Es noticia
Un sector del independentismo pide un nuevo partido basado en la ANC
  1. España
  2. Cataluña
PARA ROMPER LA DINáMICA DE PDECAT Y ERC

Un sector del independentismo pide un nuevo partido basado en la ANC

Una conversación privada dentro de los canales independentistas remarca: "A la CUP no la votarán todos. Está bien que existan, pero nos hace falta un partido más central y que sea realista"

Foto: La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie. (EFE)
La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie. (EFE)

El independentismo está resituando sus prioridades y sus estrategias de futuro. La reunión del presidente español, Pedro Sánchez, con el catalán, Quim Torra, el traslado de los políticos presos a cárceles catalanas, el próximo desenlace de la situación procesal del 'expresident' Carles Puigdemont y, más recientemente, la finalización de la instrucción del magistrado Pablo Llarena, han creado un magma político que abre nuevas posibilidades.

Una de ellas pasaría por la creación de un nuevo partido que englobaría el independentismo de derechas y de izquierdas para agrupar esfuerzos frente al constitucionalismo y poder ofrecer una alternativa única. Algunas voces incluso concretan más y comienzan a reclamar que sea la Asamblea Nacional Catalana (ANC) el núcleo de ese nuevo partido político, operación que no entra en los planes de la cúpula de la organización.

"No es una cosa nueva, sino que hay sectores que ya llevan pidiendo que la ANC dé un paso al frente y se convierta en partido. Hay mucha gente que quiere un espacio único, mucho más amplio, incluso orientado a la izquierda. Pero los sectores que defienden esta estrategia no son mayoritarios y, por supuesto, no hay ni un solo documento que recoja las líneas maestras del plan", explica a El Confidencial un alto dirigente de la CUP.

Una de las fuentes consultadas se encarga de remarcar que "no se trata de un partido único, sino de un espacio único, muy transversal". Más allá de las ideologías tradicionales de izquierda/derecha, lo que quiere poner encima de la mesa es la dicotomía independencia/autonomía. "Que quien vote a esta fuerza esté votando independencia. De ese modo, se pueden medir las fuerzas favorables a la ruptura y a la República", añaden las fuentes.

Una conversación privada dentro de los canales independentistas del pasado lunes es harto elocuente. En los círculos soberanistas se considera que "para partidos 'centrados'" ya tienen "a PDeCAT y ERC". Y continúan: "Quizá para conseguir una república independiente hemos de optar por un partido más radical como la CUP. Luego, cuando la tengamos, que cada cual vote según sus ideas. Ahora el objetivo habría de ser conseguir la independencia". Pero no todos están de acuerdo. "A la CUP no la votarán todos. Está bien que existan, pero nos hace falta un partido más central y que sea realista", advertía otro contertulio. "Cierto", respondía otro. Y un cuarto remataba: "Que la ANC vaya preparando un partido político".

Aceptado en la ANC y los CDR

La fuente de la CUP antes citada, no obstante, remarca que "la estrategia de crear ese espacio único ha prendido en algunos círculos de la ANC y de los CDR (comités de defensa de la República), pero no es una cosa que se vaya a hacer mañana mismo, porque en el caso de que se diese, habría que limar muchas asperezas". Reconocen, eso sí, que "el plan no es nuevo, pero lo que está pasando le da alas, especialmente el resultado de la reunión entre Torra y Sánchez".

De hecho, la reunión es denostada por los independentistas radicales. "Pero al PP y a Ciutadans, por ejemplo, les sentó peor. Es cierto que, en Cataluña, tanto la CUP como sectores del PDeCAT nos hemos sentido molestos. Pero hay más intención de hacerla fracasar desde España, porque al PP, por ejemplo, no le interesa que se negocie y que todo se solucione".

placeholder Diputados de Cs y del PPC con sus respectivos líderes, Inés Arrimadas (d), y Xavier Garcia Albiol (i). (EFE)
Diputados de Cs y del PPC con sus respectivos líderes, Inés Arrimadas (d), y Xavier Garcia Albiol (i). (EFE)

