La CUP no investirá a Sànchez y dinamita la estrategia de Puigdemont
Lo cuatro diputados cuperos se abstendrán en el debate de investidura, rompiendo así la mayoría que está a favor, entre los que hay 4 votos inhabilitados entre ellos Junqueras, Sànchez y Puigdemont
La exdiputada de la CUP Anna Gabriel lanzó en la mañana de este sábado desde Suiza un desesperado llamamiento a su partido para que le envíe fondos con los cuales soportar su ‘exilio’. Gabriel se encuentra en el país helvético huida de la justicia española, al decidir no presentarse ante el juez Pablo Llarena el pasado 20 de febrero. En su grito de socorro, la exdiputada dijo a su formación: "Recordad que al final de la reunión tenéis que pasar el platillo. Enviad dinero, Albano Dante, Antonio Baños, ERC. He de ir a hacer la compra a la cooperativa suiza y no tengo ni cinco". Lo curioso del caso es el llamamiento a Albano Dante, exlíder de Podemos en Cataluña y a la propia ERC, partido del que la CUP desconfía incluso mucho más que del PDeCAT, ya que comparten potencial electorado.
La reunión a que se refiere es la del Grupo de Acción Política (GAP) de la formación, reunido extraordinariamente este fin de semana para estudiar si daba luz verde a la candidatura de Jordi Sánchez, el ‘valido’ de Carles Puigdemont. Sánchez, previsiblemente, no podrá ser investido tampoco, ya que se encuentra encarcelado, pero a JxCAT lo que le interesa es visualizar que el 'Estado español' veta todos los candidatos que proponen los soberanistas, obviando las razones objetivas que imposibilitan la investidura.
En la citada reunión, la CUP decidió que no apoyará una candidatura a la presidencia de la Generalitat del encarcelado Jordi Sánchez, el sustituto de Puigdemont. La formación anticapitalista dinamita así la estrategia del ‘expresident’ fugado y de ERC, poniendo en una difícil tesitura a los principales cabecillas del ‘procés’. Los diputados anticapitalistas se abstendrán en la investidura del posible nuevo ‘president’, lo que deja la pelota en manos de Puigdemont y de Oriol Junqueras: si JxCAT y ERC quieren tener una mayoría suficiente para investir a alguien, los fugados y encarcelados deberían dejar su escaño para poder tener suficientes votos en la cámara y sumar escaños para investir un ‘president’.
Eso significa que han de renunciar al acta de diputado Carles Puigdemont, Jordi Sánchez, Oriol Junqueras y Toni Comín. Está por ver si gana el personalismo y el interés personal o si el patriotismo del que hacen gala les permite dar un paso al lado y dejar que otro ocupe su lugar. Será la prueba del algodón de sus respectivas tallas políticas y, sobre todo, de la naturaleza de sus intereses personales: si todos ellos renuncian, los dos partidos independentistas tendrán 66 votos en el Parlament frente a los 65 del resto de la oposición. Si uno solo de ellos se aferra al sillón, el independentismo no tendrá mayoría ni podrá investir ‘president’. En otras palabras: en aras del patriotismo que tanto pregonan las cúpulas de JxCat y ERC tendrán que dejar sus escaños para poder formar gobierno.
No a la sumisión a la legalidad española
Los anticapitalistas tomaron esta decisión después de intensas reuniones a tres bandas celebradas esta semana. “Podemos trasladar que la CUP se posiciona en contra de la propuesta conjunta que se nos había hecho de JxCAT y ERC porque supone una sumisión total a la legalidad española y no afronta el marco de padecimiento de las clases populares. Desde la CUP, decimos: ni 155 ni 135 ni autonomismo. Lo repetimos para que todo el mundo lo tenga claro: ni 155, ni 135 ni autonomismo. Y esto se expresará en cuatro abstenciones si hay una propuesta de investidura en el Parlament. La propuesta que se nos hizo hasta ayer viernes supone una sumisión total a la legalidad española porque nos dicen que sus prácticas políticas para los próximos cuatro años tendrá la limitación de la legalidad española”, explicó el diputado Vidal Aragonès tras la reunión. Y eso es inaceptable para los ‘cuperos’.
