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El Gobierno catalán oculta los salarios y gastos de las 'embajadas' en el exterior
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PAGÓ 46.700 EUROS MENSUALES A UN LOBBY PARA BUSCAR ALIADOS

El Gobierno catalán oculta los salarios y gastos de las 'embajadas' en el exterior

Ciudadanos ha enviado una abultada querella a la Fiscalía por la contratación de un lobby al que se le pagó más de un millón de euros para buscar aliados al proceso de independencia de Cataluña

Foto: Puigdemont frente a la Delegación del Govern ante la UE en Bruselas. (EFE)
Puigdemont frente a la Delegación del Govern ante la UE en Bruselas. (EFE)

El Gobierno catalán se niega a rendir cuentas sobre los salarios y los gastos que supone la apertura de delegaciones en el exterior, más conocidas como ‘embajadas’. A preguntas de la oposición, el Ejecutivo de Quim Torra ha mantenido en el más absoluto oscurantismo el dinero que se va en estos instrumentos de propaganda. “Hemos preguntado varias veces, no sólo nosotros, sino otros grupos de la oposición, pero siempre dan largas. La rendición de cuentas del Govern, y especialmente de la consejería de Exteriores, ha brillado por su ausencia. Siempre han sido muy opacos en esta materia, pero Exteriores se lleva la palma. A pesar de que también es la consejería de Trnasparencia, es la menos transparente de todas. No sabemos lo que cuestan las ‘embajadas’ ni el sueldo de los ‘embajadores’, ni los salarios del personal ni los gastos de representación. Por saber, ni siquiera sabemos la agenda que tienen. Aquí nadie da explicaciones”, asegura a El Confidencial Susana Beltrán, diputada de Ciudadanos y miembro de la comisión de Asuntos Exteriores.

El pasado jueves se celebró la última reunión de este órgano del Parlament, Se volvieron a repetir las preguntas y se volvieron a escuchar las mismas respuestas: el silencio. Debido a ello, Ciudadanos presentó una propuesta de resolución en la que se pide que no se contraten servicios de diplomacia con el dinero público de la Generalitat, que se publique la agenda de los ‘embajadores’ y de los otros miembros de las delegaciones, que se presente anualmente un informe sobre las actividades realizadas por las ‘embajadas’ y que se reprueba a los anteriores consejeros del ramo, Raül Romeva y Ernest Maragall, por “incumplir de manera reiterada su deber de rendir cuentas ante el Parlament sobre la contratación realizada por las delegaciones del Gobierno en el exterior”. La resolución no pasará la ‘prueba del algodón’ independentista, decidida a ocultar lo que hace para conseguir la independencia.

Foto:  La 'consellera' de la Presidència y portavoz del Govern, Elsa Artadi. (EFE)

Beltrán critica que “de todos los delegados, sólo la exconsejera Meritxell Serret tiene reconocido su sueldo en el organigrama de la Generalitat”. Son 83.649,19 euros. Además, contará con gastos de representación. Serret, fugada en Bélgica, es la ‘embajadora’ de Cataluña ante la UE. De los demás no se ha facilitado ninguna información. Y en sus nombramientos publicados en el diario oficial no figura el nivel salarial que se les reconoce, aunque fuentes de la Administración reconocieron en varias ocasiones a este diario que sus sueldos están asimilados al de un director general. O sea, que serán iguales que los de Serret. De momento, hay una quincena de ‘embajadas abiertas’ (Bruselas, Berlín, Londres, París, Roma, Ginebra –para la que en estos momentos existe una oferta de empleo- Madrid, Washington, Zagreb, Riga, Viena, Estocolmo, Beirut y Lisboa) y se esperan abrir algunas más (Seúl, México y Buenos Aires) en un breve plazo de tiempo.

“Lo malo –prosigue Beltrán- es que la labor que realizan permanece en el anonimato. No podemos fiscalizarla, como es nuestro derecho, porque el Govern no nos facilita los datos que le pedimos. Es de auténtico escándalo, porque contratan a lobbies o a grupos de presión, entorpecen y torpedean la diplomacia española y todo eso pagado con dinero público”.

placeholder Carod-Rovira (2d), y el conseller Joan Saura (2i), durante la inauguración de la delegación de la Generalitat en el Reino Unido en 2008. (EFE)
Carod-Rovira (2d), y el conseller Joan Saura (2i), durante la inauguración de la delegación de la Generalitat en el Reino Unido en 2008. (EFE)

Querella a Fiscalía

Esta semana, Ciudadanos envió una abultada querella a la Fiscalía por la contratación del lobby estadounidense Independent Diplomat, al que se le pagaron alrededor de 1,6 millones de euros para buscar aliados al proceso de independencia de Cataluña. Los sucesivos gobiernos siempre se negaron a facilitar los contratos con ese lobby así como los informes realizados para el Gobierno catalán. ¿Tienen algo que ocultar esos informes? ¿Demuestran cómo los políticos catalanes conspiraron contra el Estado español en sus intentos de acercarse a otros gobiernos extranjeros? Eso son preguntas que sólo podrían contestar los documentos que oculta el Ejecutivo de Torra.

Lo cierto es que toda la oposición, que había pedido reiteradamente datos sobre esas u otras contrataciones similares jamás obtuvo respuestas. Y ante el silencio, Ciudadanos pudo localizar los contratos… ¡en los Estados Unidos!. Mientras el Govern aducía que esos contratos contienen “cláusulas confidenciales”, el partido de la oposición acudió al Departameno de Justicia de EEUU porque, como Independent Diplomat es una entidad obligada a declarar la actividad que realiza para sujetos internacionales ante el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, pidieron a los registros de éste los documentos que la Generalitat niega en Barcelona.

