Así actúan los CDR encapuchados: el vídeo que hace saltar las alarmas de la Policía

Algunos comités de defensa de la república (CDR) en Cataluña están perfectamente organizados y utilizan técnicas de 'kale borroka' aprendida en cursillos realizados en Madrid y País Vasco, aunque algunos informes de los servicios de información de la policía española apuntan a que también se han realizado algunas de estas charlas en edificios okupados de Barcelona. En estas jornadas, han llegado a participar menores de edad afiliados a organizaciones juveniles radicales, según estos informes, que detallan con nombres y apellidos a sus participantes.

En un vídeo al que ha tenido acceso este diario, se puede comprobar el grado de entrenamiento que tienen algunos de los comités que cometen estas acciones: se trata de uno de los cortes realizados en la autopista A-7, cerca de la Universidad Autónoma de Bellaterra. Los activistas, en cuestión de poco más de un minuto, cortaron el tráfico, pusieron neumáticos en la calzada y les prendieron fuego. Acto seguido, abandonaron apresuradamente el lugar. Lo curioso del caso es la uniformidad con la que actuaron: a pesar de que había varias decenas de miembros del comando, todos iban de negro, con capucha y la cara tapada, para evitar ser reconocidos en caso de que alguien —como sucedió— los grabara.

Fuentes cercanas a los servicios de información señalan a este diario que este modo de actuar no es nuevo. “Cuando en el País Vasco comenzaron a actuar lo que conocíamos como los comandos Y, se utilizaban ya estas técnicas: se daba un golpe en el que los activistas iban perfectamente sincronizados y uniformados para dificultar su identificación. Actuaban y se iban, cambiándose de ropa inmediatamente después para despistar”, subrayan las fuentes consultadas. En el País Vasco, los comandos Y eran la parte de las organizaciones civiles o partidos políticos 'abertzales' que daban cobertura social a la banda terrorista ETA. La nota negativa es que su 'modus operandi' fue derivando en mayor violencia con el paso del tiempo.

La forma de actuar era peculiar: los comandos se citaban para realizar acciones violentas (que siempre comenzaban con manifestaciones aparentemente pacíficas) en una localidad, pero acababan provocando una verdadera batalla campal con las fuerzas del orden, con comercios dañados, automóviles volcados o incendiados, destrozos en mobiliario urbano y agresiones físicas. En ocasiones, también se atacaban sedes sociales de partidos constitucionalistas. Para combatir la violencia callejera, se cambió la ley y se endurecieron las penas. Esta misma estrategia se aplica ahora en Cataluña.

Desde algunos sectores del Gobierno central, se teme un aumento considerable de la 'kale borroka' en Cataluña. “Lo que se ha visto hasta ahora es una situación como la que hace años se vivió en el País Vasco”, advierten fuentes de la Administración central. Por el contrario, fuentes cercanas a la Administración catalana niegan que haya una situación similar “porque, en aquellos momentos, allí había una banda armada [ETA] que ponía en peligro la convivencia, pero esa circunstancia no se da en Cataluña”.

El núcleo radical, en Barcelona

Desde la policía autonómica, sin embargo, se admite que la mayoría de los CDR diseminados por Cataluña son organizaciones que no generarán problemas, pero “hay un núcleo, especialmente en Barcelona, con elementos que pueden ser potencialmente peligrosos”. El vídeo que acompaña esta información es el que ha hecho saltar las alarmas ante una radicalización de los CDR y de su forma de actuar.

De hecho, la gran mayoría de los CDR están formados por partidos políticos, asociaciones vecinales o entidades culturales. “Es cierto que se siguen a rajatabla las consignas transmitidas a través de las redes sociales, pero no utilizamos ni utilizaremos nunca la violencia. La nuestra es una lucha pacífica en la que, como mucho, nos apuntamos a la técnica de la resistencia pasiva, o sea, a que nos retiren en volandas los policías”, explica a El Confidencial un dirigente de un CDR de la capital catalana.

No obstante, también es cierto que algunos de los miembros más activos de los CDR de Barcelona o de su área metropolitana se desplazan a menudo hasta otras localidades para apoyar actos de protesta que, por sí solos, los CDR locales no estarían en condiciones de realizar. Una prueba de esta estrategia es la que se siguió durante la pasada Semana Santa, en que hubo cortes de carreteras y autopistas en diferentes puntos de Cataluña. Según las fuentes consultadas por este diario, en algunas de las movilizaciones participaron activistas desplazados desde Barcelona expresamente hasta el lugar de la protesta. Según estas fuentes, los CDR que pueden provocar desórdenes son una minoría y están bajo vigilancia.