que se respete el espíritu de la norma: el juego limpio en las relaciones y en la proyección exterior que toda comunidad autónoma en España tiene derecho a tener”, ha asegurado la ministra de Exteriores, que ha defendido que el Gobierno tomará “las medidas necesarias” cuando no exista ese “juego limpio”.

Criterio Borrell

Preguntada sobre si mantiene las tesis de Josep Borrell, su antecesor en el cargo y ahora Alto Representante de la UE para Exteriores y Política de Seguridad, que aseguraba que estas embajadas eran una pieza clave en la internacionalización del 'procés', González Laya ha buscado evitar el conflicto y dar una opinión directa sobre el asunto.

Sobre la delegación catalana en Bruselas, donde celebra ruedas de prensa Carles Puigdemont, el expresidente de la Generalitat huido de la Justicia española, y que está dirigida por Meritxell Serret, huida también de la Justicia, la ministra se ha mostrado ambigua: ha señalado que lo importante es “qué se hace con la delegación”, pero a la vez ha dicho que si la misma desea “darle una habitación a Puigdemont” es algo que debe valorarlo la propia “embajada” catalana.