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Cruzada internacional independentista: de la carta al Papa a un acto en los Lores
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INTENSOS CONTACTOS CON EL EXTERIOR

Cruzada internacional independentista: de la carta al Papa a un acto en los Lores

El último movimiento del independentismo trata de hacer que el papa Francisco se implique directamente en el conflicto catalán

Foto: El presidente de la Generalitat, Quim Torra (i), y el director general de Prisiones de Cataluña, Amand Calderó (d), durante su visita este miércoles a Raül Romeva, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart en la cárcel. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Quim Torra (i), y el director general de Prisiones de Cataluña, Amand Calderó (d), durante su visita este miércoles a Raül Romeva, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart en la cárcel. (EFE)

El independentismo pone en marcha la enésima cruzada internacional para tratar de lograr apoyos en el exterior, ante la imposibilidad de que jurídicamente puedan sacar réditos en la propia Cataluña. El último movimiento trata de hacer que el papa Francisco se implique directamente en el conflicto catalán. El diputado en el Congreso Joan Capdevila, de ERC (antes había militado en UDC), envió una misiva al pontífice en la que le dice que osa “poner a vuestra consideración el grave problema que estamos padeciendo: el de unos políticos presos por defender pacíficamente el derecho de autodeterminación, que la doctrina social de la Iglesia proclama, sin haber sido condenados, sino con una prisión preventiva agravada con una serie de medidas vejatorias”.

Capdevila afirma al Papa que los presos adoptaron, “como todo nuestro movimiento independentista, una actitud evangélica: la de la no violencia, que el Vaticano II elogió”. Y afirma que desde el 1 de octubre, los “diferentes organismos gubernativos y judiciales del Estado español” han propiciado “la grave situación de vulneración de derechos humanos”. Le recuerda también unas palabras de Francisco condenando la prisión preventiva cuando de forma abusiva “procura un avance de la pena previa a la condena” y le pide, por ello, “una palabra de reconocimiento y ánimo para nuestros presos y para todos los catalanes que siguen la vía evangélica de la no violencia, así como de las maniobras pseudojurídicas y las violencias policíacas que nuestro pueblo padece y que, por favor, en este sentido, orientéis a nuestros pastores y a los de España”.

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Esta apelación a la no violencia no es baladí: es el eje central del discurso ideológico del independentismo catalán, que parte de la base de que si no hay violencia, puede vulnerar las leyes que convenga. Sigue para ello las teorías del estadounidense Gene Sharp, fallecido este mismo año. Curiosamente, el consejero de Exteriores de la Generalitat, Ernest Maragall, presidió este miércoles la presentación del libro de Sharp ‘La defensa civil no violenta’, que edita la Generalitat, en un acto al que también asistieron el presidente del Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP), Xavier Masllorens, y la directora de Einstein Institution, Jamila Raqib (que trabajó junto a Sharp los últimos 16 años), así como el activista Martí Olivella, que prologa el libro editado por la Generalitat.

Maragall, juntamente con el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, se reunió también la pasada semana con una delegación de eurodiputados de la Alianza Libre Europea (ALE) que, según una nota oficial de la Generalitat, estaba muy interesada por “la situación de excepcionalidad política que vive Cataluña”. Claro que el presidente de ALE (formada por los diputados de los Verdes y de regiones europeas que no son Estado, agrupando a 52 de los 650 miembros de Parlamento) es… Josep Maria Terricabras, eurodiputado de ERC, el mismo partido al que pertenecen Maragall y Aragonès.

Acto en la Cámara de los Lores

El próximo 10 de julio, Txell Bonet, esposa de Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, y Anna Forn, hija del exconsejero de Interior Joaquim Forn, asistirán a un ‘briefing’ en la Cámara de los Lores del Parlamento británico para hablar de los “presos políticos catalanes”. Las dos invitadas acudirán como representantes de la Asociación Catalana de Derechos Humanos (ACDH), formada por familiares de los políticos presos y fugados. El acto en Westminster está organizado por Chris Bambery, un activista escocés que fue asistente del diputado George Kerevan, del Scotish Nacional Party (SNP), socios escoceses de los independentistas catalanes.

Foto: La militancia de ERC vota en la Conferencia Nacional. (Twitter @Esquerra_ERC)

No son las únicas iniciativas internacionales que el independentismo acomete. Esta misma semana, el presidente catalán, Quim Torra, recibió al exdiputado Mikko Karna, el ‘amigo’ finlandés de Carles Puigdemont (en realidad, en la agenda de la Generalitat le dan el calificativo de diputado, cuando ya no lo es desde hace casi un mes). De hecho, es el único cargo público finlandés —de un grupo minoritario— que apoya firmemente el 'procés' y llegó a pedir a la FIFA que expulsase a España del Mundial de fútbol. Karna fue quien invitó a su país a Puigdemont poco antes de que este fuese detenido por la policía alemana, cuando volvía en coche a Bélgica. Claro que Karna ahora no tiene apoyos políticos en su país y ya no ostenta cargo oficial alguno, por lo que la Generalitat declinó al final sacar una nota oficial del encuentro. No obstante, el finlandés se reunió más tarde con Josep Costa, vicepresidente del Parlament y diputado de JxCAT, pero también aprovechó su estancia en Cataluña para emprender una gira impartiendo conferencias, de la mano del Govern y de la ANC: Mataró, Girona, Barcelona, Vic, l’Escala, Tarragona...

