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JxCAT y ERC aplazan la decisión sobre el caso de los CDR hasta después de las elecciones
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Torra niega la vinculación

JxCAT y ERC aplazan la decisión sobre el caso de los CDR hasta después de las elecciones

Las vinculaciones de Quim Torra y Carles Puigdemont con este grupúsculo acusado de terrorismo tendrán menos importancia que las generales y su resultado en clave catalana

Foto: El presidente de la Generalitat, Quim Torra, comparece ante el pleno del Parlament. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, comparece ante el pleno del Parlament. (EFE)

JxCAT y ERC han acordado aplazar cualquier decisión vinculada al caso de los CDR hasta después de las elecciones del 10-N, pero en el clima general de la política catalana es previsible que las aún por demostrar vinculaciones de Quim Torra y Carles Puigdemont con este grupúsculo acusado de terrorismo tengan menos importancia que las mismas elecciones en sí, según apuntan fuentes cercanas al PDeCAT. Es decir, si el Govern de la Generalitat se rompe, será más en función del resultado de las urnas que por la causa que se instruye en la Audiencia Nacional.

El caso de los CDR, que aseguran que Torra estaba al tanto de sus planes, que incluían asaltar el Parlament y encerrarse en la Cámara catalana junto con el 'president' durante seis días para declarar la independencia, tendrá consecuencias políticas escasas en Cataluña, pese que los comunes ya han pedido que Torra comparezca en el Parlament. Sin embargo, podría utilizarse como excusa para romper el Govern con determinados resultados en los comicios de las generales.

Los CDR argumentan que solo estaban experimentando para tratar de evitar la acusación de terrorismo

¿Qué resultados podrían llevar a la ruptura? Una combinación como la siguiente: excelentes resultados de ERC —con 17 diputados, por ejemploñ, penosos para JxCAT —bajar a solo cuatro escaños—, junto con una irrupción sin precedentes de la CUP con otros cuatro diputados. Una variante de este estilo respaldaría a los de Oriol Junqueras para romper el Govern y forzar a Torra a convocar elecciones. En esta situación, se podría añadir que, además, pesan sobre el 'president' determinadas sospechas de vínculos poco claros, pero su influencia sería marginal. Lo importante serían las urnas.

Y este resultado es poco probable. Las encuestas dan a JxCAT como muy poco cinco diputados. Para la cabeza de lista, Laura Borràs, será malo, pero como mucho se saldará con la salida de la Generalitat de Miquel Buch. En reuniones internas, Borràs ha advertido de que la presencia de Buch al frente de Interior les distancia de la calle, según explican fuentes de su grupo parlamentario. Ella ya ha marcado al culpable de un cierto descalabro. Y mientras, Puigdemont se ha escondido en esta campaña, más centrado en evitar la euroorden de Bélgica que en los resultados de su formación.

Los CDR detenidos se coordinaron con otros movimientos para la toma del aeropuerto de El Prat

JxCAT prevé que los resultados serán malos, pero no tanto. Por eso, Borràs y Puigdemont ya han propuesto que se cree un único grupo parlamentario en Madrid, algo que enmascararía el fracaso de los herederos de CDC.

Resultados excepcionales

Sin embargo, eso no sería bastante para romper el Govern. Solo si ERC obtuviera unos resultados excepcionalmente buenos se justificaría, al avalar su estrategia de moderación, de la que justamente su cabeza de lista, Gabriel Rufián, se ha erigido como gran ejemplo. Y además, una moderación relativa: en un acto la pasada tarde, ERC calificó la detención de los CDR de “operación de Estado”. Y no se pueden olvidar las duras críticas que la formación ha lanzado contra los Mossos desde que se hizo pública la sentencia.

ERC lleva tiempo con un giro conservador en sus actuaciones, pero, en cambio, desde la campaña ha vuelto a radicalizar su discurso en lo verbal

Por tanto, ERC ha matizado sus actuaciones políticas pero no la retórica ante sus bases, que sigue siendo la misma, porque estas quieren seguir sintiendo que todo lo que pasó en octubre de 2017 ha tenido algún sentido, según reconocen algunos de sus dirigentes en privado.

El comunicado de Torra

La Generalitat, por su parte, emitió ayer un comunicado de seis líneas en el que negaba cualquier vinculación con los CDR. “El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, las desmiente y no les da ningún tipo de credibilidad. Asimismo, afirma no haber tenido ninguna relación con los detenidos”, asegura la nota del departamento de Presidencia. Algo curioso. Torra no habla por sí mismo, lo hace la institución en su nombre.

Pero, además, Torra parece más preocupado por los detenidos que por él mismo: “El presidente Quim Torra pide que se aclare en qué condiciones se han producido las declaraciones de los detenidos de este caso y exige que se preserve su derecho de defensa”. Todo extraño, teniendo en cuenta las numerosas pruebas que inculpan a los acusados, por mucho que los vínculos aflorados con Torra y Puigdemont sean por ahora solo indirectos. Como todo, en esta campaña electoral, basado en el oportunismo más obvio.

JxCAT y ERC han acordado aplazar cualquier decisión vinculada al caso de los CDR hasta después de las elecciones del 10-N, pero en el clima general de la política catalana es previsible que las aún por demostrar vinculaciones de Quim Torra y Carles Puigdemont con este grupúsculo acusado de terrorismo tengan menos importancia que las mismas elecciones en sí, según apuntan fuentes cercanas al PDeCAT. Es decir, si el Govern de la Generalitat se rompe, será más en función del resultado de las urnas que por la causa que se instruye en la Audiencia Nacional.

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