Lo repetimos para que todo el mundo lo tenga claro: ni 155, ni 135 ni autonomismo. Y esto se expresará en cuatro abstenciones si hay una propuesta
Los anticapitalistas ya habían advertido hace semanas que sólo apoyarían una hoja de ruta rupturista que tuviese como base la desobediencia a las leyes. Aragonès subrayó que “si no avanzamos, retrocedemos. Dijimos no a Artur Mas, como ahora decimos no a esta investidura y eso significa avanzar nacionalmente. Dijimos no a los presupuestos y pusimos sobre la mesa el referéndum. Otra victoria nacional. Por tanto, insistimos en esta idea. Cada vez que la CUP se reafirma en sus posiciones, este pueblo abre oportunidades para avanzar”.
El dirigente cupero afirmó: “Tenemos una oportunidad política. Necesitamos políticas reales y efectivas. Si hay mandato democrático derivado del 1 de octubre, significa legalidad republicana y rechazo a la legalidad española y a la represión y supeditación a las políticas de la troika”. Y enfatizó que lo que propone la CUP es avanzar nacionalmente (o sea, en cuestiones identitarias), pero ese avance se ha de hacer en paralelo a los avances sociales. “En el terreno social, nuestra alternativa política no se separa de la nacional. No pasa por una alternalidad. Necesitamos políticas que el autonomismo no nos permite, como una tributación justa, una enseñanza auténticamente pública y gratuita y otras medidas fiscales que nos permitan tener ingresos suficientes”, advirtió el diputado.
Y hay una premisa inamovible: “No negociaremos el autonomismo. Si alguien lo quiere negociar, y quiere negociar la legalidad española o medias sociales que no tengan contenido efectivo, no nos encontrará”.
Por extraño que parezca, el posicionamiento de la CUP beneficia a ERC, que ya había mostrado sus reticencias al ungimiento de Jordi Sánchez como sustituto de Puigdemont. Sergi Sabrià, portavoz de la formación republicana, admitió este sábado que su partido apoyará la candidatura de Jordi Sánchez si hay un “acuerdo a tres”. Pero el acuerdo a tres ya no es posible, con lo que ERC tiene las manos libres para dinamitar el acuerdo con JxCat. Puigdemont lo tiene cada vez más crudo y su posición ha quedado seriamente debilitada con la decisión de los anticapitalistas. Es cierto que los republicanos todavía no tienen un candidato claro. El propio Sabrià señaló esta mañana que “los nombres., por nuestra parte, no serán un problema. El nombre de Oriol Junqueras no está sobre la mesa. Trabajamos para que haya un acuerdo cuanto antes”. Pero ahora tienen una nueva baza a su favor para no plegarse a los designios unilaterales de Puigdemont.
La exdiputada de la CUP Anna Gabriel lanzó en la mañana de este sábado desde Suiza un desesperado llamamiento a su partido para que le envíe fondos con los cuales soportar su ‘exilio’. Gabriel se encuentra en el país helvético huida de la justicia española, al decidir no presentarse ante el juez Pablo Llarena el pasado 20 de febrero. En su grito de socorro, la exdiputada dijo a su formación: "Recordad que al final de la reunión tenéis que pasar el platillo. Enviad dinero, Albano Dante, Antonio Baños, ERC. He de ir a hacer la compra a la cooperativa suiza y no tengo ni cinco". Lo curioso del caso es el llamamiento a Albano Dante, exlíder de Podemos en Cataluña y a la propia ERC, partido del que la CUP desconfía incluso mucho más que del PDeCAT, ya que comparten potencial electorado.
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