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La sanidad balear marcha en Palma contra el requisito del catalán en las consultas
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entre 2.500 y 5.000 personas contra el pancatalanismo

La sanidad balear marcha en Palma contra el requisito del catalán en las consultas

"Los idiomas no salvan vidas", uno de los lemas del movimiento 'Mos Movem! En Marcha! Let’s go!', puesto en marcha por las empresarias Úrsula Mascaró y Manuela Cañadas

Foto: Los impulsores del movimiento ciudadano 'Mos Movem', entre ellos Úrsula Mascaró (i) y Manuela Cañadas (d).
Los impulsores del movimiento ciudadano 'Mos Movem', entre ellos Úrsula Mascaró (i) y Manuela Cañadas (d).

Miles de médicos, enfermeras y auxiliares del Servicio de Sanidad balear se han manifestado este domingo en Palma de Mallorca para protestar contra la pretensión del gobierno autonómico de imponer como un requisito a largo plazo determinado nivel de conocimiento del catalán. Miembros de la convocatoria, organizada por el movimiento ciudadano 'Mos Movem! En Marcha! Let’s go!', calculan que entre la plaza de España de la capital mallorquina y el Consulado del Mar (la sede del Ejecutivo balear) se reunieron poco antes del mediodía más de 5.000 personas frente a los cálculos de Efe que cifra la asistencia en unas 2.500 personas procedentes de todas las islas.

Tanto en la cabecera de la manifestación como en la tarima durante la lectura del manifiesto se encuentran Úrsula Mascaró, conocida diseñadora de calzado, y Manuela Cañadas, empresaria del sector inmobiliario. Dos líderes que no pertenecen al mundo sanitario pero que capitanean el movimiento ciudadano contra el 'requisitazo', como ha dado en llamarse la intención de exigir un nivel de catalán a los nuevos opositores sanitarios (examen B2 para médicos y enfermeras y B1 para auxiliares); pero también contra el volantazo posterior del Ejecutivo de la socialista Francina Armengol, que pasaba por reducir de 'requisito' a 'mérito' que los aspirantes sepan catalán. Eso sí, en un plazo de dos años se les exigirá acreditar el nivel de B2.

Foto: Manuela Cañadas y Úrsula Mascaró (d). (EC)

"Hemos empezado a concienciar a las islas del problema que tenemos, no queremos que pase lo mismo que ha ocurrido en Cataluña", ha dicho Mascaró por teléfono a El Confidencial. Para la diseñadora, "lo más importante" es concienciar en el resto de España de los problemas que se viven en las islas, de los que el 'requisitazo' es solo "la punta del iceberg". "A nosotros nos parece absurdo que se le pida un certificado de idioma a todo el personal sanitario y no sanitario, incluidos administradores, trabajadores de limpieza y de cocina, aunque pensemos que nuestra lengua es lo más".

Lemas como "las islas unidas, ni catalanas ni sometidas", coreados por miles de profesionales con batas blancas, dejan entrever la respuesta de un sector hacia el pancatalanismo del que hace gala uno de los socios de gobierno de Armengol junto con el PSIB, el partido Més, precisamente impulsor de esta medida. En las pancartas también se vieron lemas como "los idiomas no salvan vidas", "por una sanidad sin fronteras lingüísticas" o "el decretazo merece un carpetazo", contrario este último también a la modificación del decreto por parte del IbSalut.

Mascaró ha dicho a los medios que se trata de una medida "excluyente" y "dificulta la captación y fidelización" de profesionales sanitarios y no sanitarios en las islas porque el decreto también afecta al personal de cocina o mantenimiento. Y ha agregado que en 2016 solo cinco de las 7.000 reclamaciones presentadas en el ámbito de la sanidad pública se debieron a que los pacientes no fueron atendidos en catalán. Por eso, planean constituirse como "sociedad civil balear".

El sentimiento entre algunos de los profesionales sanitarios, como adelantaba este periódico, es que en Baleares es más prioritario garantizar un buen nivel de inglés que de catalán, puesto que en temporada alta la población que acude a los centros es mayoritariamente extranjera. En declaraciones a Efe, participantes en la marcha como el médico menorquín Claudio Triay, con 30 años de experiencia y el nivel C de catalán, subrayó que "nunca" ha existido "el más mínimo problema" en Menorca entre pacientes y profesionales, ni por el catalán, el inglés, el francés, el alemán o el castellano. "Están intentando crear un apartheid sanitario", indicó.

Por su parte, la doctora mallorquina Isabel Orlandis, que trabaja en una zona turística, ha señalado que sus 20 años como profesional "jamás en la vida" ha tenido ninguna dificultad para hablar con sus pacientes: "Intento comunicarme en el idioma que sea, la exigencia del catalán es un absurdo: es una cuestión política, pura y dura".

"Intento comunicarme en el idioma que sea, la exigencia del catalán es un absurdo: es una cuestión política, pura y dura", lamenta una doctora

Reacciones del PP, Cs y la CUP

Aunque se trata de una movilización meramente civil, no han faltado los políticos del PP y de Cs entre los manifestantes. Han estado presentes los presidentes del PP y Ciudadanos (Cs) de Baleares, Biel Company y Xavier Pericay, de Actúa Baleares, Jorge Campos, y miembros de los sindicatos CSI-CSIF y del Simebal, el Sindicato Médico de Baleares, así como el senador autonómico José Ramón Bauzá, del PP. El propio líder naranja, Albert Rivera, se ha hecho eco a través de Twitter y se ha puesto del lado de los profesionales baleares contra la imposición del catalán.

Por su parte, la CUP de Palma ha descrito la marcha en un comunicado como "una manifestación del odio" que está más pendiente de impedir el avance de la lengua que de proteger y defender la sanidad. Por eso pedía al Govern balear "valentía" para aprobar el futuro decreto y "asegurar así nuestro derecho a expresarnos en catalán en la sanidad, la justicia, en la calle, en cualquier comercio".

Miguel Lázaro, presidente del Sindicato Médico de Baleares (Simebal), el mayoritario entre los médicos, que secundó la marcha pese a los quebrantos de la gripe y a la amenaza de lluvia sobre el cielo de Palma, apoya al movimiento y explica a este diario por teléfono las consecuencias de este plan del Gobierno balear. "Este requisito nos va a poner muy difícil hacer una planificación sanitaria para captar y fidelizar médicos. Ya hay islas donde estamos importando médicos con títulos no homologados".

"Y además sería la guinda del pastel para los médicos en las Islas Baleares, que ya sufren contratos de corta duración, todas las dificultades que añaden los problemas del alquiler turístico y un agravio más, la asimetría por la indemnización por residencia con respecto a Canarias, Ceuta y Melilla", explica.

Miles de médicos, enfermeras y auxiliares del Servicio de Sanidad balear se han manifestado este domingo en Palma de Mallorca para protestar contra la pretensión del gobierno autonómico de imponer como un requisito a largo plazo determinado nivel de conocimiento del catalán. Miembros de la convocatoria, organizada por el movimiento ciudadano 'Mos Movem! En Marcha! Let’s go!', calculan que entre la plaza de España de la capital mallorquina y el Consulado del Mar (la sede del Ejecutivo balear) se reunieron poco antes del mediodía más de 5.000 personas frente a los cálculos de Efe que cifra la asistencia en unas 2.500 personas procedentes de todas las islas.

Manifestación Palma de Mallorca Catalán Baleares
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