Quim Torra usa su discurso en el Parlament para avisar a ERC de que sigue la "represión"

Quim Torra usó su discurso ante el Parlament, reunido este sábado en sesión extraordinaria, para dos cosas: para solicitar el apoyo de la cámara catalana para seguir siendo presidente de la Generalitat una vez que ha sido inhabilitado por la JEC; pero también para advertir a ERC de sus tratos con Pedro Sánchez. "Si los partidos que quieren formar Gobierno en Madrid continúan tolerando y permitiendo la persecución política a través de los órganos del Estado, no sé cómo podremos confiar. "¿Se puede establecer un diálogo y a la vez inhabilitar el interlocutor?", se ha preguntado Torra de manera retórica.

TE PUEDE INTERESAR

Sin épica ni gloria: Torra, un 'president' breve que solo jugó al bloqueo político

Marcos Lamelas. Barcelona

En todo momento, Torra tuvo un ojo puesto en lo que pasaba en Madrid, en un discurso que en el colmo del delirio llegó a pedir en el Parlament, “que se convoque la Asamblea de Cargos Electos” para responder a su inhabilitación. Es decir, Torra se ha plantado ante el Parlament de verdad, para decirles que va a convocar al Parlament paralelo, donde solo hay representantes independentistas para que le defiendan.

Y hubo más mensajes velados a los de Oriol Junqueras acusándoles de cargarse la unidad de los soberanistas catalanas. “Quiero emplazar todos los actores del independentismo a participar de un espacio donde podemos debatir qué y cómo se puede negociar con el Gobierno de Madrid. Hay que actuar con unidad estratégica y no dejar abonar el terreno de la división". Torra queriendo meter la cabeza en la negociación con ERC. Pero, tal y como avanzaba, la investidura en Madrid quedaba claro que el presidente catalán, ahora inhabilitado llegaba tarde.

Torra con el apoyo de ERC y JxCAT ha presentado una propuesta de resolución del Parlament que califica la decisión de la JEC de “golpe de Estado” y que aboga por el derecho de la autodeterminación. Se espera que tras el pleno se votará esta propuesta de resolución, que no tendrá mayor traslado en la legalidad. Sin embargo, Torra sigue desafiando al Gobierno español y a la legalidad justo en el momento en que Pedro Sánchez está abogando por dialogar por Cataluña.

Quim Torra se ha presentado en todo momento como una víctima de la represión española: “No acepté ser 'president' para ocupar un espacio de poder, sino para ayudar a avanzar hacia la República. Quizá por eso he sido un objetivo en la diana de la represión y se me ha querido tumbar por tierra, mar y aire”.

Pidiendo respaldo

El resto de su discurso se ha centrado en deslegitimar la justicia española y en asegurar que el Parlament está por encima de los tribunales. “Se invoca el marco Constitucional para inhabilitarme a mí y dejar sin efecto las potestades de este Parlament. El marco constitucional es una jaula para los catalanes, para su capacidad de decisión”.

“No pido ninguna adhesión personal ni a mí, ni a mi presidencia ni a mi acción de gobierno. Hoy soy yo. Pero mañana puede ser cualquiera de vosotros. Esto es muy grave que pase en un Estado y si pasa sería muy grave que pasase en un Parlament como si no pasase nada”, ha lamentado Torra.

Carga contra los tribunales

Torra ha clamado: “¡Ya basta de tribunal y de juntas que quieren hacer política. Quieren conseguir en los juzgados lo que no han podido conseguir con la palabra o con el voto! Una junta electoral escogida por sorteo pretende inhabilitarme. Si no les gusta el presidente, ganen a las urnas. No busquen atajos".

"Si el Parlament rechaza la resolución de la JEC seguiré siendo presidente de Cataluña y diputado. Si la acepta, no podré oponerme a su decisión. No tengo ningún interés personal de aferrarme a ninguna silla”, por lo tanto Quim Torra ha vinculado su continuidad al apoyo de los parlamentarios.