La moción de censura de Sánchez abre una tregua en el plan de choque de Puigdemont

La moción de censura que ha presentado Pedro Sánchez contra el Gobierno de Mariano Rajoy ha dejado descolocados al eje Carles Puigdemont-Quim Torra. La estrategia de choque de la Generalitat con el Gobierno tiene a partir de ahora menos importancia. De hecho, la crisis catalana pasa a un segundo plano. Así que lo que se prevé es una suspensión temporal de las hostilidades hasta que se despeje el panorama en Madrid. La previsión es que incluso Torra configure esta misma semana el nuevo Govern para no perder más tiempo con los 'consellers' que no puedan ser objeto de duda legal. Ante la perspectiva de derribar a Rajoy, el bloqueo catalán por el que abogaba Puigdemont ha empezado a perder sentido.

El PDeCAT cuenta con ocho diputados en el Congreso. ERC, con nueve. Los dos grupos apoyarán a Pedro Sánchez. Y lo harán gratis, a pesar de que, hace una semana, el líder del PSOE estaba denunciando que Quim Torra es un racista, según reconocen fuentes del PDeCAT en Madrid. Todo se obviará si hay una mínima posibilidad de sacar a Rajoy del Gobierno.

La moción de censura ha atrapado a todos como una trampa para moscas. El primero, a Mariano Rajoy. Pero también a los partidos catalanes. Los comunes de Xavier Domènech fueron los más duros en la investidura de Torra. Solo hay que recordar la pregunta “¿qué piensa usted de los españoles?, porque lo que piense de ellos es lo que piensa de los catalanes”. En dos sesiones de investidura, Quim Torra no tuvo valor para responder en sede parlamentaria. Ahora, los comunes son los primeros que se han apuntado a derribar a Rajoy. Los ataques a Torra tendrán que olvidarse.

La moción de censura arregla muchas cosas. Incluso puede volver a reconciliar al PNV con el PDeCAT después de que los vascos salvasen los Presupuestos de Mariano Rajoy. Si el PNV se suma a la moción de censura, y difícilmente podrían no hacerlo —en el País Vacos gobiernan con los socialistas—, el aislamiento en el que había caído Puigdemont se diluye.

Incluso podría producirse un milagro. PDeCAT, ERC y Cs votando juntos en el Congreso para enviar a la oposición a Mariano Rajoy. El independentismo y Albert Rivera unidos por la regeneración política, por acabar con el estigma de la Gürtel y la corrupción sistemática del PP.

Pedro Sánchez no dará nada

Fuentes del PSC aclaran que Pedro Sánchez no dará nada al PDeCAT. Ni a ERC. Los presos seguirán en la cárcel. El juez Pablo Llarena continuará la instrucción de su causa en el Tribunal Supremo. Pero el clima cambiará. Y los problemas legales de Puigdemont en Europa se prolongarán. Sánchez no aflojará la presión, pero a Puigdemont no le quedará más remedio que esperar hasta principios de julio, cuando se prevé que tenga lugar la moción de censura. Por ello, será mejor gobernar en Cataluña mientras tanto.

El drama para Puigdemont-Torra radica en poder explicar a las bases que ahora apoyan al PSOE, calificado por Torra en sus escritos de "bestia"

Por tanto, Cataluña afronta ahora unos meses de tregua. O al menos dos meses hasta que se produzca la moción. O hasta que en septiembre Torra recupere la posibilidad de convocar elecciones. La independencia no genera unanimidades en Cataluña, pero la oposición al PP sí que lo hace.

Fin del 'bloque del 155'

Entre los conceptos discursivos construidos por el independentismo, se encuentra el llamado 'bloque del 155', lo que engloba a Cs, PP y al PSC. Pero ahora esos mismos socialistas que avalaron el 155 son la palanca para derribar al PP. El propio clima en el Parlament tendrá que relajarse un tanto.

Ahora, con la moción de censur,a el 'bloque del 155' desaparecerá como concepto, porque el PSC dejará de ser el enemigo. O al menos no lo será tanto. Nuevos tiempos. Un efecto inesperado de la moción de censura: relajará la tensión en Cataluña.