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Puigdemont aspira a tener una estructura en Bélgica a cargo del contribuyente
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ostentaría algún tipo de representación en la UE

Puigdemont aspira a tener una estructura en Bélgica a cargo del contribuyente

Fuentes del entorno de Puigdemont en Bélgica apuntan a una importante dotación salarial para él mismo que rondaría los 190.000 euros brutos anuales además de otros gastos

Foto: El 'expresident' Carles Puigdemont, en Bruselas. (Reuters)
El 'expresident' Carles Puigdemont, en Bruselas. (Reuters)

La investidura de Carles Puigdemont en Bélgica será simbólica. Su sueldo, no. El 'expresident' de la Generalitat aspira a contar con una estructura en Bélgica sostenida por el erario público. Dicha estructura incluiría secretaria, coche oficial y los costes de su residencia, además de incluir puestos para algunos de los 'exconsellers' que le han acompañado en su aventura belga.

Fuentes del entorno de Puigdemont en Bélgica apuntan a una importante dotación salarial para él mismo que rondaría los 190.000 euros brutos anuales. La manera de justificarlo sería la representación en el Comité de las Regiones, un organismo de la UE que sirve para dar voces a las distintas zonas regionales de Europa, desde el Venetto (Italia) a Baden-Württemberg (Alemania), por poner dos ejemplos.

Todo esto supone que de puertas adentro Puigdemont ya asume que no será el presidente efectivo, sino solo el presidente simbólico de la Generalitat.

Foto: Puigdemont cita a los diputados de JxCAT para desbloquear su investidura. (EFE)

El pleno del Comité de la Regiones se reúne un par de veces al año. El organismo tiene poca actividad pero es el foro europeo que reconoce la diversidad regional. Ideal para Puigdemont y sus reclamaciones. El Comité de la Regiones no dota de un salario a sus miembros, pero sí que abona dietas por las reuniones, que supondrían una parte de los ingresos de Puigdemont.

Así que una de las cuestiones clave que se está negociando es una cierta tolerancia del Gobierno español para esta situación. Y también se está estudiando cómo la Generalitat podría destinar fondos a este proyecto en el exterior, en que un presidente de honor asumiría un todavía indeterminado pero cierto papel de representación de la Administración catalana en la UE. En todo caso, se pretende que dichos abonos no se consideren malversación, pese a que hasta ahora la Generalitat no había tenido unos costes tan altos por esta presencia internacional.

Esto solo duraría unos meses. Si Puigdemont acaba acusado de rebelión cuando el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena abra juicio oral en la macrocausa contra el independentismo el próximo otoño, lo más probable es que él y el resto de encausados sean inhabilitados. Pero también habrá que determinar si la UE queda dentro de ese ámbito o al margen.

Otros puntos

Pero la cuestión de una oficina para Puigdemont en Bruselas no es el único punto que se está tratando en las conversaciones. También está la cuestión de cómo investir a Puigdemont sin hacerlo realmente, pero de una manera que satisfaga al 'expresident'.

El papel de la Asamblea de Electos será mucho más retórico que lo que se ha filtrado a la prensa: se limitará a arropar la investidura de Puigdemont

Fuentes de las negociaciones vinculadas a JxCAT niegan ahora que la Asamblea de Electos vaya a efectuar una votación para nombrar a Puigdemont presidente legítimo/simbólico. Sí que reconocen que esta asamblea podía jugar un papel parecido al que ya ejercieron los alcaldes de la Assemblea de Municipis per la Independència (AMI) el pasado 26 de octubre, cuando acudieron al Parlament con sus varas para jalear a Puigdemont cuando se declaró la independencia. La Asamblea de Electos podría arropar a Puigdemont, pero nunca intentaría arrogarse la capacidad para legitimarlo de manera democrática.

Fórmulas aceptables

Por tanto, hay que buscar fórmulas aceptables. Aceptables para todos. También para Puigdemont, para que pueda esperar a poder presentarse en 2019 a las europeas. ERC y JxCAT le han prometido que harán una lista conjunta que él podrá encabezar. Una vez conseguido, Carles Puigdemont sería eurodiputado, aunque no está claro si la inhabilitación alcanzaría el territorio belga.

Mientras estas cuestiones se aclaran, las conversaciones entre las partes continúan. Sin prisa, que para eso el presidente del Parlament, Roger Torrent, se ha preocupado de que los tiempos no corran. La Cataluña política, instalada en la dilación.

La investidura de Carles Puigdemont en Bélgica será simbólica. Su sueldo, no. El 'expresident' de la Generalitat aspira a contar con una estructura en Bélgica sostenida por el erario público. Dicha estructura incluiría secretaria, coche oficial y los costes de su residencia, además de incluir puestos para algunos de los 'exconsellers' que le han acompañado en su aventura belga.

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