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Llega el Huracà Econòmic, la plataforma que quiere sabotear la economía española
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Tras el Tsunami Democràtic

Llega el Huracà Econòmic, la plataforma que quiere sabotear la economía española

La primera guía que editará será para cambiar de banco. Trasladando el tema político al plano económico, es simple: lo que les gustaría a los extremistas es un Banco de la República

Foto: Manifestación en contra de la visita del Rey a Barcelona. (EFE)
Manifestación en contra de la visita del Rey a Barcelona. (EFE)

El independentismo catalán prepara una nueva ofensiva contra España en el plano económico. Si en el plano político se puso en marcha la plataforma Tsunami Democràtic como herramienta meramente política y de movilización de activistas, ahora se avecina el Huracà Económic, que pretende ser el instrumento que haga daño a las finanzas españolas. La máxima de que la economía es la base del sistema es interpretada al pie de la letra por los extremistas, que estudian fórmulas de evasión o insumisión fiscal. Es otro episodio en la inacabable batalla que algunos círculos ultraindependentistas libran contra el Estado. Para ello, disponen de poco más de medio año para reunir un millón de euros con el fin de crear la primera estructura de lo que sería el embrión de una “Administración de la República catalana virtual”.

Trasladando el tema político al plano económico, el paralelismo es simple. Lo que les gustaría a los extremistas es un Banco de la República. “Pero una cosa es el marco legal actual dentro de España y otra cosa es una República desobediente. No se puede estar en las dos posiciones desde la misma institución, como demuestran la actual Generalitat y el Consell per la República en el plano político”, destaca el organizador de la plataforma de Huracà.

Advierte, que sus principales ámbitos de actuación serán "las finanzas y los impuestos", intentando "crear una institucionalidad paralela"

Huracà se ha puesto en marcha “como movimiento popular que promueve la desobediencia económica hacia el Estado español y las corporaciones vinculadas a su régimen”, dice un escrito de esta plataforma. Advierte, asimismo, que sus principales ámbitos de actuación serán “las finanzas y los impuestos”, intentando “crear una institucionalidad paralela, en principio de ámbito local, que pueda recibir tasas desobedientes y gestionarlas para el bien común público”. Asegura que, si consigue detraer el 5 o el 10% del dinero de la ciudadanía catalana “fuera de los muros del poder estatal, el impacto para la economía española podría generar preocupación incluso en Europa. Para conseguirlo, en función de las circunstancias y situaciones personales, sugerimos dos ejes: el eje de la desconexión y el eje ético”.

De momento, apuntan los organizadores, el próximo paso es trabajar en el lanzamiento público de Huracà, en su web, la difusión en la prensa y la guía para la primera acción”. De ahí que se hayan creado ya dos grupos de trabajo: uno es el relacionado con guías y contenidos. Su cometido es “elaborar las guías para que todos puedan actuar en los ámbitos económicos que ya hemos ido comentando. Investigación y encontrar colaboración de expertos, además de contribuir al contenido de la web. El primer paso es una primera guía de lanzamiento vinculada a cambiar de banco, que es lo que más hemos debatido hasta ahora”. Luego, se explicaría “cómo darse de alta cooperativas existentes al mismo tiempo de las opciones de banca virtual fuera de España. De todas maneras, esto se puede complementar con formas locales de cajas de solidaridad, insumisión, etcétera”. Y, además, con la estrategia de boicot a empresas y productos españoles bajo la excusa de fomentar el “consumo de proximidad”.

placeholder Mossos d'Esquadra controlan a los simpatizantes independentistas que entraron en la T1 de El Prat. (EFE)
Mossos d'Esquadra controlan a los simpatizantes independentistas que entraron en la T1 de El Prat. (EFE)

Todo ello estaría comprendido en una hoja de ruta con tres fases principales: la primera, “preparar cuentas bancarias” fuera de España; la segunda, “comenzar insumisiones fiscales”; y la tercera, “preparar instituciones locales receptoras de la insumisión fiscal”.

