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Alejandro Fernández (PP): "Aplicar otro 155 está justificado por depender de Waterloo"
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Muestra optimismo frente a las municipales en Cataluña

Alejandro Fernández (PP): "Aplicar otro 155 está justificado por depender de Waterloo"

El nuevo presidente del PP en Cataluña ofrece su visión de cómo encara las municipales y analiza la situación del actual momento del independentismo

El popular Alejandro Fernández está tocado por la "baraka", como dicen en Marruecos. Durante unos días se quedó fuera del Parlament, pero al final del recuento salió escogido por Tarragona. Entró por los pelos, a pesar de la desbandada de votos que sufrió el PP en Cataluña el 21-D. Después apostó por Pablo Casado en las primarias, cuando lo fácil hubiera sido hacerlo por María Dolores de Cospedal o por Soraya Sáenz de Santamaría. De nuevo, volvió a ganar. Tras 20 años de dominio de los hermanos Fernández Díaz en Cataluña, ahora este político tarraconense tiene la difícil misión de recomponer el PP catalán y evitar que desaparezca como partido en esta comunidad autónoma.

PREGUNTA: El PP afronta en Cataluña unas municipales especialmente difíciles. ¿Cómo diferenciará su mensaje de grupos como Vox, que por primera vez les disputa el espacio político por la derecha?

RESPUESTA: En una formación política y menos en la nuestra hay que estar obsesionados con los adversarios. Hay que ofrecer el mejor proyecto local posible para los vecinos de todos los municipios de Cataluña. Y aquí el PP tiene una experiencia de gobierno, también en Cataluña, extraordinaria. Hemos participado en más de 200 gobiernos municipales en Cataluña hace 25 años. Hemos gobernando en consejos comarcales, en diputaciones, y por lo tanto tenemos extraordinarios candidatos. Y a partir de ahí, no solo competimos con Vox, competimos con todas las alternativas políticas. Lo que tenemos que hacer es ofrecer el mejor proyecto para cada uno de los municipios y para cada una de las ciudades. No creo que tengamos que obsesionarnos con ninguna formación política.

Foto: El portavoz del PPC, Alejandro Fernández. (EFE)

P. ¿En este momento cómo ve la situación del independentismo? Está mucho más fragmentado que en el 2017.

R. Es verdad que ahora se percibe al independentismo más dividido que nunca y con más facciones que nunca. Pero también es cierto que en otras ocasiones en el pasado también se especulaba mucho con rupturas entre ellos. Lo que siempre les ha unido al final, el pegamento que ha sido capaz de unir las distintas facciones, es el populismo identitario, esa ideología según la cual quien no esté de acuerdo con su proyecto político es un 'botifler', es decir, un traidor. Y eso hacía que todo el mundo pasara por el aro en una ocasión o en otra. Por eso, aunque sea cierto que están más divididos que nunca no podemos descartar tampoco que ese pegamento que en este caso sale de Waterloo y que estigmatiza al que discrepa como 'botifler' no vuelva a ejercer su papel y torne a definir estrategias comunes. Por lo tanto hay que esperar. Esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, celebrar, eso sí que parezcan más divididos que nunca… Pero no descartemos que sean capaces de volver a lanzar otro ataque.

P. Su partido y su líder Pablo Casado llevan meses abogando por implementar otro 155 en Cataluña. ¿No existe el problema de que se carece de base legal para ello?

R. El artículo 155 no se dirime en un tribunal. Es un instrumento de los poderes ejecutivo y legislativo, aprobación en el Senado y desarrollo a través del poder ejecutivo, para garantizar el orden constitucional en el desarrollo de las políticas autonómicas. En ese sentido, lo que está ocurriendo en Cataluña evidentemente que es una situación excepcional que podría perfectamente justificar la aplicación del 155, que es un instrumento legal y democrático para garantizar el correcto desarrollo del Estado de las autonomías. Lo que puedo asegurar es que lo que no es democrático es que la política catalana esté dirigida desde Waterloo por un fugado de la justicia, o que el señor Torra, seguramente teledirigido desde Waterloo, llame a la insurrección callejera cada dos por tres. Eso ya de por sí justificaría la destitución del señor Torra porque no se puede aceptar un presidente autonómico que llame, por ejemplo, al asalto de un parlamento democrático, como pasó hace poco. Pero siempre me gusta señalar que la actual mayoría parlamentaria podría evitar un escenario así al romper el cordón umbilical que les une con Waterloo y desarrollar una política autonómica desde su ideología pero con respeto a las normas de juego, a la convivencia y a las instituciones. Pero no están por ese camino. Por eso está plenamente justificado o lo estaría en este caso la aplicación del 155 para garantizar la normalidad y la convivencia en Cataluña. Yo lo veo así y estoy plenamente de acuerdo.

"Lo que tienen que hacer ERC y JxCAT es volver a la normalidad institucional y democrática, dejar de apoyar a los CDR como hasta ahora"


P. Pero eso supone endurecer mucho la postura del PP para Cataluña.

R. Pero insisto que puede evitarse sin ningún problema. Lo que tienen que hacer ERC y JxCAT es volver a la normalidad institucional y democrática, dejar de apoyar a los CDR. Justo lo opuesto que está pasando ahora. En caso contrario, las condiciones de tipo político para que vuelva a entrar en vigor el 155 se dan perfectamente.

P. ¿No es su candidato para Barcelona un tanto estridente?

R. Es atípico. Pero tiene tirón. Y lo que necesitamos es obtener el 6% de los votos para conseguir tres regidores. Y podemos lograrlo. Y no solo en Barcelona, donde el "efecto Valls" se está diluyendo por errores de estrategia. No llegaremos a los resultados del 2011, pero sacaremos más regidores en el conjunto de Cataluña. Incluso podemos ganar en municipios como Badalona —aquí se presenta Xavier García Albiol— o Castelldefells. Otra cosa es que podamos sumar después para gobernar.

El popular Alejandro Fernández está tocado por la "baraka", como dicen en Marruecos. Durante unos días se quedó fuera del Parlament, pero al final del recuento salió escogido por Tarragona. Entró por los pelos, a pesar de la desbandada de votos que sufrió el PP en Cataluña el 21-D. Después apostó por Pablo Casado en las primarias, cuando lo fácil hubiera sido hacerlo por María Dolores de Cospedal o por Soraya Sáenz de Santamaría. De nuevo, volvió a ganar. Tras 20 años de dominio de los hermanos Fernández Díaz en Cataluña, ahora este político tarraconense tiene la difícil misión de recomponer el PP catalán y evitar que desaparezca como partido en esta comunidad autónoma.

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