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Las propuestas de los candidatos para 'resucitar' Barcelona
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DESDE UNA EXPO 2030 HASTA OTROS JJOO

Las propuestas de los candidatos para 'resucitar' Barcelona

Todo está en el aire en el ayuntamiento de la capital catalana. No se sabe quién puede ser el próximo alcalde. Y gobernar Barcelona significa tener en las manos una potente institución

Foto: Panorámica de Barcelona. (Flickr/Bastien Deceuninck)
Panorámica de Barcelona. (Flickr/Bastien Deceuninck)

La ‘batalla de Barcelona’ se está convirtiendo por momentos en la pieza clave de la lucha por la hegemonía política en Cataluña. Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina (serán el 28 de abril), los partidos catalanes están aún más interesados en preparar a sus huestes de cara a las municipales, que tendrán lugar casi un mes después. La razón es sencilla: todo está en el aire en el ayuntamiento de la capital catalana. No se sabe quién puede ser el próximo alcalde. Y gobernar Barcelona significa tener en las manos una potente institución para hacer contrapeso (o lo contrario) al Gobierno de la Generalitat, cuya sede está en la otra acera de la plaza Sant Jaume.

Barcelona es una sede codiciada tanto por su peso político como por su peso económico. Y en la última legislatura, con el equipo de gobierno encabezado por Ada Colau, la ciudad ha conocido una ralentización alarmante. Las trabas de los comunes a los hoteles, a las terrazas de la restauración, al turismo (la concejala del ramo calificó esta semana a los cruceristas de “plaga de langostas”) o al tráfico, así como su ‘pasotismo’, cuando no abierto apoyo, sobre fenómenos como el ‘top manta’, las tolerancias y complicidades con movimientos alternativos y radicales o el desmantelamiento de unidades de la Guardia Urbana, han contribuido a la creación de un creciente malestar ciudadano, agravado por la sensación de inseguridad, que ha crecido exponencialmente.

Foto: El candidato a la alcaldía de Barcelona y ex primer ministro francés, Manuel Valls. (EFE)

La huida de inversiones de la capital catalana no es ningún secreto. El propio cCongreso del Mobile, la mayor feria del mundo en su especialidad, estuvo a punto de largarse ante el poco interés del Gobierno de Colau. Y las instituciones empresariales y financieras no han encontrado un interlocutor en el consistorio para poder plantear estrategias de futuro.

De ahí que los candidatos a las próximas elecciones se esmeren en presentar opciones para resucitar Barcelona de entre los muertos, porque la capital catalana, en otros tiempos motor de cultura y de negocios, se ha quedado detenida en el tiempo. Hace pocos días, en una comida en el Círculo Ecuestre de Barcelona, el candidato del PSC a la alcaldía, Jaume Collboni, lanzaba su idea más potente de cara a las municipales: realizar una Exposición Universal en el año 2030.

placeholder La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE)
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE)

El doble motivo

El motivo es doble: se conmemoraría la Exposición Universal de 1929, que situó Barcelona en el mundo, y se aprovecharía la agenda 2030 (en la que participan 195 países) para hacer que Barcelona sea la sede de las reuniones internacionales. “Son dos oportunidades históricas que, si sabemos combinarlas, pueden unirnos como ciudad”, subrayó Collboni. Y aclaró los ejes de esa gran Expo 30: “Ha de tener en la agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible su eje de acción y, sobre todo, el fomento de la economía digital y creativa al servicio de un crecimiento inclusivo desde las ciudades”.

El motivo es más ambicioso, porque el acontecimiento dejaría “un legado en Barcelona de nueva transformación urbana, que impulse la economía digital y la cultura y prepare la ciudad para el futuro. Se trata de volver a relanzar Barcelona al mundo y volver a trabajar juntos Barcelona, Cataluña y España. En definitiva, propongo que volvamos a ser Barcelona”.

Se aprovecharía la agenda 2030 (en la que participan 195 países) para hacer que Barcelona sea la sede de las reuniones internacionales

Fuentes del PSC señalaron a El Confidencial que la expo serviría “para lo que sirvieron otros grandes acontecimientos que siempre han impulsado los socialistas. En el 92, fueron los JJOO, que sirvieron para derribar un barrio y levantar otro, abriendo la ciudad al mar. La Expo de 2004 sirvió para terminar de abrir el frente marítimo y urbanizar la zona de Diagonal Mar”. La Expo del 30 debe servir para dos cosas. Dar un definitivo impulso al barrio del 22@, el distrito tecnológico barcelonés. "En el polo norte del 22@ hay 70 hectáreas por transformar, en las que se pueden instalar empresas punteras para hacer de Barcelona la capital digital de Europa, pero también construir vivienda social".