El segundo grupo es el de comunicación y extensión. Se trata de crear y actualizar la web, gestionar los perfiles de las redes sociales, contacto con personas, colectivos y entidades con los que sea importante hacer red.

Buscando un millón de euros

Además, se tomarán medidas excepcionales para evitar interferencias e infiltraciones. “Para poder generar un entorno de colaboración segura por los participantes, al mismo tiempo que mantener la apertura a personas que no conocemos, hemos establecido el siguiente mecanismo para entrar: por invitación o referencias de alguien que ya esté en el grupo; o presentando mensaje privado al facilitador del grupo en el que quieres colaborar. Será preciso alguna referencia en la red si no tenemos ninguna referencia común”.

Foto: Imagen de lecreusois en Pixabay.

Subrayan los organizadores que “hay un proyecto de banco ético cooperativo europeo en Lituania con el plan de comenzar en 2020 y que se plantea como cinco cooperativas fundadoras. Me han confirmado que verían con muy buenos ojos que una iniciativa como la nuestra, autoorganizada por el pueblo catalán, estuviese entre los fundadores y que el banco albergase estructuras de soberanía económica que necesitamos”.

La misma fuente explica también que para ser cofundadores del proyecto lituano “necesitaríamos por nuestro lado contribuir con capital de un millón de euros, 400.000 de los cuales habrían de estar disponibles hacia el verano del 2020”. La operación está liderada por “la cooperativa ética de Croacia, que hace cinco años que negocian licencia allí y no la han obtenido por la corrupción de los dirigentes, que lo han impedido”. Por ello, se ha tenido que articular el proyecto en Lituania. Y termina señalando que “una iniciativa bancaria de varios países tiene la ventaja de que es mucho más difícil de atacar por España que una que fuese solamente catalana”.

Afirman sus promotores, además, que los que participan del proyecto lituano son conocidos. “Nos conocemos. Nos encontramos cada año en el encuentro europeo de la Federación Febea de banca ética. Además, hay socios que están en el grupo que pueden ayudar a hacer de enlace también”.

Para recaudar fondos, ha habido contactos con varios proyectos, como con la Caixa Catalana, una cooperativa que acaba de sufrir una importante crisis interna por desavenencias entre socios, así como con una cooperativa de servicios financieros. Otro de los activistas advertía hace unos días: “Supongo que estáis sobre el tema de los empresarios ‘indepes’ @einespaiscambra y la Cámara de Comercio de Barcelona, con Joan Canadell de presidente. Puede ser muy receptivo a la propuesta del Huracà”.

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Fachada de la Cámara de Comercio de Barcelona.

En algunos sectores ya se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de contribuir al nuevo ‘juguete indepe’ con 50.000 euros por cabeza que, subrayan, es la cantidad límite para mover en el extranjero sin necesidad de informar a la Hacienda española. Los más radicales proponen pensar y incluso “en alguna clase de Seguridad Social” para constituir toda una realidad paralela a la legalidad actual, aunque eso no deja de ser un espejismo. Sin embargo, sí se estudia la posibilidad de que los ‘empresarios amigos’ puedan crear “una rama de su empresa en otro país, desde la que pague los salarios”.

Cuentas en bancos virtuales

El asunto está en mantillas. De momento, se está creando una estructura para poner en marcha el mecanismo. “El plan para divulgarlo es a través de guías que vayan saliendo por capítulos y que se puedan imprimir de forma sencilla”, alertan sus promotores. Y lo primero será buscar alternativas a los bancos. “Ya llegará el tiempo de las guías de insumisión fiscal”, alertan. Así, mientras proponen estudiar la iniciativa de sacar el dinero de los bancos tradicionales (incluso ni siquiera se fían de las cajas pequeñas catalanas, que sí están alineadas con el independentismo), comienzan a apuntar hacia la apertura de cuentas corrientes individuales o colectivas en bancos virtuales. “Podemos crear un Revolut propio, con ‘cripto’ propia. Hacer que todos se lo descarguen y hacer un ‘Air drop’ no sería muy difícil, ¿no?”, apuntaba hace unos días un activista.

