Torra sale del pleno más debilitado de lo que entró: ERC evita sumarse a su consulta

Quim Torra ha salido del pleno del Parlament más débil de lo que entró. ERC, por boca de su portavoz, Sergi Sebrià, se limitó a señalar que “habría que estudiar la propuesta del 'president”.

Es decir, el nuevo referéndum propuesto por Torra, una iniciativa cocinada en Waterloo que ha sonado muy marciana la misma semana de la sentencia del Tribunal Supremo, justo por lo mismo. Pero es que, además, ha perdido el apoyo de los comunes, que necesitaba para el Presupuesto. Y la CUP ha hecho lo mismo que ERC: no ha dejado claro si apoya o no el nuevo llamamiento a las urnas de Torra al margen del marco legal.

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Sebrià se limitó a apuntar que “hay que estudiar cómo encaja esta nueva propuesta del 'president' en las grandes mayorías de Cataluña, en esa mayoría del 80%”. Ni el socio de Govern respaldaba el plan de Torra, su particular 'ho tornarem a fer'. Ayer, tras la penosa declaración contra la violencia en las calles, dio la sensación de que Quim Torra estaba solo y que Cataluña se encaminaba hacia las elecciones. Hoy, la imagen es que Torra se encuentra no solo sino muy solo.

Torra se quejó en su réplica, dolido, a Jéssica Albiach: “Difícilmente podremos pactar el Presupuesto si mi discurso de hoy le parece delirante”. Al final, la realidad se iba abriendo paso hasta Quim Torra, el 'president' a tiempo parcial y CDR en horario completo. Albiach ya lo predijo en su intervención: “Me gustaría saber qué piensa su socio ERC de esta propuesta”.

La CUP y ERC le han dado largas. Y la CUP, al final, fue incluso más dura: “Su Govern improvisa y eso es lo que han hecho hoy”, ha lamentado Carles Riera, que ha dado el actual Ejecutivo como acabado. De nuevo, el fantasma de las elecciones.

Fuentes de ERC apuntan a que Torra no pactó ayer el discurso que se ha hecho hoy en la Cámara catalana. No pueden rechazarlo de plano la semana que se ha condenado a Oriol Junqueras a 13 años. Pero nadie de ERC se va a jugar no ya la cárcel sino hasta una inhabilitación. El precio pagado por los republicanos ha sido muy alto y el partido no quiere un detenido más.

Nadie de ERC se va a jugar no la cárcel sino hasta una inhabilitación. El precio pagado por los republicanos ha sido muy alto

Pero, además, Lorena Roldán (Cs) le ha exigido que responda a las nuevas revelaciones del sumario de los CDR en la Audiencia Nacional, donde hoy se ha sabido que Torra había estado en contacto con personas vinculadas a los detenidos acusados de preparar explosivos. Ciudadanos ha querido cambiar el orden del día para introducir esta cuestión, pero no lo ha conseguido. Torra no solo estaba siendo abandonado por sus socios naturales, también tiene encima a la policía judicial. Tanto Cs, como el PP y el PSC le pidieron a Torra que dimitiese.

Senda unilateral

Torra se abonó hoy a la senda unilateral. Tan unilateral que ni ERC le respalda. Sebrià apuntó a un camino más largo, más tortuoso, pero también más realista: llamó a forzar al Estado “a sentarse a hablar” y apuesta por la vía del “diálogo institucional”. JxCAT parece todavía anclado en los tiempos del 'tenim pressa', esos tiempos que Manuel Marchena ha dado por sentenciados.

Sergi Sebrià fue incendiario en su retórica, “ganaremos”; criticó a los Mossos de manera dura, muy firme en denunciar la sentencia que mantendrá a Junqueras hasta dentro de dos años, si aprovecha beneficios penitenciarios, entre rejas. Pero advirtió al 'president' Torra: “No es el momento de poner fechas”.

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Al hablar de la primavera de 2020, Torra vuelve a los 18 meses de Artur Mas, lo que ha llevado al independentismo a la actual descomposición. ERC insistió en que “hay que sentarse a hablar” y lamentó que no hubiese interlocutor en Madrid, nada que ver con el plan de Torra.

División total

Vista la división total, se entiende por qué se rebajó la respuesta institucional a la sentencia de un pleno monográfico a una comparecencia monda y lironda como la de hoy. La razón ahora aparece desnuda: no se hubieran puesto de acuerdo a la hora de votar las resoluciones. La soledad de Torra y la descomposición en fuga del soberanismo fueron la foto que quedó de la sesión parlamentaria.