Diversas fuentes consultadas por El Confidencial coinciden en afirmar que hay un mar de fondo planteando un nuevo espacio electoral amplio y transversal. Afirman también que hay gente de JxCAT que está de acuerdo, porque el PDeCAT, "desgraciadamente, tiene un proyecto excesivamente conservador". Por otro lado, las bases de ERC, que forzaron la aprobación de una moción en la última asamblea del partido en la que dejan la puerta abierta incluso a una declaración unilateral de independencia juegan a favor de este proyecto. "En Cataluña, solo las cúpulas de PDeCAT y de ERC están alineadas con una estrategia pactista. Nadie más. Y en el conjunto de España, PP y Ciudadanos, que tienen casi la mitad del Congreso, están por dinamitar el diálogo. El caldo de cultivo, pues, está en su punto", explica una de las fuentes.

Esta estrategia, no obstante, no priorizaría, en principio, el proyecto de Carles Puigdemont de crear otro partido político a partir de la plataforma Moviment 1-O, creada por diputados no adscritos a ningún partido, pero que forman parte de la candidatura de JxCAT. "Ese movimiento está demasiado centrado en una candidatura y se nutre del círculo cercano a Puigdemont, por lo que hay sectores que serían reacios a entrar en él. Lo que necesitamos es un espacio nuevo, libre de servilismos y de ataduras para concentrar en él el proyecto de una República", explican desde los círculos independentistas.

"Lo que necesitamos es un espacio nuevo, libre de servilismos y de ataduras para concentrar en Puigdemont el proyecto de una República"

La primera prueba, en 2019

De todos modos, el primer intento de esa plataforma unitaria saldrá de una iniciativa prevista para este sábado día 14: una convención por la República para promover unas 'primarias por la República', es decir, listas republicanas unitarias en los municipios catalanes en las elecciones locales del 2019. Este movimiento se constituye para "llevar a cabo, desde los municipios, de manera irrenunciable, el mandato del 1 de octubre y ejercer el control del territorio para defender la República de Cataluña" y para "actuar como coordinadora de candidaturas para las elecciones municipales del 2019".

Foto: Pedro Sánchez y Quim Torra, durante un paseo por los jardines de La Moncloa tras su reunión, este 9 de julio. (EFE | POOL)

Este movimiento (transversal) ha creado un 'Sello Republicano' que no es otra cosa que un decálogo, algunas de cuyas consideraciones son que solo obedecerán "la declaración universal de los Derechos Humanos aprobada por la asamblea general de la ONU el 10 de diciembre de 1948", reconocerán "la Nación Catalana como pueblo que ha ejercido su derecho a la autodeterminación mediante el referéndum del 1 de octubre de 2017 y, consecuentemente, llevaremos a cabo el mandato democrático por el cual Cataluña se convierte en un Estado independiente en forma de república". También garantizan que todas las personas residentes en la República Catalana tengan acceso al trabajo y cobren paro o tengan "una renta mínima garantizada para su dignidad".

El último punto apunta: "Ayudaremos a todos los pueblos a ejercer el derecho de autodeterminación y, singularmente, el de los otros territorios de habla catalana, desde la reivindicación del derecho a la reunificación de la Nación Catalana completa, precisamente a través del ejercicio del derecho a la autodeterminación de todos sus pueblos". Es una alusión directa a la instauración de unos 'Països Catalans' que, bajo la tutela de Cataluña, englobe también Valencia, Baleares y la franja lindante con Aragón. Pero obvia el hecho de que alguna parte de la propia Cataluña no quiera formar parte de este proyecto y prefiera desgajarse. Y ello podría pasar con el Valle de Arán y con algunas comarcas de Cataluña.

El independentismo está resituando sus prioridades y sus estrategias de futuro. La reunión del presidente español, Pedro Sánchez, con el catalán, Quim Torra, el traslado de los políticos presos a cárceles catalanas, el próximo desenlace de la situación procesal del 'expresident' Carles Puigdemont y, más recientemente, la finalización de la instrucción del magistrado Pablo Llarena, han creado un magma político que abre nuevas posibilidades.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
El redactor recomienda