La CUP ya habla de huelga general para cuando comience el juicio

La CUP ya tiene elaborado un primer esbozo de la estrategia que seguirá tras conocerse las peticiones de penas de prisión para los acusados por el 1 de octubre: convocar una huelga general en Cataluña para el primer día de juicio. Endavant, el partido que conforma el núcleo duro de la CUP (una de cuyas principales dirigentes, Anna Gabriel, está huida en Suiza), ha dado el pistoletazo de salida para abordar una estrategia dura. “Ante la petición fiscal de 177 años de prisión para diversos presos y presas catalanes, queremos mostrar nuestro total rechazo a este nuevo acto represivo contra el derecho de autodeterminación de los Països Catalans. Un rechazo que creemos que no puede quedar sólo en la gesticulación retórica, sino que queremos transformar en propuestas movilizadoras”.

Para los más duros de la CUP, las peticiones representan “una acentuación autoritaria del Estado que ha llevado al procesamiento judicial de un millar de personas por querer facilitar el ejercicio del derecho de autodeterminación” y que tiene como objetivo “espantar al pueblo”.

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Asegura Endavant que el objetivo del proceso judicial es también hacer “abjurar a las fuerzas autodeterministas del ‘Principat’ [nombre de Cataluña en el argot independentista] de la unilateralidad y la desobediencia, que es la única vía que permite ejercer realmente la autodeterminación”.

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Afirman los ‘cuperos’ que hay una “causa general” contra la autodeterminación. Por ello, llaman a “convertir el juicio oral en una gran movilización contra el aparato del Estado español. Las movilizaciones alrededor del juicio no han de servir para acumular fuerzas hacia un proceso negociador, sino para todo lo contrario. La movilización antirrepresiva ha de servir para hacer descarrilar este proceso de reforma y reasentamiento del Estado y abrir todavía más el precipicio entre el pueblo catalán y el aparato del Estado español”.

Poner al Estado contra las cuerdas

Por ello, proponen “a los agentes sociales, políticos y sindicales a trabajar, cada uno desde el ámbito y el protagonismo que le toque, para la convocatoria de una huelga general y de una jornada de lucha el primer día del juicio oral”. La intención es oponer a la seriedad de la sala de vistas una “realidad de país paralizado”.

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Pretenden, de esta manera, volver a ejecutar “jornadas de lucha” como el 1 y el 3 de octubre del 2017, fechas en que se materializó el referéndum y una huelga general, “que nos permitirá poder tejer alianzas con sectores sociales de otros territorios del Estado y de toda Europa que pongan al aparato del Estado español contra las cuerdas. Una movilización especuladora que haga remitir la incerteza del 10 y el 27 de octubre que creemos que aislará y desmovilizará al movimiento independentista”.

Confían, así, en eliminar el ácido regusto que quedó en el paladar independentista en esas dos fechas señaladas, en las que hubo dos proclamaciones de la República efectuadas en el Parlament, primero en el discurso de Carles Puigdemont (que mantuvo en vigor la independencia sólo durante unos segundos) y luego aprobando una resolución de materialización de la República.

Movilizaciones internacionales

La Asamblea Nacional catalana (ANC), por su parte, calificó el proceso judicial de “farsa” que demuestra “que sólo conseguiremos la libertad de los presos y las presas políticos, las personas procesadas y exiliadas, y establecer un Estado de derecho donde se garanticen las libertades y derechos fundamentales construyendo una República Catalana”.

El objetivo de ANC es “hacer efectivo el mandato del 1 de octubre y consolidar la República Catalana” y llama al independentismo a una estrategia unida

Así, su único objetivo es “hacer efectivo el mandato del 1 de octubre y consolidar la República Catalana” y llama a todo el independentismo a establecer “una estrategia conjunta”. Anuncia, asimismo, “una campaña de denuncia nacional e internacional de este juicio que incluirá movilizaciones simultáneas no sólo en Cataluña, sino en las principales capitales europeas”.

LA ANC aboga por iniciar “un proceso definitivo para decir alto y claro a España, a Europa y al mundo que el pueblo de Cataluña no acepta ni aceptará más esta humillación y sometimiento a un Estado demofóbico”.