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Indignación por el doble rasero de Torra tras la quema de un muñeco de Puigdemont
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más de 100 ataques a sedes socialistas

Indignación por el doble rasero de Torra tras la quema de un muñeco de Puigdemont

En plena campaña, el asunto del muñeco del 'expresident' fugado pretende ser utilizado por el independentismo para denunciar que España no les quiere

Foto: La sede central del PSC amaneció este lunes con pintadas amarillas. (EFE)
La sede central del PSC amaneció este lunes con pintadas amarillas. (EFE)

La sede del PSC amaneció este lunes con pintadas en su fachada, un acto más de vandalismo que ha sido la reacción a la quema de un muñeco que simulaba a Carles Puigdemont en la localidad de Coripe. Las pintadas, en riguroso amarillo, decían: 'Coripe. Quema. Vergüenza!!!'. Y 'PSC calla, Iceta baila'. "El independentismo siempre hace lo mismo: pone el grito en el cielo cuando le pasa cualquier cosa. Es el victimismo tradicional", señala a El Confidencial una fuente socialista. Ello no quita que Cataluña se esté convirtiendo cada día más en 'territorio comanche' para todo lo que huela a democracia constitucionalista.

Los propios radicales colgaron en YouTube un vídeo mientras uno de sus 'comandos' realizaba las pintadas en la fachada del veterano partido, mezcladas con imágenes del acto de Coripe. Paralelamente, el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha anunciado que denunciará el tema judicialmente y que acudirá a la Fiscalía para que investigue los hechos. La iniciativa del 'president' no parece ser otra cosa que la utilización electoralista del tema, ya que por la misma regla de tres muchos otros políticos y personajes públicos deberían haber solicitado lo mismo a lo largo de los últimos años, puesto que ellos fueron al paredón de Coripe antes que Puigdemont.

En plena campaña, el asunto del muñeco del 'expresident' fugado pretende ser utilizado por el independentismo para denunciar que España no les quiere. "Es una pena este doble rasero que utilizan. Este mismo fin de semana, también se quemó un muñeco de Santiago Abascal y no pasó nada. Y en Coripe se quemaron muñecos simulando a José María Aznar o a Bárbara Rey y no pasó nada. Y los que ahora se rasgan las vestiduras son los que aplauden la quema de fotos y efigies de Felipe VI", critica otra fuente.

Para esta fuente, "no tiene sentido que se rasguen las vestiduras cuando la Fiscalía abre diligencias por la quema de la efigie del Rey, que es una institución, apelando a la libertad de expresión para justificarla, y ahora acudan a la misma Fiscalía para que abra diligencias por la quema de una efigie de un fugado de la Justicia. Algo no funciona bien en esta sociedad".

Foto: Pintadas en la sede del PSOE en Barcelona (Twitter)

Más de 100 sedes atacadas

En el PSC, no obstante, no preocupa el ataque sufrido en la noche de este domingo. De hecho, durante los últimos meses, los independentistas han atacado más de un centenar de sedes socialistas en toda Cataluña. Es un mensaje que contradice la propia naturaleza de la 'revolución de las sonrisas' y la afirmación de que el soberanismo solo busca diálogo. Otro tanto sucede con las sedes del PP y de Ciudadanos. La sede central del partido de Albert Rivera sufrió otro ataque con pintura amarilla en la noche de este domingo, aunque mucho menos espectacular que la del PSC, puesto que solo tenía un impacto de pintura.

Ante la respuesta violenta contra la sede de la formación que dirige en Cataluña Miquel Iceta, los socialistas tienen un reproche: "Ya es hora de que estos señores condenen cualquier cosa que nos pase a los que no pensamos como ellos". Porque, en realidad, tanto partidos políticos como instituciones siempre dan la respuesta por callada cuando se trata de condenar actos fascistas cuyos objetivos son los partidos democráticos constitucionalistas.

Desde la oposición catalana, se considera que no ha habido un incremento del victimismo del soberanismo, pero sí un aumento de la crispación y la aparición de un núcleo más radical del soberanismo. "Hasta ahora, ha habido solo pintadas en sedes del partido y lo cierto es que la cosa no ha ido más allá. La única amenaza más seria fue a la alcaldesa de Esplugues de Llobregat, una localidad donde fue detenido un joven que colaboraba con los comités de defensa de la república (CDR)".

placeholder El presidente de la Generalitat, Quim Torra. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Quim Torra. (EFE)

Pero lo verdaderamente espeluznante es la visualización del 'enemigo' y el marcaje de este públicamente. Lo más importante del mensaje victimista del independentismo es la plasmación ante la población de quiénes son los 'malos' catalanes o los 'buenos' catalanes. O, en definitiva, quiénes son los 'enemigos públicos'. Esos mensajes continuos son los que poco a poco van calando en un sector acrítico de la sociedad catalana y sientan las bases de un radicalismo sectario.

En los foros extremistas vinculados a Puigdemont o a la ultraizquierda, los epítetos lanzados desde la tarde de este domingo contra los españoles o los socialistas en particular son irreproducibles. Incluso algunos de ellos, con tonos y consignas claramente hispanófobas (algunos 'hiperventilados' llegaron a hablar del "asesinato del 'molt honorable president' Puigdemont"). En algunos foros se ha distribuido también el enlace para presentar quejas ante el Ayuntamiento de Coripe. "¡Inundemos su correo de quejas!", alentaban desde estos foros. Y eso que la cabeza de lista por Barcelona en las elecciones del 28 de abril, Meritxell Batet, emitió un mensaje por las redes sociales en el que decía que "quemar la imagen de una persona, impedir actos electorales o cualquier otro tipo de comportamiento intolerante. Los socialistas lo rechazaremos siempre".

"Cuando algo sale mal, siempre hay una minoría que se radicaliza. Ve que lo suyo no funciona y quiere compensarlo con una radicalización del mensaje", critican fuentes de la oposición. En Cataluña, esa radicalización cuenta con la simpatía de las instituciones autonómicas y ello contribuye a aumentar la temperatura política y a convertir esta comunidad en un territorio 'peligroso' para la discrepancia.

La sede del PSC amaneció este lunes con pintadas en su fachada, un acto más de vandalismo que ha sido la reacción a la quema de un muñeco que simulaba a Carles Puigdemont en la localidad de Coripe. Las pintadas, en riguroso amarillo, decían: 'Coripe. Quema. Vergüenza!!!'. Y 'PSC calla, Iceta baila'. "El independentismo siempre hace lo mismo: pone el grito en el cielo cuando le pasa cualquier cosa. Es el victimismo tradicional", señala a El Confidencial una fuente socialista. Ello no quita que Cataluña se esté convirtiendo cada día más en 'territorio comanche' para todo lo que huela a democracia constitucionalista.

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