El organizador de Huracà, en cambio, ve muy positivo que la mayoría de las plataformas citadas tiene su sede en Gran Bretaña

La plataforma Revolut, no obstante, no tiene ni siquiera una ficha bancaria, aunque sus promotores afirman que “cada mes, 600.000 personas abren una cuenta Revolut para gastar y gestionar su dinero”. Se trata de operar con bancos que escapen al control del Banco de España. “Cualquier banco registrado en España no se puede considerar catalán fuera del control español. Si queréis que la cobertura de vuestros depósitos sea segura en caso de ruptura, tenéis que ir a bancos internacionales donde el Consorcio es de terceros países, como ING en Holanda, Deutche Bank en Alemania, Revolut, IN2, etcétera. Así también vaciaréis el consorcio español de los porcentajes que los bancos registrados en España están obligados a depositar por cuenta”, aportó una activista consultora. Además, se han puesto sobre la mesa otras alternativas, como utilizar otras plataformas para mover el dinero ‘hermanas’ de Revolut, como Bunq, Monese, Transferwise, Ferratum o Wirex. Incluso la banca ética Fiare, aunque su desventaja es que es española.

“Si hacen el Brexit, Inglaterra es una buena opción., pero no sabemos cuánto tiempo se alargará. Será preciso estudiar bien los bancos ingleses”, apuntaba un activista. El organizador de Huracà, en cambio, ve muy positivo que la mayoría de las plataformas citadas tiene su sede en Gran Bretaña, por lo que será más difícil que España puede requerirles información o embargar cuentas. Alertan, no obstante, de la utilización que se pueda hacer de las cuentas. “El problema es que si consideran que la cuenta puede ser utilizada para un delito como podría ser el de organización criminal, lo tendrían fácil”, alertaban.

Foto: El Canal Olímpic de Cataluña.

Paralelamente, los impulsores de Huracà planean presionar a Ayuntamientos independentistas y a la Generalitat para que cambien de proveedores. “El Tribunal Constitucional no puede encarcelar a nadie por cambiar de banco o de compañía de luz o de teléfono”, subrayan los ‘indepes’. La intención es contratar sólo proveedores que apoyen la independencia.

Otra de las propuestas es realizar donaciones a entidades catalanas (independentistas, por supuesto). Según los promotores, la deducción española por los primeros 150 euros es del 75% y el 25% es deducción catalana. Además, con ello, enfatizan, “impulsamos la investigación científica, tecnológica y biomédica en Cataluña; apoyamos los centros de investigación participados por la Generalitat; creamos puestos de trabajo de alta calificación; retenemos talento y capital humano; desarrollamos sectores estratégicos propios de alto valor añadido; y el Estado español deja de ingresar hasta el 75% del importe donado. Y a nosotros, no nos cuesta ni cinco. Que tus impuestos se queden aquí. Métele un gol al Estado español”.

El independentismo catalán prepara una nueva ofensiva contra España en el plano económico. Si en el plano político se puso en marcha la plataforma Tsunami Democràtic como herramienta meramente política y de movilización de activistas, ahora se avecina el Huracà Económic, que pretende ser el instrumento que haga daño a las finanzas españolas. La máxima de que la economía es la base del sistema es interpretada al pie de la letra por los extremistas, que estudian fórmulas de evasión o insumisión fiscal. Es otro episodio en la inacabable batalla que algunos círculos ultraindependentistas libran contra el Estado. Para ello, disponen de poco más de medio año para reunir un millón de euros con el fin de crear la primera estructura de lo que sería el embrión de una “Administración de la República catalana virtual”.

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