División y dudas entre los independentistas sobre cómo celebrar la Diada de 2019

En algunos círculos independentistas existe una creciente preocupación respecto a la movilización del día 11 de septiembre, fecha de la Diada de Cataluña y jornada en la que, durante los últimos años, se han producido multitudinarias manifestaciones. A la Diada de 2019, en cambio, el independentismo llega muy dividido, con las entidades cívicas como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural recelando de los partidos políticos, con los partidos recelando de todos sus rivales y de las entidades cívicas y con plataformas de radicales llamando a romper la unidad de acción e incluso a boicotear la gran manifestación que prepara la ANC, en cuyo seno también comienzan a oírse voces críticas.

La situación es tensa. Aunque este diario ya adelantó que hay grupos que apuestan por sitiar el Parlamento catalán, las disidencias van tomando forma. Es más: la propuesta inicial de esta acción salió de algunos grupos críticos de la propia ANC, aunque en privado reconocen: “Si no somos muchos, tendrá poco eco”. Lo que trataban de hacer con ello era presionar a la cúpula de la entidad.

La ANC: "Quedarse en casa no es una alternativa. Solo llenando las calles demostraremos que somos la fuerza de este movimiento"

Pero, paralelamente, hay plataformas muy activas que propugnan no obedecer ni a partidos ni a entidades soberanistas porque las acusan de que no quieren la independencia, sino perpetuar su ‘momio’. Ante ello, el jueves pasado, la ANC clamaba por la unidad el 11-S. “Por la mañana, ven al espacio Eines de País para tomar conciencia, conocer y actuar desde la estrategia de la lucha ‘noviolenta’. Quedarse en casa no es una alternativa. Solo llenando las calles demostraremos que somos la fuerza de este movimiento”, decía una comunicación de la ANC a sus activistas.

Sólo un día antes, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, enviaba una carta abierta a las bases del independentismo. “Vivimos un momento de desconcierto en las bases del independentismo que hace difícil encontrar el camino a seguir y evitar que la frustración y la desunión se apoderen de aquellos que salimos el 1 de octubre de 2017 a votar sobre la independencia y a defender todos los votos”. Reconoce Paluzie que el soberanismo atraviesa en estos momentos una crisis cíclica, agravada “por una represión que no cesa y un camino desdibujado por delante”.

Asegura la presidenta de la ANC que hay una generación que “la ANC ya ha trabajado para estar preparada en el ámbito económico “para cuando vuelva a plantearse políticamente la independencia. Por un lado, con una campaña de ‘consumo estratégico’ [la que acaba de ser denunciada por los empresarios] (…) Por otra, con iniciativas como la de las Cámaras de Comercio, traslademos la mayoría social y política de este país a instituciones que son altavoces poderosos. Y fortalezcamos el sindicalismo nacional (…) Estas acciones se enmarcan dentro de la estrategia de la lucha ‘noviolenta’, un método de lucha contra formas de opresión (…) que tiene como objetivo debilitar los pilares de poder del adversario”.

Paluzie advierte que los partidos ‘indepes’ le trasladaron la realidad de que “no tenemos las condiciones para la unilateralidad. Pero no nos explican cuáles son estas condiciones y qué piensan hacer para conseguirlas (…) Con los pactos, hemos comprobado de una manera muy cruda el retorno al partidismo (…) llegando al extremo de ceder el liderazgo de algunos de estos espacios al PSC. Contra eso ya alzamos la voz la semana pasada movilizándonos por primera vez ante los partidos independentistas. Pero como ANC no romperemos el hilo, el pequeño hilo que todavía nos une con el espacio de los partidos, porque creemos que tenemos la responsabilidad de no incrementar la desunión”.

Discrepancias dentro de la ANC

En la propia ANC, sin embargo, hay un cierto sector descontento. La asamblea territorial de Vidreres, en Girona, aprobó un texto, que envió al Secretariado, en el que plantea lo que considera cambios necesarios para celebrar la Diada de Cataluña. “Este año, la Diada del 11 de septiembre no puede seguir la misma línea de las anteriores. La situación de emergencia del país está clara. El Estado español continúa con la escalada de represión que ya comenzó mucho antes del referéndum del 1 de octubre pero ahora a esta cuestión se le añade la que han provocado los partidos que en teoría eran favorables a la independencia de nuestro país como objetivo prioritario”.

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P. Bruni

La asamblea territorial se muestra muy crítica con algunos pactos tras las elecciones municipales y, especialmente, por lo que llama con los partidos del 155. La referencia es a los distintos acuerdos de gobierno en municipios a que han llegado tanto JxCAT como ERC o la CUP. “No es una situación que debamos tolerar y, además, es nuestra responsabilidad criticarla y exigir que la cambien”.

Ante ello, la territorial propone “que se cambien los lugares de concentración previstos [la intención es reunir a la mayor cantidad de gente posible en torno a la plaza de España de Barcelona] por concentraciones ante las sedes de PDeCAT (o JxCAT), ERC y la CUP, en Barcelona, en el Parlament y en el Palau de la Generalitat, redistribuyendo los tramos”. También quiere que a las concentraciones no vayan políticos. “Es preciso hacer llegar a todos los dirigentes que no están invitados”. Por último, reclaman que la manifestación “se haga sin música. No tenemos nada que celebrar y es importante que no se transmita una imagen festiva (…) Que la gente pueda ser espontánea para gritar y pedir lo que crea conveniente. Nos hace falta recuperar la calle, pero también la voz de los ciudadanos”.

Presiones a la ANC

Paralelamente a estas discrepancias, la plataforma Via Fora ya ha convocado oficialmente a rodear el Parlament el día 11 de septiembre. Esa acción “tiene como objetivo manifestar de forma pacífica y no violenta que no estamos de acuerdo con los pactos y la deriva de nuestros representantes políticos”. Se hace esta convocatoria en el Parlament porque es allí donde recae la soberanía del pueblo catalán”. Denuncia esta plataforma que las formaciones juegan a la “partitocracia y a volver al juego del autonomismo”. Y por eso, subrayan, “presionamos a la ANC para que cambie el modelo de manifestación festiva por manifestaciones reivindicativas”. Curiosamente, el comunicado de la plataforma acaba con una oda a al unidad: “Preserverancia, unidad y fuerza, solo así el pueblo podrá salvar al pueblo”.

Aunque hay determinados colectivos que están dispuestos a ocupar la cámara legislativa el 11 de septiembre (ese día hay jornada de puertas abiertas), esa propuesta no cuenta con muchos partidarios. En cambio, se está discutiendo si las plataformas que apoyan el rodeo del Parlament asisten antes a la gran manifestación de la ANC o si la boicotean y se dedican exclusivamente a paralizar Barcelona haciendo converger en la cámara legislativa varias ‘columnas’ de manifestantes que lleguen desde distintos puntos de la ciudad.

Una conocida activista publicaba también esta semana una carta abierta a la ANC en la que afirmaba que “pedir unidad a los partidos autodenominados independentistas es pedir el mar en un cesto”. Tras denunciar que los partidos ya han abandonado el objetivo de la independencia, solicitaba la activista : “Démosles la espalda (…) Potenciemos partidos nuevos. Y más que de partidos, que ya sabemos qué pie calzan, hablemos de sistemas nuevos de representación política. De democracia”.