Foto: Michael Atwood Mason

El exdiputado fue el promotor del grupo de amistad con Cataluña, una especie de 'lobby' impulsado por Raül Romeva a través del Diplocat. De esta manera, se convirtió en el europeo más 'hooligan' del independentismo catalán, hasta el punto de que, a la misma hora que se reunía con Torra, colgaba en Twitter un curioso mensaje: “Buenos días desde la República de Cataluña”. Y luego, dirigiéndose a Felipe VI, le atizaba: “¿Puede dejar el trono? Hágalo por la democracia”.

La cruzada internacional continuará también el 30 de julio con una concentración en Edimburgo, la capital de Escocia. Ese día, comienza la vista para la extradición de la exconsejera de Enseñanza Clara Ponsatí, fugada en aquel país. Los independentistas comenzaron esta semana la campaña ‘Llenemos Edimburgo’, con la que pretenden presionar a la Justicia de esa ciudad para que no conceda la extradición. La ANC es la principal impulsora de la misma. En las redes sociales, la plataforma Alerta Republicana proclama que “nos hemos propuesto llenar Edimburgo para mostrar calor a la consejera. Gente de Escocia está ofreciendo alojamiento gratuito. Se ha creado una página de Facebook para poner en contacto a escoceses y catalanes”. Luego, explica cómo ponerse en contacto con los alojadores en el Reino Unido a través de esa página mediante mensajes privados.

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La ANC se pone las pilas

La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, se reunió con un grupo de diputados franceses este martes, en París, para pedir solidaridad. Paluzie denunció que en España hay presos políticos y que sus dos predecesores, Carme Forcadell y Jordi Sànchez, están en la cárcel, y que la Justicia española impuso dos millones de euros de fianza en concepto de responsabilidad civil al anterior Govern. Remarcó que solo el pasado fin de semana la ANC consiguió recaudar 900.000 euros para pagar esa fianza. El encuentro fue organizado por el diputado corso Jean-Fèlix Acquaviva y a él asistieron diputados corsos y bretones de Régions et Peuples Solidaires (RPS), de La République en Marche (el partido de Emmanuel Macron) y de los Verdes. En el encuentro también participó el eurodiputado esloveno Ivo Vajgl, que ni corto ni perezoso recomendó al Gobienro español “que coja el teléfono y llame a los jueces para que liberen a los presos”, según la nota oficial de la propia ANC. Una actitud que poco tiene que ver con la democracia y que deja entrever el talante autoritario de algunos de estos movimientos. Otros participantes fueron el flamenco Mark Demesmaeker (de la Nueva Alianza Flamenca, N-VA), el corso François Alfonsi y el eurodiputado José Bové.

Foto: El 'conseller' de Acción Exterior, Ernest Maragall, saluda al presidente de la Generalitat, Quim Torra. (EFE)

Más polémicas son las relaciones del núcleo duro de Puigdemont con la Liga Norte de Italia, el partido ultraderechista por excelencia. El líder ultra italiano, Mateo Salvini, también ministro del Interior (el que provocó la crisis del Aquarius), se ha dejado retratar en varias ocasiones con esteladas, y en un mitin celebrado el pasado fin de semana en Pontida, el polémico político reunió a miles de los suyos, que no solo ondeaban banderas de su partido sino esteladas y enseñas sardas, ondeando al ritmo de ‘Nessum norma’. Escenificación perfecta para actos marciales perfectamente planificados.

La Liga fue de los pocos partidos europeos que apoyaron el ‘procés’ y el referéndum del 1 de octubre. Según algunas fuentes, dirigentes de la Liga se han desplazado a Barcelona periódicamente los últimos meses para apoyar una estrategia conjunta con los independentistas catalanes, aunque tanto PDeCAT como ERC rechazan de plano que tengan contactos con ellos. La antigua Convergència, en cambio, sí los tenía hace tan solo cuatro años, cuando Fabrizio Cechetti hacía de puente entre las formaciones italiana y catalana. Cechetti, entonces vicepresidente del Parlamento regional de la Lombardía, viajaba cada semana a Barcelona para reunirse con los convergentes. Fuentes del PDeCAT consultadas por este diario niegan que en la actualidad continúen esos contactos, aunque no comentan las posibles relaciones que pueda haber de la Liga con destacados independentistas catalanes a título individual. No obstante, toda la amalgama de partidos ultras y nacionalistas (en algunos casos, antieuropeístas) que se alinean en torno al núcleo duro independentista catalán hace tiempo que están tejiendo alianzas para formar un frente común que dinamite la actual estructura de la UE y permita a las fuerzas pequeñas y regionales tener el control de las instituciones.

El independentismo pone en marcha la enésima cruzada internacional para tratar de lograr apoyos en el exterior, ante la imposibilidad de que jurídicamente puedan sacar réditos en la propia Cataluña. El último movimiento trata de hacer que el papa Francisco se implique directamente en el conflicto catalán. El diputado en el Congreso Joan Capdevila, de ERC (antes había militado en UDC), envió una misiva al pontífice en la que le dice que osa “poner a vuestra consideración el grave problema que estamos padeciendo: el de unos políticos presos por defender pacíficamente el derecho de autodeterminación, que la doctrina social de la Iglesia proclama, sin haber sido condenados, sino con una prisión preventiva agravada con una serie de medidas vejatorias”.

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