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Tibias manifestaciones contra el Tribunal Supremo pese al apoyo de la Generalitat
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Al quedar el juicio visto para sentencia

Tibias manifestaciones contra el Tribunal Supremo pese al apoyo de la Generalitat

En términos políticos, el factor sentimental sigue alimentando al independentismo, pero va perdiendo vigor en la calle, no tanto en las urnas, tal y como se vio en las últimas europeas

Foto: Concentración en plaza Cataluña. (EFE)
Concentración en plaza Cataluña. (EFE)

La Generalitat llamó a los catalanes a manifestarse contra el Tribunal Supremo en plazas de todo el territorio catalán coincidiendo con que el juicio quedaba listo para sentencia. En la capital catalana fue en plaza Cataluña, donde no había ni mucha ni poca gente… Si hubiera sido un concierto, se hubiera podido hablar de 'media entrada'. Escasa asistencia teniendo en cuenta que TV3 conectó en directo para animar a la gente a sumarse. Formalmente convocaban la ANC y Òmnium, pero como siempre se trató de una coreografía ensayada. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, hizo una declaración institucional en la que se centró en desprestigiar la causa judicial antes de que se dicte el fallo, coincidiendo con las protestas.

En términos políticos, el factor sentimental sigue alimentando al independentismo, pero va perdiendo vigor en la calle, no tanto en las urnas, como se ha visto en las últimas europeas. Vive de la inercia de 2017, pero han pasado dos años y se nota. En otras capitales, el seguimiento fue similar. En total, hubo miles de personas, pero no llenos.

Torra, desde Madrid, se sintió cómodo en su papel de activista, con el que parece sentirse mucho más a gusto que en su rol institucional. Quim Torra calificó el juicio de “despropósito público” y ha definido al Supremo como “el tribunal de un Estado que hace mucho tiempo que perdió el respeto a la democracia, a la separación de poderes y los derechos fundamentales”.

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Para Torra, resulta evidente una “vulneración del derecho de defensa” y a partir de aquí el discurso se ha trufado de lugares comunes: el 1 de octubre ha sido definido al mismo tiempo como “el acto de desobediencia civil más importante que se ha hecho en Europa” y también un “mandato” que se ratificó, a su juicio, en las elecciones del 21-D, sí, esas en las que Cs fue el partido más votado de Cataluña.

Las manifestaciones reunieron a miles de personas. Además de en Barcelona, hubo concentraciones en Girona, Lleida y también en ciudades más pequeñas como Sabadell, Reus y en algunas ciudades de la Cataluña central como Vic, Manresa o Manlleu. Lo esperado, pero tampoco con gran intensidad. A las 21:00, por ejemplo, la gente ya estaba abandonando la protesta.

Las manifestaciones apenas duraron una hora. Pese a los emotivos alegatos finales de los encausados, la reacción popular ante el fin del juicio ha sido tibia.

Esperando la sentencia

Torra lleva días reuniéndose con los partidos y la ANC y Òmnium para pactar una “reacción de país” a la sentencia, anticipando que será injusta para los procesados. Pero no parece que tengan clara la réplica ahora que ni Torra ni Carles Puigdemont quieren adelantar elecciones. En su declaración, Quim Torra aseguró que “ante la vulneración de derechos, la persecución sistemática y la discriminación constante, la independencia de Cataluña es una causa justa”.

Sin embargo, el presidente de la Generalitat también se ha mostrado tocado por los alegatos finales de las defensas, que se centraron en asegurar que la DUI no iba en serio, que nunca se quiso llegar hasta el final. “Soy consciente de que, durante este tiempo, algunos ciudadanos hayan podido dudar de nuestra determinación. Sabed que mi compromiso ha sido y es trabajar desde el primer momento para que Cataluña se convierta en un Estado independiente. No nos podemos permitir desperdiciar el camino recorrido. Yo no lo permitiré. Ahora es la hora del país”, ha insistido un Torra encastillado en la retórica de “ni un paso atrás”. Pero en las calles de las ciudades catalanas, a las 21:00, ya todo el mundo estaba en casa.

La Generalitat llamó a los catalanes a manifestarse contra el Tribunal Supremo en plazas de todo el territorio catalán coincidiendo con que el juicio quedaba listo para sentencia. En la capital catalana fue en plaza Cataluña, donde no había ni mucha ni poca gente… Si hubiera sido un concierto, se hubiera podido hablar de 'media entrada'. Escasa asistencia teniendo en cuenta que TV3 conectó en directo para animar a la gente a sumarse. Formalmente convocaban la ANC y Òmnium, pero como siempre se trató de una coreografía ensayada. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, hizo una declaración institucional en la que se centró en desprestigiar la causa judicial antes de que se dicte el fallo, coincidiendo con las protestas.

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