El independentismo busca eco internacional con el colapso de los accesos a El Prat

El independentismo ha obtenido el oxígeno que esperaba gracias a la sentencia del procés. “Contra sentencia, reincidencia”, es el resultado de una jornada donde los soberanistas han vuelto a encontrarse con la calle y el estrés. La sentencia ha sido el revulsivo que ha obrado el milagro. La gente acudió ciegamente al llamamiento de ocupar el aeropuerto de El Prat: la única verdad de una jornada en la que se mezclaron imágenes de auténtico vodevil. El gran éxito del independentismo fue que, queriendo copiar a las protestas de Hong Kong, no lograron paralizar los mostradores de El Prat, pero sí bloquear los accesos.También intentaron impedir el cambio de turno de los controladores para bloquear el aeropuerto.

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J. M. Olmo

Desde hace meses, los principales partidos y organizaciones soberanistas de Cataluña estudian los métodos y estrategias de Hong Kong y quieren imitar a los activistas antichinos en todo. Eso fue lo que hicieron este lunes y su éxito fue parcial. En el baremo independentista, un éxito total: la cancelación de más de un centenar de vuelos implica que la protesta tiene eco internacional, aunque sea mínimo. El objetivo era que se hablase de las movilizaciones y en eso el independentismo tiene una maquinaria de movilización y de información impecable. Un cartel distribuido a media tarde lo decía todo: “Que no salga ningún vuelo. Colapsemos El Prat”. Éxito total, informativamente hablando. Dejaron una vía libre. A las 7 de la tarde, las plataformas radicales difundían “cómo tomar un avión desde Barcelona”: bus 46, línea R2 de Cercanías o L9 del Metro.

El núcleo duro del independentismo quería mambo y lo ha encontrado. “Compañeros, en el aeropuerto del Prat,¡descansemos un momento, sentémonos en el suelo, hablemos, organicémonos. ¡Entremos!”, decía la activista Iris García, en un mensaje reenviado por Anonymous Catalonia. “No hagáis caso de los llamamientos a sentarse y quedarse quietos”, argüía Esteve Permanyer. Y luego, insistía: “Que alguien dé posiciones de la poli”. Los Mossos y la Policía Nacional comenzaron a media tarde a emplearse con porras contra los manifestantes que, en varios miles, ocupaban ya los accesos a la terminal de El Prat.

El Gobierno en funciones quería minimizar los efectos de la protesta y ofrecía datos de la situación a las 20 horas. "No se está produciendo un colapso en los servicios. Incluso en El Prat, donde se registra la situación más delicada, donde el 13% de los vuelos se han visto afectados hasta ahora". Se han cancelado 108 vuelos por el momento, de los 1.066 programados para todo el día. "Se han operado 707 vuelos con normalidad. Hasta este momento, ha funcionado sin alteración el 87% de los vuelos previstos".

El Gobierno añade que "los accesos al aeropuerto por carretera y transporte público a la Terminal 1 están cerrados por los manifestantes, que se mantienen concentrados en el exterior de la Terminal 1. Solo un grupo muy reducido está dentro en la zona de facturación. Se han habilitado procedimientos para trasladar pasajeros de llegada de la T1 a la T2, para que puedan hacer uso del transporte público desde allí".

También confirmaba que "no se ha producido ningún acceso a zona restringida" y que "en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid - Barajas, por el momento, no hay afectación, ni problemas en los accesos". Por lo que se refiere a la situación de Renfe a las 18.49 horas de este lunes, el ave Barcelona-Madrid está "funcionando con normalidad", mientras que el ave Barcelona - Girona – Figueres ha tenido que ser suspendido por los daños causados por quema de objetos en la vía.

Desde primera hora de la tarde el independentismo ya tenía claro que la baza del aeropuerto es la única tabla de salvación que tenía. “La policía está completamente desbordada en el aeropuerto de El Prat, Más gente, mejor., hoy dormimos allí. Si aún no has salido de casa, trae comida, baterías y sacos de dormir. Comienza a llover”, rezaba un mensaje de la plataforma de avisos que tienen los activistas. Apenas pasaba de las 17.30 horas. Otro aviso, inmediatamente después, alertaba: “Da apoyo a los manifestantes. Aprovisiona. Todos son útiles”, era el lema de un cartel. El mensaje que le acompaña no se quedaba atrás: “Si vas al aeropuerto, ayuda a los manifestantes. Hoy nos quedamos a dormir”. En Girona, más de lo mismo: “Los CDR en la AP-7 de Girona tienen la intención de pasar la noche. Id a ayudar y llevad provisiones”. Claro que la concurrencia no eran los miles que ya estaban concentrados en El Prat.

Invadir las pistas y "colapsar Barajas"

Durante la tarde de este lunes, algunos activistas estudiaron incluso invadir las pistas del aeropuerto de El Prat desde la zona de la playa, según informaciones a las que ha tenido acceso El Confidencial. Pero del dicho al hecho va un trecho. Un activista acusaba que había tenido relaciones con movimientos similares en otros países, pero el que estaba “peor de la cabeza” es el de aquí.

En algunos sectores independentistas, por otra parte, se puso en cuestión la estrategia de cortar vías de comunicación en Cataluña. “Quizá sería mejor bloquear España y no tanto Cataluña. Me refiero a que Cataluña pudiese funcionar con normalidad y tratar de perjudicar a España. Cerrar todos los accesos de entrada y salida de España”, señalaba Cristina M.G. En algunos sectores se hablaba incluso de cortar la autopista que comunica con Francia a la altura de La Jonquera y la A2 a la entrada de Lleida. Algunos ‘ultras’ proponían comprar clavos triangulares para sembrar las calzadas y provocar pinchazos. Otros apostaban simplemente por cortar “los accesos de Cataluña con España”.

Incluso, Tsunami Democràtic alardeaba de una operación sorpresa: enviar 1.200 coches para colapsar Barajas. Aprovechaba las imágenes del atasco tradicional -y más con lluvia- en la A-2 en Madrid para dara las "gracias a Madrid" por sumarse al colapso. Tanto Aena como las cámaras de la DGT desmentían el bulo: los accesos a la T4 estaban completamente despejados y el atasco de los días de lluvia era el normal en las cercanías de la T1, T2 y T3.

Los más radicales quieren una lucha sin cuartel contra España. “Bonpreu no hace huelga, hace un cierre patronal, es decir, la dirección de la empresa ha decidido cerrar mañana para que sus trabajadores se adhieran al paro nacional de Cataluña. Los trabajadores de Bonpreu cobraremos igual. Aquí, Bonpreu ha demostrado que es una empresa catalana, digna y comprometida”, argumentaba Josep.

La maquinaria independentista se encuentra como pez en el agua en el entorno internacional. Carteles con el lema “España es un Estado fascista“, distribuidos en inglés y francés son la guinda de la jornada. Propaganda pura y dura. Un eslogan más para añadir una muesca a la culata del revólver ‘indepe’.