Maragall pide a Colau retirar su candidatura para no "hipotecarse" al PSC y Valls

El candidato de ERC a la Alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, ha pedido este viernes a la alcaldesa en funciones y candidata de BComú, Ada Colau, retirar su candidatura a la investidura como alcaldesa para no "hipotecarse" al PSC y al líder de BCN Canvi-Cs, Manuel Valls, y le ha invitado a volver a las negociaciones para pactar un gobierno conjunto entre republicanos y 'comuns'.

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Agencias

Lo ha dicho en rueda de prensa tras reunirse con Colau y después de que la alcaldesa en funciones haya decidido presentarse a la investidura para liderar un gobierno a tres con ERC y PSC. Maragall ha insistido en que este tripartito es imposible, y ha criticado que mantener esta voluntad es "una cortina de humo" para ocultar su decisión de presentarse a la investidura.

Maragall, que ganó las elecciones, ha expuesto que la presentación de la candidatura por parte de Colau es "una demanda explícita de apoyo" de PSC y la candidatura de Manuel Valls junto con Ciudadanos, y ha indicado que no es posible el tripartito de BComú, PSC y ERC que propone la alcaldesa en funciones. En este contexto, ha emplazado a Colau a que deje de "engañar a la ciudadanía" con este "artificio retórico" del tripartito de izquierdas y le ha instado a decidir si quiere regresar a las conversaciones con Esquerra para "negociar" o, en cambio, opta por "competir" con los republicanos.

Asimismo, ha preguntado a Colau si aceptará estos votos: "¿Lo hará en la misma semana que se acaba el juicio de la vergüenza? ¿Es concebible que la alcaldesa de Barcelona esté al mismo tiempo negociando con los cómplices y los actores directos de esta vergüenza?". "El miércoles cuando acabe este juicio, la señora Colau, ¿con quién estará? ¿Con las víctimas o con los carceleros?", ha añadido.

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Maragall ha llamado a Colau a volver a sentarse con ERC para negociar un gobierno: "Entremos a fondo, hablemos de vivienda, de energía, de agua, de turismo, de economía, de desigualdades, hablemos de derechos y libertades, y de referéndum. De todo lo que no puede hablar con los otros compañeros de viaje", en referencia al PSC y a Valls. Ha subrayado que un gobierno entre ERC y BComú es "la mejor expresión de lo que quiere decir un gobierno progresista y republicano en la ciudad", y también de avanzar en el diálogo con el Estado.

El 'no' de Cs

Pese al apoyo de Valls, la portavoz de Cs en el Parlament, Lorena Roldán, ha rechazado un eventual apoyo de su partido a la investidura de Ada Colau como alcaldesa y solo contempla votar al candidato del PSC, Jaume Collboni, como "mal menor", para impedir que la alcaldía caiga en manos de "populistas o separatistas". Roldán ha avanzado así que su partido no apoyará la investidura de Colau, pese a que el alcaldable de Barcelona pel Canvi-Cs, Manuel Valls, que obtuvo seis escaños en las elecciones del 26-M, se ofreció a facilitar que Colau siga siendo la alcaldesa para impedir que el republicano Ernest Maragall ocupe su lugar.

La dirigente de Ciudadanos ha argumentado que su partido no permitirá que la capital catalana "caiga en manos de populistas" ni de independentistas y, así, ha señalado que el "único candidato que reúne unas condiciones mínimas" como "mal menor" es Collboni. "Si depende de nosotros poder impedir que haya un alcalde nacionalista o populista en la ciudad de Barcelona, nuestros concejales servirán para ello. Vamos a intentar todo lo que esté en nuestras manos", ha afirmado Roldán en referencia a la posición del grupo de Barcelona pel Canvi-Cs, que cuenta con tres concejales de la formación naranja y otros tres —contando a Valls— independientes.

En este sentido, y preguntada si ello podría implicar un voto diferenciado en el grupo de Barcelona pel Canvi-Cs, ha contestado: "Contamos con la candidatura entera, así lo hemos decidido" porque, ha insistido, "nuestra opción prioritaria" es dar apoyo a Collboni, un candidato que "no representa ni el populismo ni el separatismo". Roldán ha justificado el veto de su partido a Colau porque la alcaldesa ha sido la "muleta" y el "balón de oxígeno del separatismo" durante los cuatro años de su mandato.