Foto: El titular de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. (EFE)

Y la sorpresa fue mayúscula. Las vergüenzas del Govern quedaron al descubierto: uno de los contratos firmado entre Diplocat (el órgano dependiente de la Generalitat que pilota las relaciones diplomáticas) e Independen Diplomat establecía que, durante el año 2015, el think tank debería enviar una factura al cliente (la Generalitat) por 46.700 euros mensuales. En total, pues, el gasto en este lobby durante ese ejercicio fue de 560.400 euros. En esa época, era presidente de Cataluña Artur Mas.

En realidad, Independent Diplomat cobró mucho más. Otro contrato del 17 de septiembre de 2013 establecía pagos de 7.800 dólares mensuales por los servicios prestados. Esos pagos se mantuvieron durante el año 2014, según los extractos de ingresos de Independent Diplomat. El lobby debía enviar mensualmente un informe con los avances conseguidos y ofrecer estrategias para conseguir los objetivos acordados. Pero, en realidad a esas alturas, ya se habían pagado 360.000 euros de fondos públicos a esa entidad, tal y como desveló El Confidencial. Y se sospecha que, en total, los amigos americanos se embolsaron a cuenta de los bolsillos de los catalanes un total de 1,6 millones de euros.

placeholder El presidente de la Generalitat, Quim Torra(2i), junto al conseller de Exteriores, Ernest Maragall (d) durante la primera reunión del pleno del Diplocat. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Quim Torra(2i), junto al conseller de Exteriores, Ernest Maragall (d) durante la primera reunión del pleno del Diplocat. (EFE)

Medió ante EEUU y la ONU

Pero eso es sólo una parte de los emolumentos, ya que la Generalitat se cuidó de trocear su relación con Independent Diplomat: firmó un contrato sólo para la actividad en los Estados Unidos y otro para la actividad en el resto del mundo.

En sus declaraciones ante el Departamento de Justicia, el lobby admite que los cobros al Diplocat eran por “actividades de diplomacia por cuenta de la Delegación del Govern de Cataluña en los Estados Unidos, incluyendo a la ONU”. Los contactos se llevaban a cabo, preferentemente, con Paul Behrends, asistente principal del presidente de la subcomisión de Asuntos para Europa, Danah Rohrabacher, el hasta hace poco principal amigo que el independentismo tenía en los Estados Unidos. Rohrabacher (que el año pasado visitó Barcelona y se reunió con Carles Puigdemont), es un ultraconservador amigo de Donald Trump que en las últimas elecciones de este mes de noviembre no pudo renovar su escaño.

Señala también que Rohrabacher “era una de las autoridades extranjeras que el señor Romeva [Raül Romeva, consejero de Exteriores] contactaba en sus múltiples viajes al extranjero para promover el apoyo internacional a la ejecución del concertado e ilegal plan con el que, junto a los demás acusados en la causa especial 20.907/2017, pretendía separar Cataluña del resto de España forzosamente y al margen de los cauces legales. Además, el señor Rohrabacher viajó expresamente a reunirse con el señor Puigdemont y el señor Romeva en el marco de las acciones que este último dirigía para alcanzar dicho apoyo internacional”.

Foto: Decenas de médicos de atención primaria protestan ante la sede del Institut Català de Salut (ICS). (EFE)

En la documentación entregada por el Departamento de Justicia de EEUU figuran reuniones, llamadas y mails del lobby con Behrends. Curiosamente, en los documentos figuran otras gestiones de los intermediarios para influir en diversos conflictos, como las Islas Marshall, el problema del Sahara con el Polisario, Palestina, Siria, Sri Lanka, Sudán del Sur o Somalilandia. También constan los ingresos en cuenta bancaria pagados por la “Delegación de Cataluña”.

Con todo ese material, Ciudadanos ha interpuesto la querella en Fiscalía. La denuncia sostiene también que la Generalitat, como comunidad autónoma, no podía (ni puede) mantener relaciones internacionales propias de un estado soberano, so pena de invadir las competencias y funciones del Estado. Y subraya que el propio lobby, según la documentación adjuntada, declaró ante el Departamento de Estado norteamericano que realizaba “actividades de diplomacia por cuenta del Govern de la Generalitat, actividad inconstitucional y, por tanto, ilegal”. Por ello, asegura que hay suficientes indicios de una “disposición indebida de los recursos públicos empleados para remunerar los servicios de dicho lobby americano”.

Apuntan como responsables de ello al propio Artur Mas, al exconsejero de Presidencia, Francesc Homs, al exsecretario de Asuntos Exteriores, Roger Albinyana, y al exsecretario general del Diplocat, Albert Royo.

El Gobierno catalán se niega a rendir cuentas sobre los salarios y los gastos que supone la apertura de delegaciones en el exterior, más conocidas como ‘embajadas’. A preguntas de la oposición, el Ejecutivo de Quim Torra ha mantenido en el más absoluto oscurantismo el dinero que se va en estos instrumentos de propaganda. “Hemos preguntado varias veces, no sólo nosotros, sino otros grupos de la oposición, pero siempre dan largas. La rendición de cuentas del Govern, y especialmente de la consejería de Exteriores, ha brillado por su ausencia. Siempre han sido muy opacos en esta materia, pero Exteriores se lleva la palma. A pesar de que también es la consejería de Trnasparencia, es la menos transparente de todas. No sabemos lo que cuestan las ‘embajadas’ ni el sueldo de los ‘embajadores’, ni los salarios del personal ni los gastos de representación. Por saber, ni siquiera sabemos la agenda que tienen. Aquí nadie da explicaciones”, asegura a El Confidencial Susana Beltrán, diputada de Ciudadanos y miembro de la comisión de Asuntos Exteriores.

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