Los independentistas se pelean por imponer la moneda virtual de la república catalana
Hay un problema si Cataluña consigue la independencia: su salida del euro sería casi automática y tendría que proveerse de una moneda
Los catalanes avispados andan a la greña. La efervescencia del movimiento independentista ha hecho florecer negocios por doquier. Y ahí se producen batallas fratricidas por llevar la iniciativa en algunas de las acciones propuestas. Ahora le ha tocado el turno a la criptomoneda. Porque hay un problema si Cataluña consigue la independencia: su salida del euro sería casi automática y tendría que proveerse de una moneda. Ante la falta de estructuras de Estado que sustentasen una nueva moneda, desde la cúpula independentista ya hace años que se viene hablando de la conveniencia de dotarse de una 'moneda virtual', similar al bitcoin.
De esa manera, el año pasado nació el croat. En realidad, el croat era una moneda de plata del siglo XIII, emitida desde Perpignan y Barcelona. La intención es poner en circulación algo más de 100 millones de croat, lo que equivaldría, en su valor virtual, a unos dos millones de euros. Esta moneda utiliza "firmas de anillo y direcciones de un solo uso para pagos verdaderamente anónimos" y hasta ahora, según sus creadores, hay alrededor de 40 empresas en toda Cataluña que aceptan pagos en croat, aunque algunas de ellas forman parte del mismo grupo o están vinculadas a sus impulsores. Por ejemplo, hay tres restaurantes, cuatro empresas de construcción o rehabilitación, seis relacionadas con la informática, cuatro de moda, dos de ocio, tres de servicios financieros o contables, una clínica dental, una de transportes, una de alimentación y varias de otros servicios.
Pero al croat le ha salido un serio competidor con el nombre de catalancoin. Sus impulsores se mantienen en el anonimato más absoluto, aunque el servidor que utilizan en Manacor (Mallorca) ya ha sido utilizado también para hacer otros negocios vinculados con el independentismo.
En realidad, las primeras semillas del catalancoin habría que buscarlas en el año 2014, cuando se creó una idea que quedó en el congelador hasta ahora. "No nos gustaría quedarnos en un tema como el independentista. La verdad es que, a nivel técnico, buscamos una similitud con primecoin, pero el proyecto se fija en dogecoin, namecoin, NXT, y mastercoin. Partimos de la teoría de que las criptodivisas no son un código, sino una red financiera, que en el caso de dogecoin es social, o el caso de takeicoin, para el colectivo LGTB", escribía uno de sus creadores en aquel año. Y añadía: "La lacra que tiene es que nos tilden de radicales o separatistas… pero bueno, ya lo dijo Marilyn Manson: 'tus mejores publicistas son aquellos que echan pestes de ti'".
"Queremos la mejor moneda posible para Cataluña, una moneda que siendo local supere sus contradicciones para ser a la vez global"
Un foro social de apoyo
En aquel momento, los especialistas estaban hablando con otro grupo al que llamaban Diners. Un 'mail' enviado por los creadores de catalancoin a Diners explicaba: "Nuestra teoría (la de todos los que hemos hablado) es que queremos la mejor moneda posible para Cataluña, una moneda que siendo local supere sus contradicciones para ser a la vez global, sin perder la identidad de libertad y justicia y ser un vehículo para una cultura muy particular y localizada. NXTCoin ha llamado mucho la atención porque detrás de ese nombre hay una comunidad que ha colaborado tras un foro. Eso la ha hecho sólida en su salida. Una criptodivisa para Cataluña creo que podría beneficiarse de ese 'workflow' [sistema] (…) Creo que un foro donde desarrollar todo ese 'workflow' que pretendemos, tener esa transparencia y esa riqueza de participación, es la mejor solución. Convertir catcoin, o catalancoins, o diners o lo que sea en un proyecto realmente participativo, que es de lo que se trata".
De esa manera, los impulsores de la criptodivisa han comenzado una ofensiva en toda regla, creando un foro a su medida, para introducirla en los circuitos sociales independentistas que están en una situación de efervescencia continua desde hace meses. De ese modo, hace unos días se anunció a bombo y platillo en los foros independentistas el nacimiento de la "nueva y primera moneda digital ecológica de Cataluña".
Hace unos días se anunció en los foros independentistas el nacimiento de la "nueva y primera moneda digital ecológica de Cataluña"
El proyecto de catalancoin fue inmediatamente respondido por los impulsores de croat, que iniciaron una campaña para captar inversores. "Si tú también crees que es ya la hora de un cambio, utiliza la criptomoneda catalana croatcoin. Comienza a crear un monedero en (…)", anunciaron a través de las redes sociales en una comunicación dirigida a independentistas. Así, el croat es 'vendido' como la "moneda alternativa de los catalanes", anunciando regalos de croats a quien abra un monedero virtual. Según datos del pasado 11 de diciembre, el valor del croat era de 0,0024 euros, aunque uno de los foreros de un grupo de Telegram que se acaba de formar anunciaba que había tenido una revalorización del 120% en 72 horas. "Acaban de comprar 78.864 por un cliente", le respondía uno de los organizadores. Al día siguiente, el cambio estaba a 0,0028 euros. La intención es realizar un sorteo diario de 40 croats hasta llegar a una cifra de 500 a primeros del año que viene.
Los políticos, implicados
El proyecto de catalancoin, sin embargo, no era una alucinación fruto de un calentón puntual. La cuenta de catalancoin oficial tenía como seguidores a ERC y a su entonces secretaria general, Marta Rovira (actualmente huida en Suiza), a la actual vicepresidenta del PDeCAT, Miriam Nogueras, además de Democracia i Llibertat, la marca bajo la que la antigua Convergència se presentó a las elecciones generales, Junts pel Sí (el grupo parlamentario formado por ERC y CDC), la Fundació Tàpies o un numeroso puñado de asambleas territoriales de la ANC. Habrá que ver si en la andadura que ahora se inicia consigue mantener esos apoyos y logra otros nuevos.
Según manifiestan fuentes independentistas a El Confidencial, las cúpulas de ERC y Convergència encargaron a tres hombres de confianza el diseño de una criptomoneda a adoptar tras la independencia. Dos de esas personas, que mantuvieron cargos importantes en las estructuras de ERC y CDC, negaron a este diario su implicación personal en ese proyecto, aunque admitieron que el asunto se había tratado en reuniones de las cúpulas de los partidos.
Las dos divisas tratan de ganarse ahora la confianza de los independentistas. Son dos proyectos con características similares, con una credibilidad solo en círculos concienciados políticamente y de dudosa rentabilidad.
Los catalanes avispados andan a la greña. La efervescencia del movimiento independentista ha hecho florecer negocios por doquier. Y ahí se producen batallas fratricidas por llevar la iniciativa en algunas de las acciones propuestas. Ahora le ha tocado el turno a la criptomoneda. Porque hay un problema si Cataluña consigue la independencia: su salida del euro sería casi automática y tendría que proveerse de una moneda. Ante la falta de estructuras de Estado que sustentasen una nueva moneda, desde la cúpula independentista ya hace años que se viene hablando de la conveniencia de dotarse de una 'moneda virtual', similar al bitcoin.