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Puigdemont arenga tras la sentencia del 'procés': "Toca reaccionar como nunca"
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"Es una barbaridad"

Puigdemont arenga tras la sentencia del 'procés': "Toca reaccionar como nunca"

El Tribunal Supremo ha condenado a 13 años de cárcel a Oriol Junqueras por sedición y malversación, mientras que impone 12 años a Joaquim Forn, Jordi Turll, Josep Rull, Raül Romeva y Dolors Bassa

Foto: Carles Puigdemont, en Bruselas. (EFE)
Carles Puigdemont, en Bruselas. (EFE)

El Tribunal Supremo ha dictado sentencia. Tras cuatro meses de deliberación, los siete magistrados han decidido de forma unánime descartar el delito de rebelión por el que acusaba la Fiscalía y condenar a 13 años de cárcel a Oriol Junqueras. La sentencia castiga también por sedición y malversación a los 'exconsellers' Jordi Turull, Raül Romeva y Dolors Bassa, a los que impone 12 años de cárcel. Un escalón por debajo quedan Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Cuixart, Jordi Sànchez y Carme Forcadell, a los que se condena por sedición, pero no por malversación: nueve años de cárcel para los Jordis, 10 años y medio para los dos 'exconsellers' y 11 años y medio para la expresidenta del Parlament. El listado lo cierran Santi Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó, a los que se condena por desobediencia, delito que no implica la pena de prisión.

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Las reacciones no se han hecho esperar, empezando por la del 'expresident' de la Generalitat Carles Puigdemont, quien califica el dictamen de "barbaridad". "Ahora más que nunca, a su lado y al de sus familias. Toca reaccionar, como nunca. Por el futuro de nuestros hijos e hijas, Por la democracia. Por Europa. Por Cataluña", arengaba desde su cuenta de Twitter. De manera más metafórica se ha expresado Quim Torra, que ha recordado una efeméride clave para el independentismo: "Tal día como hoy de 1940 se celebraba el Consejo de Guerra contra Lluís Companys. Acusado de adhesión a la rebelión militar, alegó que no se le juzgaba a él sino al Presidente de la Generalitat Cataluña. Condenado a muerte, sería fusilado al día siguiente".

"Si hubieran juzgado los hechos, nos habrían absuelto. Como han juzgado las ideas, nos han condenado. Condenándonos han condenado a 2,5 millones de catalanes que votaron el 1-O en uno de los ejercicios más extraordinarios de democracia que ha vivido Europa el siglo XXI. Nos mantendremos...pueblo", ha escrito en la misma red social el 'exconseller' de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Josep Rull, con quien coincide Forcadell, que ha denunciado públicamente la "injusticia" que, bajo su criterio, se ha cometido con los miembros del Govern. Asimismo, se ha manifestado desde la prisión Jordi Cuixart, que exige "amnistía, democracia y autodeterminación" como respuesta.

Por su parte, el Gobierno en funciones ha pedido respeto a la sentencia y ha aseugrado que se debe acatar, haciendo hincapié en que "no procede" hablar de indultos. Pocas horas antes de que se conociera el fallo, el Ejecutivo publicó un vídeo en el que defiende que España es un país con una democracia consolidada. Carmen Calvo, Josep Borrell, Grande Marlaska o Pedro Duque son algunos de los ministros que lo explican con sus propias palabras en diferentes idiomas: inglés, francés, alemán o ruso. "Los nacionalismos dividen a las sociedades", reflexiona por ejemplo la titular de Economía y Empresa, Nadia Calviño.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha mandado "un abrazo a los condenados y a sus familias" antes de comentar "una de las sentencias judiciales más importantes de nuestra historia reciente". "Discrepo absolutamente de ellos, pero en las ocasiones en las que les he visitado en la prisión y cuando he hablado con ellos he podido comprobar su calidad humana y la profunda moral de sus convicciones", ha destacado. Posteriormente, ha expresado su "rechazo" a los discursos que buscan criminalizar a los catalanes y catalanas que hoy se manifestarán pacíficamente en repudio de la sentencia condenatoria". Iglesias añade que con la sentencia del Supremo "culmina una etapa crucial de un camino que nunca" se debió recorrer: "el camino de la judicialización de un conflicto político que debió haberse gestionado siempre por cauces políticos".

En una línea favorable al diálogo se ha manifestado el FC Barcelona, que "como una de las entidades de referencia de Cataluña y de acuerdo a su trayectoria histórica" considera que "la cárcel no es la solución". "Por eso, ahora más que nunca, el club pide a todos los responsables políticos que lideren un proceso de diálogo y negociación para resolver este conflicto, que también debe permitir la liberación de los líderes cívicos y políticos condenados", ha expresado el club blaugrana a través de su cuenta de Twitter.

No hubo rebelión

En el 'procés' no hubo rebelión. La sala da por probada la existencia de violencia, pero asegura que no basta con la constatación de la misma para determinar que lo sucedido en Cataluña se corresponde con un delito de rebelión. Asegura también que no se puede determinar el tipo penal respondiendo con un monosílabo a la pregunta de si hubo o no violencia, ya que esto supondría incurrir en un reduccionismo analítico que el tribunal no puede suscribir.

Foto: Oriol junqueras, durante el juicio del 'procés' (EFE)

Para hablar de rebelión, tiene que darse una violencia instrumental, funcional, preordenada de forma directa, sin pasos intermedios a los fines que animan la acción de los rebeldes. Según los siete magistrados, la violencia que se dio en septiembre y octubre de 2017 buscó generar un escenario que hiciera más viable una ulterior negociación, pero en ningún caso se puede hablar de que los actos que se llevaron a cabo fueran suficientes para imponer de forma efectiva la independencia territorial y la derogación de la Constitución. En otras palabras: el tribunal considera que el pulso que mantuvo el Govern "era un señuelo".

El Tribunal Supremo ha dictado sentencia. Tras cuatro meses de deliberación, los siete magistrados han decidido de forma unánime descartar el delito de rebelión por el que acusaba la Fiscalía y condenar a 13 años de cárcel a Oriol Junqueras. La sentencia castiga también por sedición y malversación a los 'exconsellers' Jordi Turull, Raül Romeva y Dolors Bassa, a los que impone 12 años de cárcel. Un escalón por debajo quedan Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Cuixart, Jordi Sànchez y Carme Forcadell, a los que se condena por sedición, pero no por malversación: nueve años de cárcel para los Jordis, 10 años y medio para los dos 'exconsellers' y 11 años y medio para la expresidenta del Parlament. El listado lo cierran Santi Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó, a los que se condena por desobediencia, delito que no implica la pena de prisión.

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