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Pedro Sánchez y el referéndum catalán: así ha evolucionado el discurso del presidente
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1 año después del 1-o

Pedro Sánchez y el referéndum catalán: así ha evolucionado el discurso del presidente

Sánchez como mimebro de la oposición se mostró contrario al referéndum de 1 de octubre de 2017 y ahora desde Moncloa apuesta por consensuar un nuevo Estatut de Catalunya

Foto: Pedro Sánchez y Quim Torra en el palacio de la Moncloa. (Efe)
Pedro Sánchez y Quim Torra en el palacio de la Moncloa. (Efe)

Pedro Sánchez nunca mostró su apoyo al referéndum catalán que el Govern de Puigdemont organizó el pasado 1 de octubre de 2017 y que marcó un antes y un después en la historia reciente de España. La persecución previa a las urnas, la tensión en las calles y las cargas policiales que se vivieron en Barcelona y algunos pueblos de la autonomía catalana provocaron una avalancha de reacciones entre la sociedad de toda el país.

Pero no todo quedo ahí, durante los sucesivos días las consecuencias políticas del 1-O siguieron desencadenándose y tras el escrutinio de las urnas, a las que según fuentes de la Generalitat acudió a votar un 43% del censo, el Govern de Carles Puigdemont proclamó el día 10 del mismo mes la independencia unilateral de Cataluña para constituirse en forma de república para suspenderla solo 30 segundos después.

Sánchez no suscribió ninguno de estos movimientos. Como secretario general del Partido Socialista Obrero Español durante los días previos al referéndum que las instituciones catalanas habían organizado al margen de la legalidad del Estado, Sánchez mostró su disconformidad asegurando que los independentistas querían "disfrazar de urnas" lo que era un "acto antidemocrático". "Esas urnas están vacías de garantías democráticas", aseguró el por aquel entonces líder de la oposición.

Sánchez defendía nates del referéndum que el problema de Cataluña eran los "malos goberanntes"


Además, durante los días previos a la consulta soberanista catalana el líder del PSOE cargaba tanto contra el Govern como contra Ejecutivo nacional, acusándoles de "malos gobernantes" y señalándoles como causantes reales de la situación de ruptura en Cataluña. El socialista pedía diálogo ante la prensa y ante la las instituciones, frente a quienes presentó junto a su grupo parlamentario una petición para la creación de una comisión no permenente para la evaluación y la modernización del estado autonómico que fue aprobada el 19 de septiembre de 2017.

La noche del propio 1 de octubre Sánchez convocó a la prensa para mostrar su rechazo a las cargas policiales y a la vez, mostrar su apoyo a los poderes del Estado y ponerse "al lado de la Constitución"."Iniciar una vía de negociación política es hoy más urgente que nunca", aseguró el ahora presidente del Gobierno, que calificó a la consulta como un acto que pervirtió el concepto de la democracia y consagró la "huida hacia adelante del Govern de la Generalitat".

Un día después también cargó contra Rajoy, con quien se reunió el 2 de octubre para manifestar su rechazo a las cargas policiales vividas en Cataluña y exigir que se abriese una ronda de conversaciones con el resto de fuerzas políticas con representación en la comunidad autónoma catalana para abordar la situación. Más tarde el socialista también mostró su rechazo a los pasos que estaba dando el Govern de Puigdemont, a quienes solo un día después de la breve declaración de independencia invitó a "dar un paso atrás" y convocar elecciones.

Entonces el PSOE mantuvo una postura reformista con la Constitución, y aunque el partido hizo pública su intención de hacer cambios en la noma básica española, a través de un comunicado también dejó claro que ante cualquier amenaza constitucional el partido siempre se iba a colocar "del lado del Estado social y democrático de Derecho" que establece la Constitución.

Tras su llegada a la presidencia del Gobierno Sánchez ha mantenido una línea similar. Hace solo unos días el ahora líder del Ejecutivo defendía un proyecto para Cataluña basado en el autogobierno, la Constitución y Europa; tres pilares fundamentales sobre los que el socialista plantea un proyecto político en el que podría incluirse un referéndum pero solo sobre cuestiones de autogobierno, no sobre la autodeterminación de Cataluña. "El hecho final tiene que ser una votación, pero no por la independencia o la autodeterminación, sino por el fortalecimiento del Gobierno de Cataluña", explicó el presidente en una entrevista concedida a la cadena Ser.

Sánchez aclaró que con esta idea se refiere a una votación sobre un nuevo Estatut en Cataluña, ya que según defiende, el vigente (que entró en vigor en 2006), no es el que votó en sus términos la sociedad catalana, ya que el Tribunal Constitucional tumbó parte de su contenido cuatro años después de que los catalanes acudiesen a las urnas a votarlo.

Sin embrago, aunque Sánchez ha defendido su postura respecto al conflicto Catalán en varias ocasiones, el líder del Ejecutivo asumió también ante los medios que la solución al conflicto catalán no está cerca. Él no la ve dentro de esta legislatura.

Pedro Sánchez nunca mostró su apoyo al referéndum catalán que el Govern de Puigdemont organizó el pasado 1 de octubre de 2017 y que marcó un antes y un después en la historia reciente de España. La persecución previa a las urnas, la tensión en las calles y las cargas policiales que se vivieron en Barcelona y algunos pueblos de la autonomía catalana provocaron una avalancha de reacciones entre la sociedad de toda el país.

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