Por otro lado, el evento serviría para modernizar los pabellones de Fira de Barcelona ubicados en plaza de España, en la falda de la montaña de Montjuïc. Dos de estos pabellones, el Victoria Eugenia y el Carlos III, están obsoletos y solo hacen de garaje de las carrozas de los Reyes Magos cuando va a haber desfiles. Hace años se comenzaron a rehabilitar, pero el Gobierno de Colau paralizó todas las obras. En esa modernización, entraría también el cercano Palacio de Deportes. La rehabilitación de estos recintos abriría el barrio de Poble Sec y Montjuïc a la ciudad y serviría no solo para acoger exposiciones y revitalizar económicamente la zona, sino para “consolidar un gran polo cultural expositivo que contribuya al necesario cambio de modelo turístico”. Ahí se aposentarían también ‘show rooms’ de las principales industrias y ‘startups’ de la nueva economía digital. Las obras servirían también para ampliar la línea 2 del metro por debajo de la montaña de Montjuïc hasta el aeropuerto, una obra que en estos momentos puede parecer faraónica.

Valls, por detrás

La novedosa propuesta de Collboni pilló descolocados a sus adversarios. Casi una semana más tarde, este jueves, el candidato de Ciudadanos, Manuel Valls, trataba de ganar terreno y asistía a la periódica comida de la Cámara de Comercio con los distintos p olíticos. Allí, dejaba escapar su propuesta estrella. “Yo creo que la ciudad ha de volver a organizar unos Juegos Olímpicos. Hablaré de aquí a poco con el Comité Olímpico”, prometía el candidato de Cs. A falta de algo nuevo, el exprimer ministro francés echó mano de lo más fácil: presentar candidatura para unos JJOO. Reconoce Valls que “esto necesita consenso, estabilidad política a todos los niveles y poner orden en todas las propuestas”.

placeholder Manuel Valls. (Reuters)
Manuel Valls. (Reuters)

Pero lo suyo ya iba a rebufo de Collboni. El candidato del PSC le ganó por la mano. De ahí que Valls lanzase un dardo a Collboni oponiendo las dos ideas: “Es difícil, por ejemplo, organizar en la misma ciudad unos JJOO y una exposición al mismo tiempo. Lo digo por experiencia. Yo quiero unos JJOO en mi ciudad, unos juegos sostenibles, ciudadanos, aprovechando los equipamientos que ya existen y, sobre todo, que provoquen ilusión”. Lo ilógico sería, en realidad, que también quisiese una expo cuando era una propuesta ya lanzada por su oponente. De todos modos, la organización de una exposición es más fácil de conseguir que unos juegos, cuya sede cambia cada cuatro años de continente.

Manuel Valls, no obstante, también critica la pérdida de peso de Barcelona. “El ayuntamiento ha de tomar el liderazgo. Necesitamos una estrategia que conduzca a la recuperación de la confianza en Barcelona. A la recuperación de su papel como gran capital catalana, española y europea”. Valls criticó, con cifras en la mano, la política de Ada Colau los últimos cuatro años, desgranó cómo proyectos destinados a Barcelona se ‘fugaron’ a otras ciudades (entre ellos, la Agencia Europea del Medicamento, abominada por Colau, o el hotel de lujo Four Seasons, que finalmente irá a Madrid).

La estrambótica isla artificial

Los candidatos independentistas, por su parte, no tienen ningún gran proyecto, salvo el de sumar la ciudad al ‘procés’ y a la confrontación con el Estado español. El PDeCAT, tras una cruenta guerra interna, ha conformado sus listas bajo la candidatura del encarcelado Joaquim Forn sin una propuesta estrella, y el republicano Ernest Maragall tampoco tiene nada que declarar, al menos relacionado con algún gran acontecimiento.

Foto: Forn, durante su intervención. (EFE)

No así un candidato menor, Karl Jacobi, un empresario alemán que propone crear una isla artificial en el mar frente al puerto formada por la palabra Barcelona, bien visible desde el aire, de manera similar a las islas artificiales creadas en Emiratos Árabes. Jacobi quiere construir en esa zona 300.000 viviendas. La estrambótica propuesta no deja de ser una ilusión y no pasa de ser una mera acción propagandística. Jacobi fue abandonado por parte de su equipo a poco de anunciar su candidatura y hace dos meses rompió definitivamente con la formación de la que formaba parte, Nosotros-Partido de la Regeneración, y decidió presentarse en solitario a las municipales. Para financiar su campaña, ha abierto una cuenta de 'crowdfunding'. Su expartido le acusó de hacer propuestas inviables (como la creación de esa isla artificial) y de mentir, al presumir de apoyos y de fondos para la campaña que no tenía.

La ‘batalla de Barcelona’ se está convirtiendo por momentos en la pieza clave de la lucha por la hegemonía política en Cataluña. Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina (serán el 28 de abril), los partidos catalanes están aún más interesados en preparar a sus huestes de cara a las municipales, que tendrán lugar casi un mes después. La razón es sencilla: todo está en el aire en el ayuntamiento de la capital catalana. No se sabe quién puede ser el próximo alcalde. Y gobernar Barcelona significa tener en las manos una potente institución para hacer contrapeso (o lo contrario) al Gobierno de la Generalitat, cuya sede está en la otra acera de la plaza Sant Jaume.

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