Los extremistas catalanes promueven ahora el boicot a la Lotería Nacional

“La Lotería Nacional es un impuesto voluntario que va directamente a las arcas del Estado opresor. En cambio, si hacemos una donación a cualquier ONG reconocida, el Estado español nos devolverá hasta un 75% en nuestra declaración de la renta. ¡Doble satisfacción! ¡Así toca seguro!”. Éste es el último mensaje que ha comenzado a circular entre los círculos independentistas para hacer boicot a la lotería de Navidad. Los comités de defensa de la república (CDR) se han sumado entusiásticamente a ese boicot.

No deja de ser curioso el cambio de chip producido en algunos sectores. En otras ocasiones, se había pedido el boicot a la Lotería Nacional para fomentar ‘la Grossa’, es decir, la lotería estrictamente catalana, pero en esta ocasión es diferente, ya que de lo que se trata es de atacar directamente la economía española y de que el Estado se vea lo más perjudicado posible. En 2017, tras el referéndum y la tensión disparada en las calles, la demanda de Lotería Nacional descendió hasta un 30% en algunas zonas, esencialmente debido a que empresas y clubes sociales o deportivos dejaron de comprarla para distribuirla entre sus socios. Y, aunque en fechas cercanas al 22 de diciembre se reactivó algo, no hubo las ventas esperadas.

En 2017, la demanda de Lotería Nacional descendió hasta un 30% en algunas zonas y no hubo las ventas esperadas, pese a la reactivación previa al 22-D

Es una más de las acciones antiespañolas que desde hace meses realizan determinados círculos ultraindependentistas. El boicot a empresas y a productos españoles ya se lleva haciendo desde la primavera pasada, con el discreto aliento de la Administración catalana.

El próximo 21 de diciembre, aniversario de las últimas elecciones autonómicas y fecha en que el Consejo de Ministros se reúne en Barcelona, es también una excusa para la acción más contundente y visual que pueda hacer el independentismo.

Para ese día, los extremistas catalanes quieren llenar todas las calles de pancartas gigantes en inglés. “¿Queremos internacionalizar el ‘procés’? Pues todos nos entenderán en sus noticias”, justifican la medida. “En catalán es igual, solo sirven para nosotros y pueden manipular lo que dicen. Afuera no somos tan bien vistos como creemos. Y en castellano es bueno porque no excluimos y mucha gente castellanoparlante no acaba de decidirse por sentirse un poco fuera de lugar. Cataluña es una realidad con dos lenguas (…) ¿Queremos llegar a todo el mundo? ¡Pancartas gigantes en inglés!”.

Cataluña es una realidad con dos lenguas (…) ¿Queremos llegar a todo el mundo? ¡Pancartas gigantes en inglés!

Aprovechando el suflé extremista, se ha vuelto a poner sobre la mesa la creación del 'catalancoin', que sería una criptomoneda catalana, al margen del croat, creada en el 2017, que es la que con más fuerza se ha afianzado en el imaginario popular. De hecho, hay informes sobre la creación de una moneda virtual que sirva a la supuesta república catalana en caso de independencia, ya que quedaría fuera no solo de la UE sino del sistema del euro. El catalancoin, que ya tiene blog y Twitter, ha intentado crecer estos días, con poca fortuna. Y es lógico: pocos se fían de la virtualidad de una moneda. “Está muy bien, pero una caja o un banco catalán 100%, ¿no sería más conveniente?”, es el argumento que con más fuerza utilizan los grupos radicales en contra de una criptomoneda. La efervescencia del mundo independentista no tiene límites.