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Los CDR jugaron a las 'guerrillas' para boicotear al Rey en Girona… y así fracasaron
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Los CDR jugaron a las 'guerrillas' para boicotear al Rey en Girona… y así fracasaron

La culpa la tiene la bisoñez de los ‘comandos operativos’ de los Comités de Defensa de la República (CDR), cuya estrategia paramilitar fue aplastada por la estrategia de los Mossos

Foto: Manifestantes queman banderas del rey Felipe VI. (EFE)
Manifestantes queman banderas del rey Felipe VI. (EFE)

Ni acción directa, ni coordinación ni improvisación. Intentaron jugar a la guerra de guerrillas y el tiro les salió por la culata. La culpa la tiene la bisoñez de los ‘comandos operativos’ de los Comités de Defensa de la República (CDR), cuya estrategia paramilitar fue aplastada por la estrategia (esta sí más operativa) de los Mossos d’Esquadra. Consecuencias: las protestas independentistas contra la presencia del rey Felipe VI en tierras gerundenses cayeron en saco roto, ya que la coordinación policial frustró que los radicales aguasen un acto organizado por la Fundación Princesa de Girona, que este jueves otorgó, como cada año, sus premios en una fiesta de gala.

Los CDR, la CUP, el Sindicato de Estudiantes de los Països Catalans (SEPC) y otras organizaciones radicales habían organizado concentraciones de protesta contra el acto a partir de las 4 de la tarde de este jueves. Poco antes de la hora prevista, fuerzas de los Mossos d’Esquadra controlaban todo el perímetro y no permitieron que las algaradas ultranacionalistas desluciesen el acto. “Los Mossos cortan el acceso del caminito a Mas Marroch desde el pabellón de Vilablareix”, alertaba una de las activistas a primera hora de la tarde.

Foto: Premios princesa de girona

La intención última de los CDR era cortar las carreteras de acceso al edificio donde se iba a celebrar el acto y alcanzar así notoriedad en la prensa por haber ‘reventado’ un acto del Rey, impidiendo que se pudiese acceder a las instalaciones donde se iba a celebrar. Pero la movilización de las fuerzas de seguridad impidió el éxito de la movilización.

Desde Alerta Republicana se advertía de que en el punto de Vilablareix “han avanzado, pero los Mossos no dejan cortar el acceso a Mas Marroch”. Paralelamente, decían que en el punto norte, de Salt, los Mossos “no dejan salir a los manifestantes del 'parking' del Espai de Girona”. Y en el punto de Aiguaviva, en el sur de Vilablareix, “han cortado la carretera de acceso a Mas Marroch”.

Sobre las 5 de la tarde, visto que el despliegue policial iba a seguir manteniendo libres los accesos a Mas Marroch, los CDR intentaron improvisar sobre la marcha. “Los que os unáis ahora a las movilizaciones de ‘No tenemos Rey’ y vayáis al punto sur de Salt ('parking' del Centro Comercial Espai Gironès), os recomendamos que no entréis en el 'parking', ya que no dejan moverse a los manifestantes. Intentad cortar la carretera directamente”, era la angustiosa llamada que se hacía desde el CDR Nord Oriental a los militantes.

Pasadas las 6 de la tarde, llegaba el lamento desde el 'parking': “Somos un centenar de republicanos en la concentración en Salt retenidos sin poder entrar ni salir del encapsulamiento de los Mossos. ¡Esta es su democracia!”. Justamente, minutos antes de que comenzase el acto, otro nuevo llamamiento para poder cortar alguna vía: “Las personas que os dirigís al punto nuevo de Aiguaviva, dentro del polígono industrial Mas Aliu, os necesitamos lo más rápido posible para poder avanzar”.

“El Borbón ya está dentro”

Al final, pues, no pudieron evitar que se consumase el acto. La profesionalidad táctica de los Mossos ganó, de calle, a la inexperiencia guerrillera de los CDR. “Llevamos más de dos horas y media de movilización… el Borbón ya está dentro del Mas Marroch. Solo ha sido posible a través de la represión de la ciudadanía que rechazaba su presencia en Salt, Vilablareix y Aiguaviva. Hay previsión de que la entrega de los premios de la Fundación Princesa de Girona acabe a las 20:15. Atentos a nuevas informaciones sobre cómo continuar con las movilizaciones”.

En un momento determinado, un grupo de cincuenta personas pudo acercarse a Mas Marroch. Ya casi estaban, pero no era suficiente. “Necesitamos apoyo, ya que llegan furgonetas de los Mossos para intentar parar la 'revuelta de los elefantes”, clamaban los organizadores. En ese momento, los concentrados en Aiguaviva (el sur) decían que avanzaban y estaban rompiendo el cordón policial. Todo pura propaganda. Una comunicación a todos del CDR Nord Oriental dejaba claras las cosas cuando el acto ya estaba a punto de acabar: reconocía que los Mossos estaban ganando la partida porque en Salt volvían “a encapsular a los compañeros para detener su avance” y en Aiguaviva “intentan avanzar hacia Mas Marroch, pero son parados por los Mossos”.

Los Reyes presiden los Premios Fundación Princesa de Girona en el espacio cedido por los hermanos Roca

Para entonces, era un fracaso todo el operativo. En primer lugar, porque la concentración en Vilablareix fue, tarde y mal, desconvocada por falta de activistas. Y el resto, un puñado, apenas pudo hacer nada. Desactivado, pues, el principal peligro, los CDR no pudieron más que abandonarse a la suerte. “Seguid las instrucciones de los canales oficiales y recordad que juntos somos más fuertes”, comunicaban las cúpulas de los comandos a sus militantes.

