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La negativa de la CUP permitirá a ERC renegociar con Puigdemont con ventaja
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Roger Torrent abrirá la ronda de contactos

La negativa de la CUP permitirá a ERC renegociar con Puigdemont con ventaja

Los de Xavier Domènech apoyarían el plan de ERC si el candidato fuese republicano y se respetase la ley. Es decir, presidente de ERC, marco legal vigente y JxCAT como socio marginal

Foto: La secretaria general de ERC y número dos en la lista, Marta Rovira, junto a un asiento vacío dedicado al exvicepresidente de la Generalitat encarcelado Oriol Junqueras. (EFE)
La secretaria general de ERC y número dos en la lista, Marta Rovira, junto a un asiento vacío dedicado al exvicepresidente de la Generalitat encarcelado Oriol Junqueras. (EFE)

La situación de la crisis política catalana se puede resumir así: ERC tiene un plan pero no tiene líder. JxCAT tiene a un líder, Carles Puigdemont, pero carece de cualquier plan. Y en la CUP ni tienen candidato ni tienen plan, pero saben lo que no quieren: perpetuar el marco autonomista. Con todo, el plantón de la CUP abre una nueva fase esta semana en la que ERC tiene la oportunidad de renegociar el pacto de gobierno con JxCAT y esta vez en posición de ventaja, a juicio de fuentes conocedoras de la alambicada evolución de las conversaciones entre republicanos y 'juntaires'.

En esta nueva fase, ERC ya no solo va a controlar la presidencia de la Corporación Catalana Medios Audiovisuales y la Conselleria de Economía, sus dos grandes victorias en estas tres semanas. Pueden aspirar a mucho más. Desde el control del puesto de portavoz del Govern hasta la propia presidencia efectiva de la Generalitat. Con la CUP a la contra, ahora toda la ventaja es para los republicanos. En la primera fase de las negociaciones, la que acabó el pasado viernes, Puigdemont se llevó todos los triunfos: colocó a Jordi Turull como relevo de Jordi Sànchez, se hizo con las 'consellerias' clave y se otorgó todo el poder simbólico. Ahora eso puede dar un vuelco.

placeholder El presidente del Parlament, Roger Torrent. (EFE)
El presidente del Parlament, Roger Torrent. (EFE)

Como siempre, el mejor aliado de ERC será Roger Torrent. El presidente del Parlament abrirá esta semana otra nueva ronda de contactos, en teoría para investir a Jordi Sànchez. En la práctica, para que ERC y JxCAT tengan tiempo de llegar a un acuerdo al margen de la CUP. En el primer pleno ya se vio que los republicanos intentaban tender puentes con los comunes. Los de Xavier Domènech apoyarían el plan de ERC si el candidato fuese republicano y se respetase la ley. Es decir, presidente de ERC y marco legal vigente. Un acuerdo que haría que los cuatro diputados de la CUP no valiesen nada.

Por eso, la coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, pide que se cumplan los pactos. Porque sabe que ahora esos acuerdos están en el aire. Y que lo negociado hasta ahora será papel mojado si se da entrada a los comunes en un nuevo marco de gobierno en Cataluña.

Foto: La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal. (EFE)

Para eso hay que volver al principio: ERC tiene un plan. Lo contó el diputado en el Congreso Joan Tardà en una reciente entrevista el pasado dos de marzo en un canal de televisión de la Xarxa, red de televisiones locales en manos de la diputación. En esencia, Tardà reconocía que lo que había que hacer ahora era “gobernar para todos”, acercarse a los comunes y desplegar políticas de izquierdas que permitieran con tiempo y paciencia ampliar la base social del independentismo. Un plan de años, un plan a largo plazo. Un plan posibilista en el marco autonómico. Un plan, en resumen, que nunca bendecirá la CUP porque supone prolongar el 'procés' durante años, tal vez décadas.

Cosas que nunca te dije

La entrevista con Tardà es extraordinaria porque implica el reconocimiento de cosas que nunca se dicen. De hecho, en el 'procés' las cosas que nunca se dicen son tan importantes o más que las que se verbalizan ante los medios de comunicación. El 'plan Tardà' es poner negro sobre blanco lo que piensan en ERC.

Un ejemplo, la CUP no reconoce lo que señalan de puertas adentro: que se niegan a investir a Jordi Sànchez porque los antisistema siempre lo han visto como un topo de Artur Mas en la ANC. La misma ANC que este 11 de marzo se manifestará en el Passeig Colom, para exigir a los grupos soberanistas que alcancen un acuerdo.

A estas alturas lo más importante entre los partidos soberanistas es lo que no se han dicho: el realismo de ERC o la desconfianza de la CUP hacia Sànchez


ERC tampoco dijo nunca que no quería investir a Jordi Sànchez. Pero esa era la verdad de puertas adentro. Ahora, con el negativa de la CUP, ha salvado la cara y puede volver a sentarse con JxCAT, como si no hubiera pasado nada. Y sacar una tajada mucho mayor.

Por último, JxCAT nunca aceptó que sus planes de república virtual desde Bruselas no eran factibles. Lo que muchos de los 'juntaires' reconocían en privado, ahora los de la CUP lo han dicho en voz alta. El simbolismo de Puigdemont en la capital belga no sirve para nada. Los 'cupaires' quieren el choque directo con el Estado español al precio que sea.

Futuro electoral

La CUP y Puigdemont, sin embargo, coinciden en un punto. Ambos prefieren elecciones. Como reconoció Mireia Boya, no vería mal unas nuevas elecciones en las que recuperar los diputados que perdieron el 21-D por culpa de la falsa promesa de Puigdemont de volver a Cataluña si ganaba. Carles Puigdemont sigue pensando que en unas nuevas elecciones arrasará. No tiene un plan, pero es un líder y está convencido de que dejará hundidos a los republicanos. Pero en JxCAT esa perspectiva cada vez da más vértigo. Mucha incertidumbre.

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El dilema esta semana será el realismo de ERC contra la virtualidad de Puigdemont. O seguir jugando en el marco autonómico o apostar por el simbolismo de Bruselas. Por ahora el viaje de diputados a la capital belga para nombrarlo presidente simbólico y crear el Espacio Libre de Bruselas se ha aplazado de manera indefinida. Sin fecha. Ante eso, ERC tiene un plan. Y lo puede implementar en los próximos días. Si tienen éxito, JxCAT pasará a ser un socio menor en una alianza de un tripartito de izquierdas, en donde la independencia se aparcará a la espera de tiempos mejores.

La situación de la crisis política catalana se puede resumir así: ERC tiene un plan pero no tiene líder. JxCAT tiene a un líder, Carles Puigdemont, pero carece de cualquier plan. Y en la CUP ni tienen candidato ni tienen plan, pero saben lo que no quieren: perpetuar el marco autonomista. Con todo, el plantón de la CUP abre una nueva fase esta semana en la que ERC tiene la oportunidad de renegociar el pacto de gobierno con JxCAT y esta vez en posición de ventaja, a juicio de fuentes conocedoras de la alambicada evolución de las conversaciones entre republicanos y 'juntaires'.

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