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Los partidos constitucionalistas, divididos y sin plan ante el avance separatista catalán
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Ciudadanos no logra rentabilizar el 21-D

Los partidos constitucionalistas, divididos y sin plan ante el avance separatista catalán

Cs parece pensar más en las generales, critican desde el PSC y el PP en Cataluña. Pero eso le sirve a Albert Rivera, quien puede pensar que cuánto peor mejor para ocupar la Moncloa

Foto: Inés Arrimadas (Ciudadanos) y Miquel Iceta (PSC). (EFE)
Inés Arrimadas (Ciudadanos) y Miquel Iceta (PSC). (EFE)

Los partidos constitucionalistas afrontan esta nueva fase del independentismo en Cataluña sin estrategia y sin plan alguno de unidad conjunta. Pese a que se habla más de la falta de unidad del soberanismo, la ausencia de sintonía entre los partidarios de seguir en España y la ausencia de una estrategia para Cataluña en el Gobierno de Mariano Rajoy están lastrando una salida al conflicto, según apuntan diversas fuentes cercanas a estos partidos. Mientras, el independentismo sigue ganando terreno, ya sea vía jueces en Alemania o consiguiendo que los sindicatos se sumasen a una manifestación como la del domingo, con un manifiesto a favor del "derecho a decidir" y con la mayoría de los participantes gritando "¡Puigdemont, 'president'!".

Las razones de la división en el campo constitucionalista son diversas, pero se resumen en tres: las rencillas entre los partidos políticos, las perspectivas electorales cara a las generales y las municipales y las dificultades para consensuar una postura única mas allá de que la solución para Cataluña se ha de enmarcar dentro del marco legal vigente.

Hay un problema de liderazgo. Ciudadanos ha ganado las elecciones. Pero Inés Arrimadas no ha sabido optimizar sus 36 diputados en el Parlament

Además, hay un problema de liderazgo. Ciudadanos ha ganado las elecciones. Pero Inés Arrimadas no ha sabido optimizar sus 36 diputados. No se ha convocado una cumbre de partidos constitucionalistas, por ejemplo. Y tener una muy buena relación por WhatsApp con el líder del PSC, Miquel Iceta, no parece suficiente para dar una imagen de unidad, en un momento en que esa palabra "unidad" es la que más se repite en el bando soberanista, ya sea en manifestaciones, o entre ideólogos y opinadores del independentismo.

Ciudadanos parece pensar más en las generales, critican desde el PP en Cataluña y desde el socialismo catalán. Pero eso le sirve a Albert Rivera, quien puede pensar que cuanto peor en Cataluña mejor para sus perspectivas para ocupar la Moncloa. Las encuestas le dan como ganador de la próxima convocatoria de comicios en España y su apuesta por una respuesta lo más dura posible al secesionismo le puede resultar rentable en términos electorales. Pero para Arrimadas puede ser todo lo contrario y más, si como parece, Carles Puigdemont está jugando a una nueva convocatoria electoral el 15 de julio. Aunque Arrimadas ha asegurado en público que no tiene miedo a unas nuevas elecciones, lo cierto es que en esas fechas y por agotamiento podrían contarse con menos participación, lo que no favorecería a Ciudadanos. Justo el escenario por el que parece apostar Puigdemont.

Resentimiento del PP

Por otro lado, las relaciones entre Cs y el PP en Cataluña están marcadas por el resentimiento. El PP siente que se le ha lanzado una OPA por la derecha y que han sido injustamente castigados por su electorado cuando ha sido Mariano Rajoy quien ha aplicado el artículo 155 y ha suspendido la autonomía en Cataluña.

placeholder El presidente del PPC, Xavier García Albiol. (EFE)
El presidente del PPC, Xavier García Albiol. (EFE)

Cs se negó a prestar dos diputados al PP para que tuviesen grupo parlamentario propio, condenando a los de Xavier García Albiol al infierno del grupo Mixto, un infierno, por cierto que los populares catalanes han de compartir con la CUP. El precio de esa jugada para estrangular a los populares en Cataluña fue derribar los puentes para futuras colaboraciones.

Interpelar al independentismo

Desde el PSC, por su parte, se critica a Cs que solo funcione de manera reactiva y que no interpele al independentismo. Al así como, vale, negociar sí, pero negociar qué… Eso obligaría a los independentistas a explicarse más allá de sus exigencias de diálogo, sin más detalles. Este fin de semana Miquel Iceta apuntaba esta posibilidad en un artículo en elobrero.es.

Iceta sí parece tener una propuesta de reforma para buscar una salida al conflicto catalán, pero todavía se está a la espera de que la especifique

Así Miquel Iceta señalaba que "necesitamos abrir un nuevo periodo de retorno a la política, de poner sobre la mesa nuevas prioridades, y necesitamos abrir el debate sobre la reforma de la Constitución, para modernizarla, adaptarla y hacerla más acorde a las necesidades de la población. Y eso debe proporcionar margen para reforzar el Estatuto de Cataluña. Y en algún momento deberemos someter a las urnas en Cataluña y en toda España esos grandes acuerdos. Sin miedo, pero también defendiendo la bondad del diálogo y los pactos. Necesitamos que el Estado acabe ofreciendo un pacto global que supere la falsa dicotomía entre inmovilismo e independentismo".

Iceta está solo en la cámara con esta propuesta. Los comunes de Xavier Domènech y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, prefieren manifestarse por la libertad de los presos, aunque dicha libertad depende, como en cualquier democracia, de lo que decida la Justicia y no de lo que clamen los manifestantes, que por cierto, pusieron mucho más énfasis en pedir que Puigdemont fuese nombrado presidente de Cataluña. Iceta, de hecho, no ha convocado a Ciudadanos, comunes y PP para presentar ni esta iniciativa ni ninguna otra. Es dudoso, incluso, que fuera apoyado por el PSOE, sobre todo en Andalucía. Tampoco explica qué alcance debería tener este cambio, que parece en línea con el que pidieron al Rey los empresarios catalanes que comieron con Felipe VI en Palacete Albéniz la semana pasada. Por tanto, habría que pactar una estrategia conjunta, pero nadie parece estar por la labor dentro del bloque constitucionalista. Mientras, Puigdemont y los suyos siguen moviendo pieza.

Los partidos constitucionalistas afrontan esta nueva fase del independentismo en Cataluña sin estrategia y sin plan alguno de unidad conjunta. Pese a que se habla más de la falta de unidad del soberanismo, la ausencia de sintonía entre los partidarios de seguir en España y la ausencia de una estrategia para Cataluña en el Gobierno de Mariano Rajoy están lastrando una salida al conflicto, según apuntan diversas fuentes cercanas a estos partidos. Mientras, el independentismo sigue ganando terreno, ya sea vía jueces en Alemania o consiguiendo que los sindicatos se sumasen a una manifestación como la del domingo, con un manifiesto a favor del "derecho a decidir" y con la mayoría de los participantes gritando "¡Puigdemont, 'president'!".

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