"Cosas megagratificantes para un republicano"

Durante la noche del miércoles, los comandos de los CDR de la zona salieron a pintar las carreteras con eslóganes antiespañoles y a colgar grandes lazos amarillos. Una comunicación interna de los CDR, después de la medianoche, era explícita: “Tenemos todo preparado para recibir al rey español. Se han decorado las carreteras para la ocasión”. Se acompañaba la comunicación con varias fotografías de calzadas con eslóganes como “Somos República” o “No tenemos Rey”, así como lazos amarillos y siluetas de elefantes. Los alrededores de Mas Marroch, el lugar donde tendrían lugar los actos de la fundación, también fueron convenientemente ‘decorados’ con grandes lazos a ambos lados de la carretera.

Los eslóganes de la jornada tampoco desmerecían: “Pitar a un Borbón es una de aquellas cosas megagratificantes para un buen republicano”, era uno de ellos. Y otro señalaba: “Si no lo pudiste votar cuando lo eligieron, ven a Girona y pita. Los elefantes te lo agradecerán y te sentirás una buena persona y un mejor republicano”.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

La CUP editó carteles con una foto de Felipe VI con los ojos cerrados enmarcado en un sello mientras una cerilla encendida amagaba con prenderle fuego. “Felipe de Borbón: no eres bienvenido. Ni a Caldes ni a Vilablareix ni a ningún lugar”, decía el texto del cartel. Uno de los dirigentes más activos en la organización de las protestas es Lluc Salellas, miembro de la cúpula de la organización y hermano de Benet Salellas, diputado radical durante la pasada legislatura.

Poble Lliure, uno de los principales partidos que componen la CUP, emitió un comunicado oficial en el que aseguraba que los actos de la Fundación Princesa de Girona siempre se organizaron “de espaldas a la ciudadanía (como no podía ser de otra manera, tratándose de una fundación que disfruta del mecenazgo de la monarquía borbónica), bloqueando cualquier mecanismo que permitiese cancelar el acto”.

“No podemos permitir que se instrumentalice nuestra ciudad para maquillar la imagen de la monarquía española; aquella monarquía que el 3 de octubre legitimó la violencia extrema de las fuerzas de ocupación contra el pueblo catalán; aquella monarquía que legitimó el 155, los presos y exiliados políticos; en definitiva, aquella monarquía que defiende todas las extensiones posibles del españolismo catalanófobo”, decía el comunicado de la organización. El SEPC, por su parte, advertía a sus militantes a última hora del miércoles: “Recordad: mañana, mambo”. Pero, a la luz de lo acontecido, no fue tanto como esperaban.

Campaña contra los hermanos Roca

A los radicales, sin embargo, les queda el derecho al pataleo. La primera consecuencia es una campaña contra los hermanos Roca, aquellos que tienen el segundo mejor restaurante del mundo y que hace poco eran héroes locales por haber servido comida gratis a los ocupantes de los colegios electorales en el referéndum ilegal del 1 de octubre. Hoy son villanos, por dejar que en uno de sus locales celebre un acto Felipe VI. “Sinvergüenzas”, les insultan ahora. Uno de los exaltados, tras insultarlos repetidamente en las redes sociales, terminaba diciendo: “Lucid vuestras estrellas, lucidlas. Y al acabar el servicio, si tenéis cojones, alzad la mirada. Otros, encerrados en oscuras celdas por vuestro anfitrión, ya no recuerdan cómo brilla en el cielo una estrella”.

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Foto: EFE.

Los CDR, por otra parte, han puesto ahora el punto de mira en un acto de Vox. En un cartel editado por el CDR de La Selva del Camp, se afirma que “Vox, partido político fascista, tiene la intención de hacer un campus de verano de ámbito estatal en la Selva del Camp los días 6, 7 y 8 de julio de 2018, en el Hotel Nou. Desde el CDR de La Selva del Camp manifestamos el rechazo total a la presencia de fascistas y antidemócratas en nuestro pueblo”.

La organización radical pide, así, que el ayuntamiento muestre también su rechazo al acto. Y que el hotel “no permita actos fascistas en sus instalaciones”. Asimismo, llama a “entidades, colectivos y partidos políticos de todo el territorio a que se adhieran también a este manifiesto” y “a las vecinas y vecinos, a llevar este mismo manifiesto al hotel para mostrar el rechazo a los actos fascistas y adherirse también a todas las posibles convocatorias”. Con ello, deja la puerta abierta a convocar manifestaciones ante el establecimiento para provocar a sus adversarios políticos.

Ni acción directa, ni coordinación ni improvisación. Intentaron jugar a la guerra de guerrillas y el tiro les salió por la culata. La culpa la tiene la bisoñez de los ‘comandos operativos’ de los Comités de Defensa de la República (CDR), cuya estrategia paramilitar fue aplastada por la estrategia (esta sí más operativa) de los Mossos d’Esquadra. Consecuencias: las protestas independentistas contra la presencia del rey Felipe VI en tierras gerundenses cayeron en saco roto, ya que la coordinación policial frustró que los radicales aguasen un acto organizado por la Fundación Princesa de Girona, que este jueves otorgó, como cada año, sus premios en una fiesta de gala.

Mossos d'Esquadra Rey Felipe VI
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